La Navidad de la Familia Real británica tiene un epicentro inamovible: Sandringham, la residencia campestre en Norfolk donde, generación tras generación, los Windsor celebran estas fechas lejos del bullicio de Londres. Y si hay una imagen que resume ese espíritu íntimo pero profundamente simbólico es la tradicional caminata hasta la iglesia de St Mary Magdalene en la mañana del 25 de diciembre, Navidad, un ritual que permite al público ver de cerca a los royals en uno de los días más especiales del año.
Este año, Kate Middleton ha vuelto a ser una de las grandes protagonistas al acudir a la misa acompañada por el príncipe Guillermo y sus tres hijos —el príncipe George, la princesa Charlotte y el pequeño Louis— saludando sonriente a las decenas de personas que, como marca la costumbre, aguardaban tras las vallas para desearles una feliz Navidad. Desde su boda en 2011, la Princesa de Gales apenas ha faltado a esta cita, y cada aparición confirma que este momento es, además de institucional, profundamente personal para ella.
El look de Kate Middleton en la misa de Navidad 2025
Kate Middleton ha apostado por el marrón como color protagonista, alejándose del verde del año pasado pero manteniendo intactos los códigos clásicos que definen su estilo navideño. La princesa de Gales ha elegido un abrigo de tartán a cuadros en tonos marrones, firmado por Blazé Milano.
Se trata de una pieza confeccionada en lana transpirable, con un estampado windowpane sutil y elegante, que destaca por su doble botonadura, amplias solapas y bolsillos curvos, sello inconfundible de la firma italiana. Aunque el diseño bebe claramente de la sastrería masculina, el corte está cuidadosamente trabajado: ligeramente entallado en la cintura, con hombreras estructuradas pero femeninas, lo que aporta presencia, equilibrio y una silueta muy favorecedora.
Este abrigo no es una novedad en su armario. Kate lo ha lucido en varias ocasiones recientes, tanto en visitas oficiales al Royal Marsden Hospital en enero de 2025 como en HMP Sayal en febrero. Un detalle nada menor que refuerza uno de los mensajes clave de su estilo actual: repetir prendas icónicas como gesto de coherencia, sostenibilidad y autenticidad.
El tocado marrón chocolate y las joyas minimalistas
Los accesorios han sido, una vez más, decisivos para completar el look. Kate ha coronado el look con un tocado tipo percher en color chocolate, firmado por Juliette Botterill Millinery, una de las sombrereras más respetadas del panorama británico contemporáneo. El modelo, realizado en felt lace —fieltro trabajado con delicados recortes tipo encaje—, combina tradición y modernidad con una exquisitez artesanal evidente.
La firma, fundada en 2014, es conocida por sus piezas hechas a mano, servicios a medida y una atención minuciosa al detalle, y sus creaciones han conquistado tanto a invitadas de bodas y carreras como a miembros de la Familia Real británica. Este tocado en concreto, elegante sin resultar rígido, añade un punto decorativo que se mueve entre lo floral y lo estelar, perfecto para una cita religiosa y festiva a partes iguales.
Kate ha acompañado el conjunto con sus pendientes Trinity de Cartier, una joya icónica y cargada de simbolismo, y con un pañuelo de seda al cuello que recuerda mucho al que lució en Navidad en 2014. Este guiño al archivo personal refuerza la idea de continuidad, memoria y tradición que envuelve cada una de sus apariciones navideñas.
Ha llevado la melena suelta, con ondas suaves, y ha rematado el look con botas altas de ante marrón con tacón, elegantes, prácticas y perfectamente integradas en la paleta cromática del look.
Charlotte y Kate: coordinación sutil y guiño estético madre e hija
A su lado, la princesa Charlotte ha vuelto a captar todas las miradas con un look que dialoga directamente con el de su madre. La joven princesa ha lucido un abrigo en tono beige con contrastes en marrón —puños, cuello, bolsillos y botones— que recuerda ligeramente a los cortes austriacos tradicionales, gracias a ese juego de colores y al diseño estructurado pero con movimiento.
El abrigo, con volumen y caída fluida, es ideal para una niña y para una celebración invernal. Charlotte lo ha combinado con leotardos marrones y bailarinas a juego, logrando un conjunto armónico, clásico y muy cuidado. Como toque final, ha llevado un semirecogido adornado con un lazo.
El año pasado: el elegante look navideño de Kate en 2024
Para la misa en Sandringham de 2024, la princesa de Gales apostó por un look clásico, un abrigo verde esmeralda, una tonalidad profundamente ligada a la Navidad británica, que combinó con una bufanda de tartán con cuadros en azul y verde, aportando textura y un aire campestre muy acorde con el entorno.
El abrigo, firmado por Sarah Burton para Alexander McQueen, reafirmaba la fidelidad de Kate a la casa que ha marcado algunos de los momentos más importantes de su vida pública. Además, recuperó un sombrero que había llevado en su primera navidad con la familia real británica en 2013, un gesto cargado de simbolismo que conectaba pasado y presente.
Uno de los detalles más comentados fueron los pendientes Daystar Blue Topaz de Robinson Pelham, joyas de inspiración georgiana con diamantes y topacios azules que la princesa dejó ver al retirar el cabello hacia atrás. No se descartó entonces que se tratara de un regalo personal, quizá del príncipe Guillermo o de sus padres, Carole y Michael Middleton, quienes ya habían obsequiado a Kate con joyas de esta firma en su boda.
El momento tan especial de la princesa de Gales con su hija Charlotte
La misa llega, además, apenas un día después de otro de los compromisos navideños más significativos para Kate: el servicio de villancicos Together at Christmas, una de sus tradiciones favoritas y uno de los actos más emotivos del calendario real. Anoche, el concierto se emitió por quinta vez en Nochebuena y dejó una imagen histórica: Kate sentada al piano junto a su hija Charlotte, de diez años, interpretando juntas Holm Sound, del compositor escocés Erland Cooper.
Un cierre a la altura de la tradición real
Con el look de este año, Kate Middleton vuelve a confirmar que la misa de Navidad en Sandringham es mucho más que una cita en la agenda: es una puesta en escena cuidadosamente construida, donde moda, familia y tradición se entrelazan. En un día marcado por las costumbres —desde la cena de gala de Nochebuena hasta el almuerzo de pavo tras la iglesia, pasando por la curiosa tradición de pesarse al llegar o el obligatorio afternoon tea—, la princesa de Gales sigue consolidando su papel como futura monarca.





















