El mocasín español que conquista el mundo: el icono de estilo que toda experta en moda seguirá deseando en 2026

Comprar lujo es, cada vez más, una decisión consciente. Ya no se trata únicamente de tener algo exclusivo, sino de invertir en piezas que acompañen durante años sin perder forma, comodidad ni belleza. Tras casi una década que ha sido marcada por el fast fashion, microtendencias efímeras y zapatos que no duran más de una temporada, el consumidor lo tiene claro: si va a invertir en algo, tiene que valer la pena. Este otoño-invierno, las pasarelas, las insiders y hasta las calles confirman el estatus de los mocasines y los modelos clásicos. La mezcla perfecta entre comodidad y elegancia, tendencia y tradición.

En medio de este boom por el calzado clásico, Carmina Shoemaker destaca como una de las casas que mejor encarna su esencia. Fundada en 1866 en Mallorca, esta firma familiar se ha ganado un lugar en los armarios de quienes valoran el lujo auténtico. Cada par de zapatos de Carmina es el resultado de más de 190 procesos manuales. Las hormas se tallan a mano, las pieles se seleccionan una a una y la costura Goodyear garantiza una durabilidad que pocos pueden igualar. Este cuidado por el detalle ha convertido sus mocasines en un símbolo de lujo artesanal y estilo atemporal.

Aunque el mocasín es su emblema más reconocible —con versiones en piel pulida, ante, cordovan o charol, y con acabados que van desde lo más clásico a lo más contemporáneo—, la colección de Carmina Shoemaker abarca mucho otros modelos que también están en auge gracias al alza del quiet luxury. Entre sus diseños más icónicos destacan:

• Oxford y Derby, el alma de la sastrería elegante.
• Monk straps, con su característico cierre de hebilla.
• Botas Chelsea y Chukka, reinterpretadas con el mismo savoir-faire artesanal.

Cada modelo refleja la filosofía de la firma: combinar diseño clásico, confort y excelencia técnica para crear zapatos que trascienden estaciones y tendencias.

Invertir en unos mocasines de Carmina Shoemaker es la mejor inversión porque sus propuestas combinan tres valores esenciales: Artesanía con legado, cuatro generaciones de zapateros que mantienen viva la tradición mallorquina. Lujo responsable, producción cuidada, materiales sostenibles y durabilidad garantizada. Y diseño eterno, zapatos concebidos para acompañar toda la vida, no solo una temporada.

El 2025 marca un año clave para la casa mallorquina. Carmina Shoemaker impulsa su expansión con la apertura de tres nuevas boutiques propias en Luxemburgo, Londres y Tokio, tres capitales del lujo contemporáneo. Luxemburgo, en Avenue Porte-Neuve, fue la primera en abrir sus puertas en septiembre, consolidando su presencia en el corazón financiero europeo. Londres, con un espacio en Clifford Street (Mayfair), refuerza el vínculo de la marca con la elegancia británica y la tradición del calzado bien hecho. Tokio, en la exclusiva Marunouchi Naka-Dori, completa la trilogía internacional llevando la artesanía mallorquina al epicentro del diseño japonés. Estas aperturas se suman a su red de tiendas en Palma, Barcelona, Madrid, París, Nueva York y San Francisco, proyectando el savoir-faire español hacia nuevos horizontes.