Blanca Llandres ha asistido este fin de semana a una boda en el sur acompañada de su marido, Alberto Herrera —hijo del periodista Carlos Herrera y de Mariló Montero—, luciendo un look de invitada premamá que resume a la perfección su estilo: sencillo, favorecedor y elegante. Un estilismo que llega, además, en un momento especialmente dulce para la pareja, que cuenta los días para dar la bienvenida a su primer hijo, Marcos.
Casados desde el pasado mes de octubre en una emotiva ceremonia celebrada en la iglesia de Santo Domingo de Sanlúcar de Barrameda —un templo único construido en piedra de cantería y con un impresionante retablo barroco del siglo XVIII—, Blanca y Alberto viven ahora una etapa marcada por la ilusión, la calma y la espera. Ese equilibrio vital se refleja también en la forma en la que ella se viste, incluso en ocasiones especiales como una boda. En una de las imágenes que han compartido se ve a su marido besando de forma tierna su tripa de embarazada.
El vestido perfecto para una invitada premamá
Para la ocasión, Blanca Llandres ha elegido el vestido Aina, de la firma sevillana Cardié (149,90 euros), una marca que apuesta por siluetas femeninas, tejidos cuidados y diseños pensados para acompañar el cuerpo de la mujer en distintas etapas. Se trata de un vestido de punto en un sofisticado tono topo —a medio camino entre el gris y el verde—, ideal para bodas de otoño e invierno.
El diseño destaca por su escote palabra de honor, rematado con una banda en el centro, y por un favorecedor frunce lateral que estiliza la silueta y se adapta con naturalidad a su incipiente tripa de embarazada. La falda, de caída fluida, aporta movimiento, mientras que el ligero brillo del tejido eleva el conjunto sin hacerlo excesivo. Un ejemplo perfecto de cómo vestir durante el embarazo sin renunciar al estilo.
Blanca completó el look con zapatos destalonados de tacón, tipo Mary Jane, y un bolso de inspiración vintage, decorado con flores bordadas y cadena de metal envejecido, un guiño sutil al universo granny core que aporta personalidad al conjunto sin robar protagonismo al vestido.
Belleza natural y sin excesos
Fiel a su estética habitual, Blanca apostó por un maquillaje muy natural, con la piel luminosa, rasgos suavemente definidos y labios en tonos neutros. El cabello, suelto, con ondas ligeras y raya lateral, reforzaba esa imagen relajada y elegante que ya se ha convertido en su seña de identidad.
La dulce espera de Marcos
Blanca Llandres y Alberto Herrera atraviesan uno de los momentos más especiales de su vida. Embarazada de su primer hijo, al que han decidido llamar Marcos, la pareja vive esta recta final con serenidad y emoción. El nombre no es casual: rinde homenaje a Marcos Soto Parejo, primo hermano de Blanca y uno de los mejores amigos de Alberto, y significa “guerrero”, una palabra cargada de simbolismo.
Hace apenas unos días, era la propia Blanca quien compartía una imagen de su ecografía por primera vez en redes sociales, acompañada de un mensaje que invitaba a la calma y la confianza: “Qué importante es sentirse tranquila y en las mejores manos”. Una frase que resume a la perfección cómo afronta esta nueva etapa.
Planes sencillos antes de convertirse en padres
Mientras esperan la llegada de Marcos, prevista para el primer trimestre de 2026, la pareja disfruta de los pequeños placeres cotidianos. Recientemente, Alberto Herrera compartía una imagen de una comida improvisada en Sevilla, donde Blanca aparecía sonriente, abrazando su barriga premamá, alrededor de una mesa repleta de platos tradicionales: albóndigas, choco frito, pisto, carne con tomate y solomillo al whisky.
Momentos sencillos que cobran un valor especial sabiendo que pronto serán menos las citas “solo para dos”. Una etapa de transición que ambos viven con ilusión, complicidad y mucha naturalidad.












