Este fin de semana, Jerez de la Frontera ha acogido una de las bodas más esperadas del otoño: el enlace de Manuela Delclaux Domecq y Carlos Andreu Cantarell, celebrado el 22 de noviembre de 2025. Entre los asistentes ha destacado especialmente Rosario Domecq, que ha vuelto a demostrar que dominar el dress code de invitada es un arte. Fiel a su estilo elegante y atemporal, la jerezana ha deslumbrado con un vestido marrón chocolate —uno de los colores tendencia de la temporada— y con un tocado XL, una de las piezas más icónicas de su armario y que ha lucido en contadas ocasiones. Una apuesta sofisticada, rotunda y perfecta para una boda de otoño.
El look: un vestido chocolate impecable y un tocado que marca la diferencia
El vestido elegido por Rosario Domecq es elegante y atemporal. Un diseño marrón chocolate, de manga corta y cuello redondo, con un cuerpo ligeramente ajustado que estiliza sin oprimir. En la cintura, un fino cinturón de piel subraya de manera sutil la silueta, mientras que la parte inferior presentaba un corte asimétrico y una falda con caída fluida, pensada para acompañar el movimiento.
Pero el verdadero golpe de efecto llega con su tocado: una espectacular pieza con plisados en color rosa empolvado, de gran tamaño, con una forma casi escultórica —una espiral suave— y flecos que añaden dinamismo y dramatismo al conjunto. Un diseño imponente, de inspiración clásica pero resuelto con absoluta modernidad, que eleva el look al instante. Este tocado lo lució en 2021, en la boda de Diego Ventura y Rocío Pérez en La Puebla del Rio, Sevilla. En cuanto al beauty look, Rosario ha optado por un recogido desenfadado y un maquillaje extremadamente natural, dejando todo el protagonismo a los elementos clave del estilismo.
El marrón chocolate: el color tendencia del otoño-invierno
El color marrón chocolate es tendencia y Rosario Domecq lo ha confirmado. Era diciembre de 2024 cuando conocimos cuál sería el color estrella de 2025 según Pantone. Bautizado como Mocha Mousse, lo describían como "un cálido y rico tono marrón, nutre con su sugerencia de la deliciosa calidad del cacao, el chocolate y el café, apelando a nuestro deseo de comodidad". Y así ha sido, este tono se ha consolidado como el gran protagonista del otoño-invierno gracias a su capacidad para transmitir calidez, sofisticación y fuerza. Es un color elegante, favorecedor y fácil de combinar, además de ser una alternativa más moderna a los típicos borgoñas, verdes o azul marino que dominan las bodas de invierno. El marrón chocolate funciona especialmente bien con dorados, beiges y tonos avellana, creando una paleta refinada y profundamente otoñal.
Joyas: la magia del 'Serpenti Tubogas' y un brazalete de estilo bizantino
En materia de joyas, Rosario Domecq ha hecho lo que solo las grandes estilistas saben: apostar por piezas maestras sin sobrecargar el conjunto. No ha llevado pendientes, pero sí una joya icónica: el reloj Serpenti Tubogas de Bvlgari, con caja y brazalete de dos vueltas en oro amarillo de 18 quilates y bisel con diamantes talla brillante. Esta pieza, que fusiona dos símbolos históricos de la casa —la serpiente y el diseño Tubogas— es una obra de ingeniería artesanal concebida para imitar la fluidez del cuerpo femenino y las curvas del reptil. Con esfera plateada opalescente y coronada por una rubelita rosa, el reloj añade sofisticación, magnetismo y un brillo muy sutil.
Para completar, Rosario ha llevado un brazalete de estilo bizantino, grande, dorado y salpicado de piedras de colores. Un contraste entre modernidad y clasicismo que ha añadido carácter al look sin competir con el vestido ni con el tocado.
Rosario Domecq: discreta, elegante y con una historia fascinante
Para quienes no la conocen en detalle, Rosario Domecq es mucho más que la esposa de Julián López “El Juli”. Hija de Pedro Domecq y Urquijo y Rosario Márquez Amilibia, pertenece a una de las familias más vinculadas al mundo taurino, el arte y la vida social andaluza. Su infancia entre caballos, fincas familiares y celebraciones tradicionales forjó un gusto por la elegancia funcional y un estilo que con los años ha ido depurando. Su amistad histórica con las hijas de Sandra Domecq, su presencia en eventos de marcas como Dior, su vida familiar junto a El Juli y su faceta como emprendedora en decoración completan el retrato de una mujer discreta, culta y con una sensibilidad estética propia. Una invitada perfecta que, una vez más, ha conseguido firmar uno de los looks más elegantes de la temporada.








