Como cada 19 de noviembre, ayer se celebró el Día Nacional de Mónaco, la fecha más señalada en el calendario de los monegascos y que reúne, año tras año, a los Grimaldi al completo. Los festejos comienzan con un servicio religioso en la Catedral de San Nicolás, y, posteriormente, la familia se dirige al palacio para disfrutar de un desfile militar y cumplir con el tradicional saludo desde el balcón. Por la noche, se celebra un concierto en el que muestran su imagen más impresionante, aunque a esta cita no siempre asisten todos los hijos de los príncipes Alberto, Carolina y Estefanía.
En otras ocasiones, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, que acaban de ser padres por tercera vez, sí han acompañado a los anfitriones, pero, esta vez, decidieron no acudir. Sin embargo, sí que estuvieron en todos los eventos matinales junto a sus dos hijos mayores, haciendo gala, de nuevo, de su impecable estilo. Beatrice es una de las royals más elegantes del panorama internacional, por lo que su look es siempre uno de los más esperados, y este año lo era más aún, ya que se trataba de su reaparición tras dar a luz.
Beatrice no necesitó ir a la gala nocturna para brillar -literalmente- con su estilismo. Como es habitual, confió su diseño a Dior, firma de la que es embajadora y en cuya primera fila de los desfiles es habitual verla. Tras años de estrecha relación entre la aristócrata y la casa francesa, a principios de 2021 se anunció su alianza oficial, la cual surge de una afinidad al compartir valores de elegancia natural, clasicismo, cultura y feminidad. "Esta relación funciona tan bien porque Beatrice encarna una elegancia sobria, comprometida y moderna que casa perfectamente con la identidad de Dior, y su vinculación con la empresa se ve profunda y sincera, no únicamente comercial" señala Paula Callejo, editora de moda en ¡HOLA!
Para este esperado regreso, que coincidía con un evento en el que, de por sí, genera gran expectación y los looks de las asistentes son analizados con lupa, Beatrice quiso apostar sobre seguro: "Es una mujer que demuestra que la zona de confort es siempre una buena opción, y que recurrir a conceptos atemporales no significa ir aburrida" añade. Fiel a esta sofisticación que no pasa de moda, lució un vestido de lana en tono azul grisáceo hecho a medida para ella, una pieza estilo años 50 con cuello a la caja, manga larga y falda midi en línea 'A' que incorpora cinturón en el mismo tejido, detalle que enmarca la silueta y estiliza al máximo.
Aunque ha llevado este tipo de silueta en numerosas ocasiones, incorporó un detalle que, a primera vista, pasó desapercibido, pero que marca la diferencia: "Beatrice une a la perfección la elegancia italiana y el chic parisino, siempre intenta aportar algún toque diferente sin salirse de su característico sello personal. Es imposible encontrar un acto en el que no vaya perfecta. En esta ocasión, optó por unas pequeñas lentejuelas brillantes que salpicaban el diseño de manera muy sutil. El vestido le queda como un guante y demuestra que este tipo de adornos son también para el día, siempre y cuando se luzcan con esta delicadeza".
Para protegerse del frío, optó por unos guantes de piel negra, color que también lució en los zapatos, unos salones clásicos de piel con puntera afilada y taconazo de aguja. Además, como decíamos, Beatrice destaca por su feminidad clásica y su romanticismo, así que no se nos ocurre mejor accesorio para este conjunto que un lazo que corone su moño. Apostó por el que es uno de sus peinados preferidos, un look bailarina que despejaba el rostro y cedía protagonismo tanto a este adorno como a las fabulosas joyas.
Escogió un espectacular conjunto compuesto por unos pendientes de hilera de diamantes en forma de corazón que finaliza en un rubí de la misma talla y un broche -un tipo de pieza poco habitual en ella- a juego. "Sabemos que las royals conocen el poder de la moda como herramienta de comunicación, y es más que habitual que escondan mensajes y homenajes en sus estilismos. Sin duda, ha escogido este fabuloso set a modo de guiño con el principado de Mónaco, ya que los diamantes y los rubíes combinados de esta forma recuerdan a la bandera del país" destaca Paula.
Su evolución de estilo en 2025
Fue precisamente en un desfile de la maison parisina cuando se confirmó su tercer embarazo, ya que posó ante las cámaras en el desfile Crucero 2026 en Roma con un estilismo que mostraba sus incipientes curvas. Desde el principio dejó claro que no iba a cambiar sus looks por el hecho de estar esperando su tercer hijo, y, en todo momento, ha declinado las elecciones típicas y de la ropa premamá, apostando por piezas atemporales y minimalistas.
"Sin perder su juvenil y sofisticado porte aristocrático, Beatrice Borromeo ha sido una premamá inspiradora para las mujeres que huyen del clasicismo. Además, ha magnificado su fuerte personalidad al demostrar sus gustos con vestidos que enmarcaban su silueta bajo el pecho y realzaban su embarazo de forma bella" señala Luis Javier Merino, jefe de moda en ¡HOLA!. "Por otro lado, en esta preciosa etapa de su vida, también ha habido un detalle que, indirectamente, hacía referencia al momento de felicidad ue vivía, pues ha optado por diseños que se realzaban con bucólicos bordados florales muy románticos y que transmitían frescura, delicadeza y mucho afecto" añade














