Esther Cañadas ha vuelto a recordarnos por qué fue —y sigue siendo— uno de los rostros más magnéticos de los años 90. La modelo está disfrutando de unos días de descanso en Marruecos, un destino que mezcla exotismo, calma y estética bohemia, y que ella ha sabido convertir en el escenario perfecto para desplegar un estilo que solo las verdaderas top models dominan sin esfuerzo. Entre playas infinitas, palmeras, paseos en bicicleta y desayunos de película, Esther ha compartido fragmentos de una escapada que desprende calma y varios looks dignos de guardar en la carpeta de inspiración del próximo verano.
Un caftán en tonos violeta para mimetizarse con el paisaje marroquí
La modelo ha lucido un caftán estampado en tonos violeta, blanco y rosa, ligero y vaporoso, muy en sintonía con las arenas cálidas de Marruecos y con ese aire espiritual que siempre desprende la costa del país. La pieza, adornada con un escote en V y detalles de pedrería, juega con la estética resort, pero tiene ese toque sofisticado que convirtió a Esther en una referencia absoluta en las pasarelas internacionales.
Bajo el caftán, la modelo ha apostado por un vestido largo y fluido con un volante sutil, una prenda funcional y elegante que se mueve con ella. La sorpresa del conjunto —y lo que lo hace realmente suyo— son las botas cowboy en color marrón, un contraste completamente inesperado y muy estético que aporta carácter, personalidad y ese punto rebelde que siempre formó parte de su imagen. Como en Marruecos refresca al caer la tarde, ha completado el look con una chaqueta de punto beige, ligera, comodísima y en perfecta armonía con los tonos del paisaje.
Segundo look: verde, metalizados y acentos de color
En otra de sus imágenes playeras, Esther aparece con un caftán verde muy ligero, de manga larga, también con escote en V y detalles metalizados en la parte frontal. Este tipo de prenda, a medio camino entre lo tradicional y lo chic, es perfecto para la costa marroquí: se adapta a los cambios de temperatura, se mueve con el viento y es fotogénica desde cualquier ángulo.
El toque final lo ponen unas gafas de sol con cristales rojos, un complemento que rompe la paleta natural del entorno y da al look un giro contemporáneo, atrevido y muy tendencia.
Un estilo que confirma la fuerza de su regreso
Aunque lleva años retirada de la frenética exposición mediática que la acompañó en los 90, Esther Cañadas ha vuelto a ocupar titulares desde que pisó de nuevo la pasarela en la pasada edición de Madrid Fashion Week. Su aparición fue uno de los momentos más celebrados del evento: misma mirada felina, misma presencia hipnotizante… pero con una madurez que solo suma.
Su escapada a Marruecos —y los looks que ha dejado ver— recuerdan exactamente eso: que su estilo está intacto. Ese equilibrio entre sensualidad relajada, alma viajera y gusto impecable que convirtió a la modelo en un icono global sigue ahí, pero reinterpretado con la calma de una mujer que elige lo que le sienta bien, lo que le inspira y lo que conecta con su propio ritmo.
Marruecos ha sido el escenario… pero la esencia sigue siendo la misma: la de una top que siempre brilla, incluso con un caftán, unas botas cowboy y la luz del atardecer marroquí.









