Si hace solo unos días vimos a la actriz Demi Moore por las calles de Nueva York con su chihuahua Pilaf, este fin de semana la princesa Charlene de Mónaco lo ha hecho con su inseparable Harley en la segunda edición del Rokethon, celebrada el 2 de noviembre de 2025 bajo el Chapiteau de Fontvieille. Alejada de los vestidos de gala y los compromisos oficiales, ha lucido su faceta de “princesa en vaqueros”, con pantalones anchos de estilo años 70, camiseta blanca y una parka camel, color predilecto en otoño de royals como Kate Middleton, la reina Letizia y Máxima de Holanda.
Durante la jornada, que promueve la adopción responsable y la concienciación sobre el abandono animal, Charlene ha compartido un recorrido con los participantes, ha asistido al desfile de perros "adoptables" y se ha reunido con la representante surcoreana de la ONG Last Chance for Animals, reforzando su imagen de monarca cercana y comprometida con causas sociales.
Un look con vaqueros años 70
Para la ocasión, Charlene ha optado por un look que se aleja de la solemnidad de la corte sin perder su sello personal: pantalones vaqueros anchos de estilo años 70 en azul intenso, combinados con una camiseta de punto acanalada blanca y unos zapatos en tono camel. Sobre esta base, la princesa ha lucido una parka de camello cibelinado de Max Mara, corta, con capucha forrada en tejido teddy, cierre frontal con cremallera oculta, grandes bolsillos y cordón en la cintura, rematando el conjunto con un aire cómodo y sofisticado. Este color camel es un básico recurrente en los armarios de figuras como Kate Middleton, la reina Letizia o Máxima de Holanda, consolidándose como una de las piezas más apreciadas por la realeza europea en sus apariciones menos formales.
Aunque hoy resulte natural en actos informales, el uso de pantalones por parte de las mujeres de la realeza, tiene una historia sorprendente. Desde el siglo XVIII, las princesas y aristócratas comenzaron a incorporarlos para actividades al aire libre o montar a caballo, rompiendo con la rigidez de los vestidos y las faldas largas. Con el tiempo, su presencia se mantuvo limitada a contextos prácticos o menos ceremoniales, convirtiéndose en un símbolo de modernidad y pragmatismo. Hoy las royals recurren a los vaqueros en eventos distendidos o solidarios, enviando un mensaje de cercanía.
Compañía canina y actividades del Rokethon 2025
La princesa de Mónaco ha estado acompañada por su chihuahua Harley, de ocho años, que no solo ha aportado un toque cercano y adorable, sino que ha reforzado el mensaje de la jornada: la responsabilidad y el compromiso que implica la adopción y el cuidado de animales. Junto a su hermano Gareth Wittstock, secretario general de su fundación, la princesa ha completado simbólicamente un recorrido de un kilómetro alrededor del Chapiteau, ha participado en el desfile de perros disponibles para adopción y ha visitado los distintos talleres y stands de protección animal. Entre los encuentros internacionales, Charlene se ha reunido con Lee Ji-yeon, representante surcoreana de la organización Last Chance for Animals, aprovechando para conocer los avances de la histórica ley de 2024 que prohibió la cría, matanza y venta de perros para consumo humano en Corea del Sur.
Un gesto de cercanía y activismo
El Rokethon, que se celebra bajo el Fontvieille Big Top, combina actividad física, concienciación y recaudación de fondos. Este año, los fondos se destinarán tanto a la SPA Mónaco, como a las organizaciones Brin de Chance (Niza) y Nos Amis pour la Vie (Marrakech). Sylvia Sermenghi, presidenta de Rokethon, recordó que "un animal no es un objeto: es una responsabilidad, un compromiso y parte de la familia", encapsulando la filosofía que guía la implicación de la princesa de Mónaco desde que asumió la presidencia de la SPA.
El look de Charlene, por tanto, refleja el equilibrio entre elegancia y cercanía, reforzando su imagen de princesa comprometida con causas sociales y con un estilo sencillo y clásico.









