Tras un tiempo de ausencia voluntaria, en los últimos meses Meghan Markle ha vuelto a la vida pública tanto a través de la pequeña pantalla, con su programa de cocina Con amor, Meghan, como en eventos solidarios, galas e, incluso, la prestigiosa semana de la moda de París. Gracias a estas apariciones hemos podido apreciar que el cambio de vida de la mujer del príncipe Harry se ha reflejado también en su armario. Desde que la conocimos, su estilo ha pasado por varias fases que plasmaban el momento que atravesaba, desde los vestidos de fiesta de su etapa como actriz hasta los looks más clásicos, atemporales y sobrios cuando trabajaba como miembro activo de la Casa Real británica.
Tras su mudanza de Londres a Estados Unidos, el protocolo en sus conjuntos se relajó mucho, y comenzó a apostar por prendas 'prohibidas' en palacio, como pantalones de cuero, shorts cortísimos o leggins. Asimismo, cada vez que acudía a una alfombra roja escogía vestidos de alto impacto en colores llamativos, con texturas potentes o volúmenes impresionantes. Ahora, más de cinco años después de aquella gran transformación, Meghan ha vuelto a dar un giro a su estilo, convirtiéndose en la mayor embajadora del lujo silencioso y del minimalismo más absoluto, tanto en cuestiones de ropa como de peinado y maquillaje. ¿Está intentando pasar desapercibida y ceder el protagonismo a los eventos, tal y como hace la reina Letizia? Hablamos con Ana María Chico de Guzmán, diseñadora y experta en protocolo, para analizar junto a ella este fenómeno que tanto está dando que hablar.
"En estos últimos meses hemos visto unos looks visualmente muy potentes que transmiten madurez, atemporalidad, autoridad y misterio" señala Ana María. "Una estética muy depurada que refuerza una identidad elegante, moderna y controlada, creando estilismos con mayor impacto visual que proyectan una imagen con mayor autoridad, más sofisticada y madura".
Una de las señas de identidad de su nuevo estilo es el apostar por la misma tonalidad de pies a cabeza, estrategia que ha repetido en prácticamente todas sus últimas apariciones. "Llevar looks monocolor siempre ha sido parte de su estilo, pero esta vez eleva sus outfits con unas siluetas muy estudiadas y con volúmenes de alta costura utilizando el total black o total white, que marcan un contraste total en cada evento" explica.
El pasado 4 de octubre sorprendió al acudir al desfile de Balenciaga en París Fashion Week y a la posterior fiesta organizada por la firma, dos eventos en los que lució conjuntos similares pero en tonos opuestos: uno blanco y otro negro. "La elección de estos últimos looks busca eliminar la distracción del color para fijar toda la atención en los detalles arquitectónicos de las prendas. Apostando más por la esencia y volumen en lugar de estampados o accesorios decorativos. Estos últimos estilismos transmiten fuerza y una potente reafirmación".
La 'nueva Meghan' cede una gran importancia a los looks sartoriales, y, según Ana María, lo hace con una clara intención: "Un traje de chaqueta femenino transmite profesionalidad y poder. Un buen traje comunica que la persona no está ahí solo para “estar guapa”, sino que tiene algo que decir, un rol serio e importante. Busca infundir respeto hacia el evento, a las personas y al protocolo". Además, añade que recurirr a este tipo de conjuntos significa no fallar nunca "y ella sabe utilizarlo eligiendo los complementos para cada tipo de evento".
Su conexión con la reina Letizia
Al hablar de trajes de chaqueta, es imposible no pensar en la reina Letizia, quien ha hecho de este look uno de los más repetidos de los últimos tiempos, lo que podría significar precisamente ese propósito de poner el foco en su trabajo. "La Reina ha intensificado en los últimos años su uso de trajes de chaqueta, de siluetas marcadas, de hombreras más pronunciadas, cortes rectos y pantalones. Creo que busca que la causa y el discurso del evento sean los protagonistas, y que el look no eclipse el mensaje, pero que comunique, proyectando seriedad, autoridad y profesionalidad" afirma la diseñadora y empresaria.
¿Podría entonces estar Meghan fijándose en doña Letizia al utilizar la ropa para pasar desapercibida sin renunciar al estilo ni a la elegancia? "Creo que sí, en parte" responde Ana María. "No sé si directamente se inspira en ella, pero la Duquesa también utiliza sus estilismos de una manera que logre transmitir un mensaje visual que acompañe su evolución. Quiere plasmar una imagen pública de autoridad, profesionalidad y seriedad huyendo del concepto celebrity y dándole solidez a su presencia en cada evento. Un estilo propio y potente, que hace guiños al glamour, pero con contención".












