La princesa Rajwa de Jordania ha acompañado este domingo a la reina Rania y a su hija, la princesa Salma, en la apertura de la segunda sesión ordinaria del XX Parlamento del país. La ceremonia, presidida por el rey Abdalá II, marca el inicio del ciclo legislativo y contó con el tradicional Discurso del Trono, en el que se establecen las prioridades nacionales y regionales. Rajwa —cada vez más consolidada como digna sucesora del estilo de Rania— ha llamado la atención por un look que combina sobriedad institucional y detalles que reflejan su creciente protagonismo como figura diplomática. Su elección se percibe como un paso más en su consolidación dentro de la monarquía hachemita.
El vestido: con un toque utilitario
La princesa ha optado por un vestido midi en gris, confeccionado en twill con corte camisero y líneas estructuradas que recuerdan a la estética militar. El diseño, de la firma londinense Self-Portrait, dirigida por el diseñador malasio Han Chong, mantiene una silueta precisa, con costuras definidas y sin movimiento innecesario, transmitiendo compostura. El tono gris aporta neutralidad y formalidad, adaptándose al protocolo de la sesión parlamentaria, al tiempo que refleja un estilo más contemporáneo y sobrio, en contraste con el vestido azul cielo elegido por Rania.
El calzado: un icono clásico
Para completar su look, Rajwa ha llevado unos zapatos de tacón slingbacks negros, modelo Vendôme 70, de la firma Saint Laurent. Este zapato, confeccionado en cuero, combina elegancia y practicidad, con un tacón adecuado para recorrer escaleras o desplazarse por el estrado sin perder presencia. La silueta clásica y la línea minimalista del modelo refuerzan la sobriedad de su vestido y aportan equilibrio al conjunto, mientras que el tacón medio ofrece comodidad sin sacrificar sofisticación.
El bolso: personalizado con un detalle especial
Su elección de bolso añade un toque especial al conjunto: se trata de un modelo personalizado de la marca jordana By Sireen, con el nombre de su hija, la princesa Iman, escrito en árabe. Este detalle introduce un matiz íntimo dentro de la formalidad institucional, mostrando cercanía familiar sin alterar la coherencia del look. La pieza destaca por su diseño estructurado y minimalista, complementando la silueta depurada del vestido.
En cuanto a joyas, Rajwa ha mantenido la línea de discreción y refinamiento, combinando piezas minimalistas que no restan protagonismo al conjunto. Sus gafas de sol de carey, aportan un guiño moderno a un atuendo clásico. Su peinado, con la melena ligeramente recogida, y el maquillaje natural, completan un perfil elegante, equilibrado y acorde con la solemnidad del acto.
El papel de Rajwa y conexión con Rania
La aparición de Rajwa junto a Rania y Salma refleja una imagen de continuidad generacional dentro de la monarquía jordana. La soberana ha optado por un vestido de seda azul cielo de corte midi y silueta en línea A, con detalle de lazada en el cuello que añade movimiento y fluidez, mientras que Salma ha elegido un vestido negro de manga corta, más juvenil. La diferencia de estilos evidencia la personalidad y la etapa de cada miembro de la familia, y subraya cómo Rajwa empieza a consolidar un perfil propio, combinando respeto por el protocolo con un toque personal.
La princesa, que recientemente realizó visitas oficiales a Francia y Reino Unido junto a su marido, el príncipe Hussein, ha comenzado a posicionarse como una figura clave dentro de la diplomacia jordana. Expertos en protocolo señalan que su estilo cuidado y medido no solo refleja sensibilidad estética, sino también un entendimiento estratégico de su papel dentro de la Corona. A medida que asume un rol más activo, Rajwa representa un relevo en la monarquía que equilibra modernidad y tradición, consolidando la imagen internacional de la familia real hachemita y dejando claro que su presencia pública va más allá de lo ceremonial.









