La semana de Tamara Falcó ha estado marcada por la presentación del libro de su madre Isabel Preysler, Mi verdadera historia, donde volvió a ejercer como su apoyo más incondicional. Pocos días después, la marquesa de Griñón viajaba a Córdoba, una ciudad con la que mantiene una conexión especial: allí nació su antepasado Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, figura clave en la historia española. En esta escapada, Tamara dejó además un nuevo acierto de estilo con un look otoñal formado por básicos cómodos y versátiles, fácil de adaptar a cualquier armario.
Un look de otoño con básicos y tendencias
El look se articula en torno a una blazer marrón claro de corte oversize, con solapas amplias y doble botonadura, una silueta que recuerda a las propuestas de The Row o Toteme, dos de las casas que han redefinido el concepto del lujo silencioso. Bajo ella, una blusa rosa empolvada con lazada al cuello, reminiscencia directa de las camisas de los años setenta que Phoebe Philo reeditó para Céline y heredera directa de las que Yves Saint Laurent popularizó en los setenta y que esta temporada han recuperado diseñadores como Victoria Beckham o Giambattista Valli. El toque más informal llega con unos vaqueros anchos, pieza clave del armario pospandemia, que aportan una estructura relajada sin perder elegancia.
El conjunto se completa con un bolso de la firma francesa Sézane, el modelo Milo Vintage (290 euros), una pieza de piel trabajada en talleres italianos que encaja en la tendencia actual de los accesorios con aire artesanal y diseño depurado. Sézane, nacida en el París del slow luxury, representa ese tipo de lujo cotidiano que define el nuevo gusto europeo: calidad, sofisticación y un equilibrio entre lo clásico y lo moderno.
En cuanto a los accesorios, Tamara se decantó por unas venecianas planas con ribete burdeos, calzado artesanal que se ha consolidado como alternativa a los mocasines tradicionales. Una reinterpretación actual que viene de la mano de firmas como Flabelus o Cayumas.
“Me encanta volver a Córdoba. Cada rincón guarda historia, belleza y una conexión muy especial para mí… Aquí nació mi antepasado, El Gran Capitán, y me siento profundamente agradecida por llevar en mis raíces una parte de su legado”, escribió la marquesa de Griñón en su perfil de Instagram.
El Gran Capitán, el antepasado que cambió la historia
El Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba (1453–1515), nació en Montilla, a pocas leguas de la Córdoba donde hoy pasea su descendiente. Figura clave en la consolidación del poder de los Reyes Católicos, reformó la estructura del ejército español al introducir la infantería como eje de combate, desplazando a la caballería pesada medieval. Su innovación marcó el nacimiento del ejército moderno y le convirtió en uno de los mejores estrategas de su tiempo, admirado en Italia y respetado en Roma, donde el papa Alejandro VI llegó a concederle la Rosa de Oro.
De carácter disciplinado y con un sentido político agudo, Fernández de Córdoba encarnó el tránsito del viejo orden feudal al Estado moderno. Fue leal a la Corona, religioso y culto, y su influencia llegó a los círculos más elevados del Renacimiento.
El apoyo incondicional a su madre
Solo unos días antes de su escapada cordobesa, Tamara Falcó acompañaba a Isabel Preysler en la presentación de su libro Mi verdadera historia. En esta obra, Isabel recorre su vida pública y privada, sus amores, sus silencios y su papel como una de las mujeres más influyentes de la crónica social española. En los actos promocionales, madre e hija mostraron de nuevo esa complicidad que tanto las caracteriza.









