Este miércoles 22 de octubre era un día señalado en la agenda de Isabel Preysler. La socialité ha presentado en el Hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid su esperada biografía, Mi verdadera historia, unas memorias en las que relata su historia personal y también recuerda momentos que son historia de España. Ha presidido este evento acompañada de una de sus hijas, Tamara Falcó, y ambas han escogido la misma tendencia para la ocasión: el traje de americana y pantalón.
Looks a juego
Madre e hija han innovado para esta gran cita con los medios y, en vez de vestidos de invitada clásicos, han preferido la elegancia moderna del traje. Tamara se ha decantado por el color de supertendencia, el burdeos, con un conjunto minimalista de inspiración oriental de Pedro del Hierro. Por su parte, Isabel, más clásica y sobria, ha preferido un diseño tres piezas (chaqueta, top y pantalón) en gris hielo, un tono elegantísimo que fusiona blanco y azul. Se trata de un look de Giorgio Armani, creador italiano recientemente fallecido. Con esta elección en un día tan importante, Isabel hace su particular homenaje al modisto, igual que la reina Letizia hace dos semanas.
¿Qué transmite el traje hielo de Isabel Preysler?
Escoger un traje de americana y pantalón en vez de unvestido es querer transmitir un mensaje de poder y profesionalidad. Recordemos que este conjunto era exclusivo del armario masculino hasta la aparición de Coco Chanel en los años 30 y la incorporación de las mujeres al trabajo, de forma generalizada, con las dos Guerras Mundiales. En los años 80, "se consolidó como referente de las mujeres ejecutivas que reclamaban espacio en un mundo corporativo dominado por hombres. Era símbolo de seguridad y ambición", nos contaba la diseñadora y estilista Paula Faced sobre un significado que se sigue manteniendo a día de hoy.
Además, la elección del color tampoco es casual. Auque por su nombre parezca que el "hielo" es -solo- sinónimo de frialdad, tiene muchos más matices. En realidad, es un tono que, según la psicología del color, se asocia con la paz y la calma, todo lo contrario que gamas intensas como, por ejemplo, la del rojo (que puede transmitir incluso agresividad).
Además, por su componente blanco, revela pureza y transparencia, mientras que los matices azulados aportan un halo de misterio y profundidad. Como nos contaba Paula Faced, "transmite equilibrio, armonía, tranquilidad y limpieza, y genera sensaciones positivas en el subconsciente". Vestir en tonos claros es una acertadísima forma de dibujarte frente a los demás como alguien elegante, calmado y en quien se puede confiar.
Isabel no ha querido romper la gama gris hielo del traje ni siquiera con los accesorios. Así, ha llevado un bolso de piel trenzada y zapatos en el mismo color. Los pendientes de brillantes también apoyan el simbolismo de todo el estilismo: ambición, paz y misterio; un mensaje perfecto para presentar una autobiografía (y lograr que todos los presentes quieran leerla).