Hay bolsos que completan un look y otros que cuentan una historia. Y este pertenece a ambos grupos. Se trata de una pieza con alma, nacida de la emoción, del recuerdo y la herencia, que celebra la artesanía, la feminidad y la elegancia de lo bien hecho. Y es que detrás de este diseño late la historia de LOLA CASADEMUNT 1981, el nuevo bolso de la firma catalana que rinde homenaje a sus orígenes y a la mujer que lo hizo posible.
En 1981, la diseñadora española LOLA CASADEMUNT empezó a crear a mano lazos y diademas en el sótano de su casa en Cardedeu (Barcelona), sin imaginar que aquel gesto artesanal marcaría el inicio de una historia de moda, familia y pasión. Hoy, cuatro décadas después, su hija Maite Casademunt, presidenta y directora creativa, rescata esa esencia con el que probablemente sea el bolso más especial que ha lanzado la marca hasta la fecha. El modelo LOLA CASADEMUNT 1981 no es solo un accesorio de temporada, es una carta de amor a los comienzos, un símbolo de continuidad y un puente entre generaciones.
© Lola CasademuntEl bolso más personal (y emocional) de la firma
Presentado en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, entre obras de arte y rostros conocidos del mundo de la moda, el nuevo it bag de la temporada logró emocionar incluso antes de salir a la venta. Es un bolso que combina belleza, significado y herencia, una pieza que podría pasar de madres a hijas, de una historia a otra, manteniendo siempre viva la emoción del origen.
Coincidiendo con el 25º aniversario del primer bolso que lanzó la marca, esta creación reúne el espíritu que ha acompañado a la firma española desde sus inicios: pasión, oficio y una visión muy femenina de la elegancia. Disponible en tres tamaños y en varios acabados —entre ellos el animal print, que ya forma parte del ADN de la marca, un tweed clásico y un efecto piel, en diferentes tonos, que se adapta y soluciona cualquier look—, LOLA CASADEMUNT 1981 se inspira en la esencia más pura de la firma. Su diseño y su elaboración artesanal reflejan la importancia del detalle, mientras que cada elemento está cargado de simbolismo.
© Lola Casademunt
© Lola CasademuntTradición, diseño y sostenibilidad
De hecho, cada elemento de LOLA CASADEMUNT 1981 tiene una razón de ser. El asa metálica cilíndrica hace un guiño a los orígenes de la casa, vinculados a la bisutería, y los laterales trenzados evocan aquellos accesorios de pelo que marcaron su nacimiento hace más de 40 años. Todo ello bajo un enfoque sostenible. El bolso se ha confeccionado con materiales certificados y procesos respetuosos con el medio ambiente, reafirmando el compromiso de la marca con una moda más responsable.
Un homenaje que fusiona pasado y presente, tradición y vanguardia. El bolso representa, además, el espíritu que define a la mujer Lola: sofisticada, enérgica, inspiradora y fiel a sí misma. Es una pieza creada para acompañar su ritmo, para adaptarse a diferentes momentos y estilos sin perder su esencia. Y es que, en un momento en el que las tendencias cambian a la velocidad de un clic, la firma reivindica el valor de lo duradero. Esta pieza no es una moda pasajera, sino un objeto que trasciende el tiempo. Pensado para conservarse, para acompañar y para transmitirse, se convierte en un símbolo de continuidad entre generaciones.
Porque el verdadero lujo, como defiende la filosofía de la casa, no reside en lo que brilla, sino en lo que permanece. Cada costura, cada textura y cada acabado reflejan ese savoir faire que ha guiado a la marca desde sus inicios. ¿El resultado? Una pieza que emociona tanto por su diseño como por la historia que encierra.
© Lola CasademuntDeauville como inspiración
El lanzamiento de LOLA CASADEMUNT 1981 se enmarca en la colección Otoño/Invierno 2025-2026, una propuesta inspirada en la elegancia melancólica y sofisticada del noroeste francés. Con Deauville como escenario, la firma reinterpreta la estética marinera-chic con una mirada contemporánea: estampados florales, el icónico animal print, lunares o tonos muy en tendencia como el granate o el buganvilla.
En este contexto, el nuevo bolso actúa como pieza clave de la temporada, reflejando esa mezcla entre fuerza, feminidad y actitud que define a la marca. Un accesorio que, al igual que el resto de la colección, reafirma el carácter aspiracional de LOLA CASADEMUNT, consolidando su posición como una de las firmas españolas con más identidad y proyección internacional.
Con Maite Casademunt al frente de la dirección creativa y la presidencia desde 2018, la firma vive una nueva etapa en la que tradición y modernidad conviven. Es más, mantiene viva la herencia familiar sin renunciar a las tendencias. LOLA CASADEMUNT 1981 sintetiza esa filosofía: mirar hacia adelante sin olvidar de dónde se viene. Sin duda, un bolso que va a ser mucho más que un complemento y promete formar parte de la vida de quien lo lleva y de quienes vienen después. Ideal para heredarse de madres a hijas.
