Apenas una semana después de celebrar su 55 cumpleaños —con nuevo retrato oficial incluido— , Rania de Jordania ha puesto rumbo a Ciudad de México para participar en la Conferencia México Siglo XXI. La Reina ha asistido al evento para hablar sobre la necesidad de repensar lo que verdaderamente define el progreso humano, proyectando su voz con autoridad y sensibilidad, como es habitual en sus intervenciones públicas. Esta aparición coincide además con un momento personal especialmente feliz: la llegada reciente de sus nietas, las princesas Iman y Amina, que según ella, son su motor y su alegría diaria.
© GTRESEn términos de estilo, Rania ha vuelto a demostrar por qué se considera una de las royals mejor vestidas de nuestra época. Ha lucido un traje sastre blanco de Max Mara, compuesto por la americana Esedra de corte sencillo y limpio, y los pantalones Ercole ligeramente flare. El blanco, históricamente asociado a la pureza, la autoridad y la modernidad, ha sido un color recurrente en la moda real: desde la icónica aparición de la Reina Letizia cuando anunció su compromiso con Felipe VI con un traje blanco de Giorgio Armani —diseñador que falleció recientemente, dejando un legado imborrable en la sastrería femenina contemporánea— hasta los trajes minimalistas de Halston o los diseños de Carolina Herrera, que han convertido el blanco en sinónimo de liderazgo femenino.
© GTRESLo que realmente diferencia este look es la blusa Vita de Thierry Colson, en mezcla de algodón y seda, estampada en tonos azules con volantes y drapeados estratégicos en el cuello alto. Esta pieza, que muchos ya consideran la prenda estrella del otoño 2025, rompe con la monocromía del sastre y aporta un toque de feminidad y dinamismo, creando un equilibrio perfecto entre fuerza y delicadeza. La elección de volantes y pliegues sutiles es también un guiño a la historia de la moda europea: desde las blusas eduardianas hasta las reinterpretaciones modernas de Chanel o Valentino, los volantes en el cuello han servido siempre para añadir movimiento sin comprometer la estructura.
© GTRESRania completa el look con stilettos blancos de Christian Louboutin, que refuerzan la línea limpia del traje y aportan elegancia sin distraer del conjunto. El clutch de rafia azul con cadena de Giorgio Armani añade un toque contemporáneo y sofisticado, mientras que el anillo Topaz de Ralph Masri en oro blanco 18kt introduce un detalle de lujo discreto, reforzando la narrativa de autoridad y refinamiento.
© GTRESEl peinado de la Reina, con melena suelta y ondas suaves, actúa como contrapunto perfecto al blanco y al dramatismo de la blusa azul, aportando ligereza y movimiento al conjunto. Esta elección estilística evita que el traje luzca demasiado protocolario y refuerza la frescura y juventud de su presencia, un recurso que Rania domina a la perfección desde hace años.
© GTRESMás allá de la moda, este look también proyecta una narrativa de poder y sensibilidad. El blanco transmite liderazgo, el azul de la blusa aporta sofisticación y feminidad, y la sastrería impecable de Max Mara subraya modernidad y autoridad. Rania de Jordania consigue así convertir cada aparición pública en un discurso visual: la moda como extensión de su mensaje, equilibrando presencia, elegancia y personalidad.
En definitiva, la Reina combina magistralmente la elegancia clásica con un toque contemporáneo, demostrando que incluso en un contexto internacional y académico, un traje blanco puede ser tanto símbolo de poder como de estilo impecable. Cada detalle, desde el blazer estructurado hasta los accesorios, refuerza su posición como icono de moda global, capaz de transmitir autoridad y sensibilidad con la misma naturalidad que sorprende al mundo con su sonrisa y su cercanía.
