Tamara Falcó, que acaba de estrenar nueva temporada de El Hormiguero, ha demostrado una vez más que sabe leer las tendencias. La marquesa de Griñón, convertida en un referente de estilo por su habilidad para mezclar elegancia clásica con guiños contemporáneos, ha presentado un look en el último programa que resume, con sorprendente precisión, cuatro de las claves que marcarán el otoño 2025. Un outfit, que también ha compartido con sus seguidores de Instagram, en el que el color marrón chocolate, el escote bardot, los pantalones anchos efecto piel y la joyería simbólica encuentran un equilibrio perfecto.
El regreso eterno del marrón chocolate
En la moda, los colores cuentan historias. Y el marrón chocolate, tono protagonista en el top de punto palabra de honor de Mango (25,99 euros), es uno de los más narrativos. Si en los años setenta Halston lo utilizaba para dar sofisticación a sus túnicas de Studio 54 y en los noventa Calvin Klein lo convertía en el color minimalista por excelencia, hoy regresa como una alternativa elegante y cálida frente al negro.
No es casualidad que lo veamos de nuevo con tanta fuerza: Phoebe Philo lo consolidó en Céline como símbolo de sobriedad depurada, y en las pasarelas recientes firmas como Hermès, Bottega Veneta o Fendi lo han situado en abrigos, bolsos y vestidos de piel. Tamara lo adopta de manera inteligente en un top entallado, convirtiéndolo en un básico versátil que combina atemporalidad con aire moderno.
Escote bardot
El segundo gran acierto de Tamara es el escote bardot, también llamado palabra de honor. Un escote que, pese a asociarse a iconos como Brigitte Bardot o Sophia Loren, ha resurgido con fuerza en 2025 y seguirá siendo protagonista este otoño. La explicación es sencilla: dejar los hombros al descubierto aporta una sensualidad elegante, nunca estridente, y crea líneas visuales que estilizan el cuello y el torso.
Favorece especialmente a quienes tienen hombros rectos o busto medio, aunque con los cortes adecuados puede adaptarse a casi todos los cuerpos. Este tipo de escote funciona en clave casual —como en el top de punto marrón de Mango— pero también en vestidos sofisticados de noche. No es casualidad que lo hayamos visto en colecciones recientes de Carolina Herrera o en los diseños románticos de Giambattista Valli: el bardot nunca deja de reinventarse.
Pantalones anchos efecto piel: el triunfo del volumen
Si algo confirma el otoño 2025, es que los pantalones anchos ya no son tendencia pasajera, sino uniforme urbano. Los wide leg han desplazado definitivamente a los pitillos, y lo han hecho por su capacidad de alargar ópticamente la figura y aportar comodidad sin sacrificar estilo. Tamara opta por el pantalón de efecto piel de Mango (39,99 euros), con pinzas, corte fluido y forro interior. La elección es brillante: la piel y sus imitaciones han sido símbolos de rebeldía desde los años ochenta, cuando diseñadores como Jean Paul Gaultier los convirtieron en parte del imaginario punk y urbano, hasta los noventa, con Helmut Lang elevándolos a un terreno minimalista y conceptual. Hoy, gracias a los nuevos tejidos efecto piel, la estética se democratiza, sin perder potencia visual.
El resultado es un pantalón elegante, cómodo y con carácter. Frente a la rigidez de la piel tradicional, los nuevos acabados permiten movimiento y ligereza, lo que refuerza su versatilidad. En el caso de Tamara, el contraste entre la suavidad del top de punto y la fuerza del pantalón crea un equilibrio perfecto entre sofisticación y modernidad.
Joyería simbólica: tradición y tendencia
Como broche final, la medalla de la Virgen María de la colección Tamara Falcó x Tous (249 euros) introduce una dimensión personal y atemporal. Fabricada en plata de primera ley con baño de oro de 18 kt y topacios blancos, la pieza no es solo joya, sino símbolo.
La joyería con referencias religiosas ha tenido ciclos de tendencia recurrentes: Dolce & Gabbana construyó en 2012 y 2013 auténticos manifiestos visuales a través de cruces, vírgenes y mosaicos inspirados en la iconografía católica. Sin embargo, en Tamara adquiere otro matiz: refleja sus creencias y su identidad, mostrando cómo una pieza con carga simbólica puede integrarse en un look contemporáneo sin perder vigencia.