Este fin de semana ha tenido lugar el bautizo del hijo de Robert Theodore Getty, hijo de Robert Maximilian y Anna Getty, una ceremonia preciosa e íntima a la que no ha faltado la Familia Real griega. Tanto Pavlos como Marie Chantal de Grecia han compartido en sus redes imágenes de este día tan especial, desvelando, orgullosos, que la madrina del pequeño fue su hija Olympia. Además, gracias a estas fotografías hemos podido descubrir el look de la joven princesa para una cita tan significativa, el cual nos parece, como era de esperar viniendo de un icono de estilo como ella, fabuloso y perfecto para la ocasión.
Apuesta infalible para un look de madrina
Los tonos neutros como el blanco, crudo, arena, champán o marfil, que están prohibidos en las bodas, son, sin embargo, la tendencia preferida de las invitadas a bautizos, especialmente las mujeres que tienen papeles destacados, como madre del bebé o madrina. Es una gama que evoca la pureza e inocencia del pequeño, además, no pasa de moda y combina perfectamente con los trajes de cristianar sin restar protagonismo al homenajeado. Olympia no ha querido romper esta tradición y ha apostado por un diseño en color marfil.
Se trata de una prenda elegante y favorecedora, un modelo con cuello a la caja, manga larga ligeramente abullonada, cuerpo estilo corpiño y falda midi acampanada que pertenece a la firma Gabriela Hearst, una de las preferidas de Meghan Markle. Bautizado como Eshal y confeccionado en Italia, se encuentra disponible a través de la web de la marca por 12.890 euros, por lo que únicamente está al alcance de algunas privilegiadas como la princesa.
Inspiración en las antiguas diosas
Uno de sus puntos diferenciales es el tejido que lo compone, de lana merino decorada con el característico bordado inglés de Gabriela Hearst. Como explican desde la casa, este patrón en espiral evoca "motivos sagrados de fertilidad y regeneración". Añaden que está inspirado en la obra de la arqueóloga Marija Gimbutas, y que busca "rendir homenaje al simbolismo de las antiguas diosas. Con su corpiño contorneado, hombros ligeramente fruncidos y falda evasé con ligero vuelo, la silueta equilibra una estructura escultural con una fluidez femenina".
La princesa ha querido cederle el protagonismo al vestido, prescindiendo de grandes complementos y dejando su melenita rubia suelta, peinada muy natural y con raya al medio. Ha rematado con unas bailarinas a tono de puntera afilada y tira en el empeine con detalles bordados.