Nadie olvida a Carmina Ordóñez (2 de mayo de 1955, Sevilla). La madre de Francisco y Cayetano Rivera, así como de Julián Contreras Jr., fallecía el 23 de julio de 2004 en Madrid, es decir, hace, exactamente, 21 años. Un fatal desenlace que conmocionó a la opinión pública y que convirtió a la sevillana en eterna. Y es que ella, abuela de Cayetana Rivera, no solo era uno de los personajes más cotizados y admirados de la crónica social, sino que su estilo marcó una época a través de unos gustos en moda en los que destacaba una fuerte personalidad más allá de las tendencias del momento, como recordamos a través de sus looks más icónicos.


El vestido de novia en su boda con Paquirri
El 16 de febrero de 1973, Carmen Ordóñez celebró su boda con el torero Paquirri en la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid. Aquel inolvidable día de su primer enlace matrimonial, estaba radiante con un vestido de novia confeccionado en seda natural, de línea princesa, con escote a la caja y bordados de medallones frontales en pedrería, plata y brillantes. Esta propuesta de la firma española Herrera y Ollero la complementó con un llamativo tocado de inspiración lituana a juego, del cual se prendía un largo velo.

Una elegante madrina con mantilla azul
Carmina Ordóñez causó sensación el 23 de octubre de 1998 en la boda de su hijo mayor, Francisco Rivera, con Cayetana Martínez de Irujo en la Catedral de Sevilla. En concreto, y siendo una elegante madrina, lució un vestido azul Klein, con escote en V muy profundo, cintura marcada, doble capa drapeada en la falda y mangas de encaje. Sin embargo, lo que llamó especialmente la atención fue su mantilla también en azul, que desafiaba los códigos tradicionales.

Una boda de otoño en Gijón
Rompiendo con los colores clásicos de las madrinas, Carmen Ordóñez impactó en la boda de su hijo mediano, Cayetano Rivera, con Blanca Romero en la iglesia de San Pedro de Gijón (Asturias) el 26 de octubre de 2001. En concreto, llevó un vibrante vestido de color fucsia de Valentino, que acompañó de una chaqueta de tonalidad más intensificada. En esta ocasión, en lugar de mantilla, optó por lucir un tocado de tul con motivos florales.

Una mamá primeriza con tonos edulcorados
El 3 de enero de 1974, Carmina Ordóñez se convertía en madre primeriza con el nacimiento de hijo Francisco Rivera. En la imagen, podemos verla junto al recién nacido y su marido, el torero Paquirri. La dulzura se apoderó de su look al optar por un cómodo vestido rosa con brocados florales y batín a juego.

Una madre orgullosa
Sus tres hijos siempre han sido su mayor orgullo y, con ellos, ha compartido momentos significativos. En la imagen, podemos verla junto a todos ellos durante el acto de graduación del servicio militar del mayor, Francisco Rivera, en 1994 en Cádiz. Carmina luce de forma muy elegante un conjunto azul con detalles en blanco, compuesto por chaqueta de hombros realzados y minifalda.

Un vestido muy juvenil para ir de comunión
A principios de los 90, su hijo pequeño, Julián Contreras Jr., celebraba su Primera Comunión. Acompañándole, no faltó Carmina Ordóñez que innovó con un look de invitada muy juvenil con un minivestido de cuerpo drapeado y minifalda de volantes con ribete en naranja, que adelantaba la tendencia del tenniscore tan de moda en la actualidad. Como calzado, lució unos cómodos Mary Jane. Además, símbolo de su imagen más desenfadada, llevó una pulsera en su tobillo derecho.

Enamorada de Marruecos, un país que influyó en su estilo
Además de en España, y sobre todo en Madrid y Andalucía, Carmina Ordóñez encontró su lugar en Marruecos. Marrakech y Tanger se convirtieron en su hogar y su imagen se vio influencia de forma evidente por la cultura del país. Túnicas, colores contrastados y turbantes definieron su imagen más étnica. En la fotografía, podemos verla en un posado en la década de los 90.

Su querida Romería de El Rocío
La tradición andaluza transformaba su imagen durante el peregrinaje de El Rocío. A ella, le gustaba disfrutar de esta romería en Almonte (Huelva) y vestía acorde con la situación: traje de volantes muy cómodo, calzado apto para caminar largas jornadas y complementos acorde. En la imagen, podemos verla cruzando el río Quemala en 1995.

Pasión por los chales y fulares
Hay quien encuentra en los sombreros el complemento que acompaña a su imagen más personal, pero Carmina Ordóñez opto por los fulares y chales para unificar sofisticación, pero desenfado, a sus looks. En la imagen, podemos verla posar en Tanger en 2001 con un modelo en tono crudo que combina con un chaleco de punto blanco con cuello vuelto y pantalones vaqueros.

Un armario repleto de colores vivos
Algo que definía (y mucho) el estilo de Carmina Ordóñez era su pasión por los colores vivos, como demostró en la boda de sus hijos mayores, Fran y Cayetano. De todos, el naranja marcó memorables looks y, gracias a él, realzaba mucho más su piel bronceada y la tonalidad del negro azabache de su pelo.

Posados exclusivos
A Carmina Ordóñez le acompañaban las exclusivas que se traducían en posados emblemáticos e inolvidables. Sus momentos vitales más significativos, sus veranos… La sevillana abría su corazón y nos daba lecciones de estilo con las imágenes que inundaban las revistas del momento. En la fotografía, podemos verla posar en Marruecos con un bañador estampado con motivos en su color favorito, el naranja, y pareo a juego, que anuda con elegancia.

Llevaba como nadie los vaqueros
Un básico que acompañó a Carmina Ordóñez fueron los vaqueros. Los pantalones denim definieron sus looks en multitud de ocasiones, sintiendo predilección por los de tiro alto y en color azul oscuro. Así, lo podemos comprobar en esta fotografía en la que posa junto a su segundo marido, Julián Contreras, y dos de sus hijos, Cayetano y Julián. Para combinarlos, luce un top blanco con estampado de silueta de cabezas de caballos, cinturón étnico y zapatillas blancas.