Como se había anunciado, Kate Middleton y el príncipe Guillermo están teniendo gran peso en la histórica visita de Estado de Emmanuel y Brigitte Macron a Reino Unido, la primera de un líder europeo al país tras el Brexit. Los príncipes de Gales han sido los encargados de recibir a la pareja presidencial en la base aérea de Northolt, desde donde se desplazaron a Windsor -el centro de la celebración debido a las obras en Buckingham- para encontrarse con el rey Carlos III y la reina Camilla. Los looks de Kate siempre generan gran expectación, especialmente si se trata de actos señalados como el de hoy, y la princesa ha vuelto a brillar con un estilismo totalmente fiel a su esencia: tonos empolvados, falda midi, cinturón que realza la figura, perlas y tocado lateral.
La princesa de Gales explicó en una ocasión que siempre viste a sus hijos con tonos neutros y diseños atemporales para que, en el futuro, se vean las fotos y no parezcan "pasadas de moda". Basta echar un vistazo a su armario para comprobar que no solo sigue esa estrategia con los pequeños, sino que también se la aplica ella misma. Es cierto que sabe adaptar las tendencias a su estilo personal, pero, habitualmente, en reuniones importantes y citas señaladas que van a generar titulares en todo el mundo, como ocurre hoy, prefiere llevar conjuntos clásicos, pero no por ello menos interesantes.
Inspiración fifties
Kate se ha inspirado hoy en una de las épocas más sofisticadas de los últimos tiempos, los años 50, optando por un traje dos piezas en tono nude que potencia al máximo su figura. Está compuesto por una chaqueta entallada de solapas que se ciñe a la cintura, prenda con solapas y botones frontales a tono, y una falda midi confeccionada en un tejido ligero rematado por un fino velo de red que aporta un aire romántico al caminar, como si de una bailarina se tratara.
Guiño a la moda francesa
En homenaje a sus invitados, la Princesa ha apostado por primera vez por Dior, una de las casas de moda más famosas de Francia. De esta manera, sigue los pasos de otras royals y primeras damas como la reina Letizia, Máxima de los Países Bajos o Melania Trump dando voz a moda del país con el que se reúne. La citada inspiración fifties es tal que ha lucido la prenda más representativa de la marca, la chaqueta Bar creada por el propio Christian Dior en 1947. Su diseño, con cinturilla ceñida, hombros suaves y caderas voluminosas, celebró las curvas femeninas tras la austeridad de la posguerra. Tal es la influencia de esta creación que se ha reinterpretado cientos de veces en diferentes colores, texturas y acabados, y continúa siendo un auténtico emblema.
Como es habitual en este tipo de citas, ha completado el look con un tocado, en este caso un diseño ladeado que se encuentra a medio camino entre el platillo y la pamela realizado en rafia del mismo color que el traje y decorado con un lazo que termina de aportar ese toque romántico y delicado al más puro estilo bailarina. Bajo él, ha dejado su larguísima melena suelta, desafiando los códigos de protocolo tradicional, y peinada a un lado con ondas marcadas.
En cuanto a los accesorios, ha abogado por el minimalismo con unos salones de ante, un par de puntera afilada y tacón de aguja, a tono, así como un bolsito de mano estilo sobre con cierre de twist metálico.
Como joyas, ha recuperado un set de perlas que ya le habíamos visto antes, un conjunto conformado por un collar de tres vueltas y pendientes colgantes estilo vintage rematados por una perla en forma de lágrima.