La infanta Elena ha reaparecido este jueves, en clave oficial, para presidir la 34ª edición del Concurso de Pintura Infantil y Juvenil para Centros Escolares, acto celebrado en el Palacio Real de El Pardo (Madrid). Se trata de un certamen que busca que niños y jóvenes, en etapa escolar, puedan acercarse a la historia y contenido de los Reales Sitios de Patrimonio Nacional a través de la expresión artística. Un acto que ha servido como oportunidad para que la hermana mayor del rey Felipe VI vaya más allá de su zona de confort en términos de indumentaria y haga gala de su pasión por los sombreros.
Si bien es cierto que el armario de la infanta Elena acostumbra a estar dictado por básicos de fondo de armario sobrios (aunque, en ocasiones, sorprenda con piezas de estampados vibrantes), esta vez, ha innovado con su faceta más creativa, regalándonos un look que pondrá de acuerdo a clásicas y modernas. Hablamos de un estilismo liderado por un pantalón plisado de carácter fluido con print tipo patchwork en distintos matices de azul.
Una propuesta arty de efecto denim que la madre de Victoria de Marichalar ha combinado con chaqueta cropped en azul medianoche con cuello de camisa, mangas tres cuartos con detalle remangado y botonadura frontal. En lo que a calzado se refiere, la infanta Elena se ha decantado por un calzado tan sofisticado como cómodo: unos salones en piel negra con tacón sensato, idóneo para jornadas en las que se busca ir a la última sin tener que prescindir de una funcionalidad más que necesaria.
El original broche de la infanta Elena
Pero si existe un complemento que no ha pasado para nada desapercibido al tratarse de una revelación de la infanta Elena ha sido el broche que ha elegido para dar un toque original a su look. Nos referimos a un sombrero minúsculo que ha llevado en la solapa izquierda. Un modelo con estampado de cuadros en blanco y negro, adornado con cinta amarilla, que, sin duda, ha sido otro de los focos de atención de la apuesta.
No es de extrañar que la hija mayor de los reyes Juan Carlos I y doña Sofía haya sucumbido ante el mismo, dado que, con los años, ha convertido dicho accesorio en su seña de identidad más absoluta, creando una extensa y significativa colección: de su histórico Fedora de Max Mara a sus pamelas de grandes dimensiones, pasando por esta nueva (y pequeña) joya.