El 17 de mayo de 2025 se celebra en Basilea (Suiza) la gran final de Eurovisión. Desde España, nuestra candidata Melody ya está preparada para arrasar con Esa diva, canción ganadora del Benidorm Fest 2025 y por lo tanto, representante oficial de España en esta edición de Eurovisión. El festival es conocido por su larga trayectoria musical, pero además de eso, por sus increíbles looks. Cientos de concursantes estudian durante meses sus propuestas creativas y eso incluye sus estilismos, una parte crucial de la puesta en escena. ¡Te mostramos los looks más impactantes que han pasado por el concurso europeo!

La chaqueta con 50.000 cristales de Chanel (2022)
El 14 de mayo de 2022 España fue representada por Chanel, la cantante que hizo que nuestro país volviera a tener el papel que se merecía en el festival. Su canción, SloMo, fue alabada por todos, y su look también recibió buenas críticas. Del diseñador Palomo Spain, Chanel lució un body y una chaqueta torera decorados con más de 50.000 cristales de Swarovski. Se convirtió en el diseño más caro de la historia de España, con un valor estimado entre 30 y 45.000 euros.

Los conjuntos de cuero de Maneskin (2021)
2021 fue el año de Maneskin, el grupo italiano que ganó el certamen de ese año, y no es para menos, pues tanto como con su canción, Zitti E Buoni, como con sus looks, demostraron al público que la originalidad acaba ganando. Los artistas lucieron diseños de Etro, firma italiana conocida por sus diseños bohemios. Para la actuación, el grupo optó por la sensualidad y la estética rockera, dos aspectos que les hicieron consolidarse como los más arriesgados de la edición.

Elina Nechayeva y su look con 'videomapping' (2018)
En 2018 Elina Nechayeva representó a Estonia, y aunque su puesto final no fuera todo lo alta que les hubiera gustado (quedó octava), su look fue uno de los mejores indiscutiblemente. El vestido de la representante aplicó el videomapping, una técnica que proyectaba imágenes sobre su vestido y que costó 65.000 euros.

El mono 'Fuego' de Eleni Foureira (2018)
La representante de Chipre, Eleni Foureira, quedó en segundo lugar en la edición de 2018, por detrás de la israelí Netta con su propuesta Toy. Aunque Foureira no se llevara el oro, su canción Fuego se convirtió en el hit del verano. La actuación fue impecable, usó un mono ceñido con 590.000 cristales Swarovski y lo acompañó con una chaqueta corta de cuero, al más puro estilo Beyoncé.

El guiño a Rihanna de Barei (2016)
En 2016, la representante de España, Bárbara Reyzábal González-Aller —más conocida como Barei—, optó por un especial atuendo para su actuación: una camiseta de baloncesto sin mangas cubierta de lentejuelas. El diseño resultó familiar para algunos espectadores, ya que recordaba a uno que había lucido anteriormente Rihanna. Según explicó el estilista de Barei, se trataba de un guiño deliberado a la estrella del pop, una de las grandes inspiraciones de la cantante madrileña. No obstante, ni Barei ni su equipo revelaron el origen del conjunto.

Las transparencias de Iveta Mukuchyan (2016)
Armenia apostó en 2016 por la modelo, actriz y cantante Iveta Mukuchyan. Fue uno de los looks más comentados de la gala debido a las transparencias y al patrón de la pieza, que se compuso de un body y una capa larga. Completó el look con unas ondas en el pelo al estilo Old Hollywood.

El look de Nina Kraljic que no gustó (2016)
La representante croata de 2016, Nina Kraljic, fue la ganadora del premio Barbara Dex, otorgado al concursante con el peor vestuario del concurso. Lució un diseño futurista con mangas extra largas que combinaba el color blanco con el metalizado.

Samra y su 'mono Britney' (2016)
Azerbaiyán apostó por Samra en 2016, la cual eligió un mono al más puro estilo Britney Spears. La candidata apostó por este diseño que combinó el tejido de malla dorado con unos tacones en el mismo tono.


Los dos looks de Edurne (2015)
Amanecer fue la canción con la que Edurne se presentó al festival de Eurovisión en 2018. Aunque las votaciones no estuvieron de nuestra parte, lo cierto es que la vestimenta de la madrileña fue todo un éxito. Después de Chanel, los looks de Edurne son considerados más caros de la historia de España en Eurovisión. Fueron diseñados por José Fuentes, y el primero se trató de un vestido rojo con capa, mientras que el segundo tenía un tono verde agua, perlas y cristales bordados. Lució los dos en la actuación, pues quiso sorprender al público cambiando de repente el look. El coste total de los vestidos fue de 15.000 euros.

El cambio de vestido de Ruth Lorenzo (2014)
2014 fue un año polémico en cuanto al vestido de Ruth Lorenzo. En principio, la murciana tenía que lucir un diseño de la modista Ana Martín para interpretar la canción Dancing in the rain, pero 24 horas antes hubo un cambio de planes. Tras varios ensayos, se dio cuenta de que las luces y la puesta en escena de la actuación anulaban completamente el vestido, por lo que decidió apostar por otra pieza, esta vez de Karim Design en Copenhague, ciudad anfitriona del evento. Ruth Lorenzo aclaró que el vestido era "una joya y Anmargo hizo un trabajo espectacular, pero no era el momento adecuado para llevarlo", calmando así todos los esenarios polémicos que se imagianron.

Conchita Wurst y Jean Paul Gaultier (2014)
Conchita Wurst fue la candidata que Austria eligió para 2014, y la que ganó el concurso. Su diseño fue creado por Jean Paul Gaultier, firma para la que luego desfiló en la Alta Costura. Su imagen fue lo más sorprendente de la edición, pero su voz y su talento para la música hicieron que se posicionara como la mejor de todo el concurso con la canción Rise like a Phoenix.

La elegancia clásica de Pastora Soler (2012)
La icónica Pastora Soler actuó en 2012, con la canción Quédate conmigo. Para la ocasión, eligió este vestido de su diseñador de confianza, Cañavate, con escote asimétrico y color azul celeste.

La aparición de Dita Von Teese (2009)
El grupo que representó a Alemania en 2009 fue Alex Swings Oscar Sings, pero contó con la recordada y aclamada intervención de Dita Von Teese, diva del Burlesqu. Aunque al principio fue censurada con un mal plano televisivo y una mala iluminación, al final de la actuación obtuvo mayor protagonismo mostrándose con un corsé negro, medias de rejilla y tacones de aguja.

ABBA y el 'boho' de los años 70 (1974)
ABBA marcó un antes y un después en el panorama musical pero también en Eurovisión. El grupo sueco actuó en 1974 con la canción Waterloo, un hit mundial que sigue siendo una escuchado 50 años más tarde. A partir de su actuación, ya no solo se valoraron las canciones, sino que los looks y el show pasaron a ser clave para ganar el concurso. Sus atuendos fueron diseñados por Inger Svvenke, que aportó originalidad y locura con botas de plataformas, faldas asimétricas, tejidos metalizados, volantes y un sin fin de elementos que hicieron que la actuación fuera una de las más recordadas de la historia

Una romántica Olivia Newton-John (1974)
Cuando Olivia Newton-John aún no había saltado a la fama con Grease, participó en Eurovisión, en la misma edición que ABBA. Lució un vestido de volantes y gasa de color azul que acompañó a la canción Long Live Love. A pesar de que el vestido no fue el favorito, su voz y su carisma hicieron que la británica quedara la cuarta.

El look de la suerte de Salomé (1969)
Vivo Cantando fue la canción que la española interpretó en la edición de 1969, la melodía y el compás de Salomé fueron eternamente recordados, pues se hizo con el oro. En cuanto al look, el mono fue diseñado por Manuel Pertegaz, y su peso era de 14 kilos, dato que inspiró la leyenda que cuenta que cada vez que la cantante hacía un paso brusco se quedaba casi sin aire.

El vestido francés de Massiel (1968)
1968 siempre será recordado como el mejor año, junto con 1969, para España en Eurovisión. Para la edición de ese año, el primer elegido fue Joan Manuel Serrat, pero como no se permitía cantar en catalán, el artista se negó a ir. En su lugar, fue Massiel, que defendió la canción La, la, la y no solo eso, sino que se hizo con la victoria. Para la ocasión, lució un vestido de Courrèges, con margaritas y de color blanco, que costó un total de 49.000 pesetas.