Te revelamos los secretos de la 'top model' Irina Shayk

Recogemos todo aquello que no sabías de la polifacética modelo rusa, que se ha convertido en una de las mujeres más 'sexys' del planeta

Por Rocío Jiménez

Irina Shayk se ha convertido, por méritos propios, en uno de los rostros más conocidos del mundo de la moda. Celosa de su vida privada, esta top se ha labrado una carrera profesional envidiable desfilando para grandes firmas, protagonizando cientos de portadas de revistas e incluso probando suerte en el mundo del cine con la película Hércules (2014). Pero más allá de su trayectoria laboral, ¿qué sabes de ella? A continuación hacemos un repaso de las pequeñas pinceladas que ha ofrecido la actual pareja de Bradley Cooper a lo largo de estos años.

Irina Shayk, una mujer fuerte y misteriosa

Comenzamos por los orígenes de esta increíble top. Su verdadero nombre es Irina Valérievna Shaykhlislámova, pero decidió acortar su apellido debido a lo complicado que resultaba leerlo. Nació en un pequeño pueblo de Rusia, Emanzhelisk, lugar que como ella misma definió está “en medio de la nada y en donde no hay nada que visitar salvo las minas de carbón”. Sus espectaculares rasgos son fruto de la ascendencia tártara de su padre de quien, además, heredó esa tonalidad de piel oscura, rasgo que odió durante su adolescencia por ser motivo de burla entre sus compañeros. Hoy en día, sin embargo, unido a sus grandes ojos azules, le ha convertido en una de las mujeres más sensuales del mundo. La persona a la que más quería de toda su familia era su abuela quien fue agente de inteligencia de la Armada Roja de Stalin.

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Aprendió a tocar el piano desde pequeña gracias a que su madre era profesora de música, pero esta disciplina no era para ella. Shayk prefería la literatura y la escritura, tanto es así que escribía sus propios cuentos y hoy día todavía escribe poemas cuando está triste. Su autor favorito era y es Dostoyevski. Tampoco estaba entre sus planes convertirse en modelo. Fue descubierta por un cazatalentos al acompañar a su hermana Tatiana, dos años mayor, a una agencia de belleza. Tras esto ganó el certamen de Miss Cheliabinsk, capital de la región en la que vivía, y fue entonces cuando lo tuvo claro y decidió marcharse a París en busca de una oportunidad en esta complicada industria. No tenía dinero y no hablaba francés o inglés.

En 2011 se convirtió en la primera modelo rusa en figurar en la portada de la edición especial de trajes de baño de Sports Illustrated y desde ahí su carrera sufrió un ascenso meteórico. Entre sus logros también está haber sido la primera top en desfilar embarazada para Victoria’s Secret.

Esta veterana imagen de Intimissimi no cree en la cirugía plástica por lo que nunca se ha sometido a retoques. Cree que las mujeres deben amar sus cuerpos tal y como son. “Al final se trata de tener confianza y amar tu cuerpo tengas la talla que tengas”, ha señalado la modelo. Eso sí, practicar deporte es fundamental para mantenerse en forma y por eso ella entrena unas cuatro veces a la semana. Entre sus otros secretos beauty encontramos uno comúnmente utilizado: pasar un hielo por la cara y el cuello, hábito que tensa la piel y que se ha convertido es una buena forma para despertarse.

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