¿Es beneficioso tener mascota si estás embarazada?

Cuando tu vida va a dar un giro total, nos planteamos si es el momento adecuado para convivir con una mascota

Por David Navarro

Ante un embarazo todo nuestro mundo se prepara para el acontecimiento que probablemente cambiará nuestra vida de la forma más increíble y definitiva posible, especialmente si eres primeriza. Esto nos hace barajar muchas variables que hasta ahora veíamos como inamovibles. Sabemos que la casa cambiará, pero también lo hará nuestro tiempo y disponibilidad. 

El fantasma de la toxoplasmosis no solo te priva del sushi

Uno de los miedos que en ocasiones pueden surgir de cara a tener mascotas durante el embarazo consiste en comprometer nuestra salud o la del bebé teniendo mascota. Contraer toxoplasmosis es uno de los temores principales pues como sabes, durante el embarazo se debe evitar ingerir pescado crudo (lo que implica decir “hasta luego” a parte de la cocina japonesa), jamón serrano o entrecots de ternera poco hechos. La fruta debe estar escrupulosamente bien lavada y tener cuidado con los gatos. ¿Qué culpa tienen los gatos? 

Todas estas medidas tratan de prevenir la toxoplasmosis, que es una enfermedad que se transmite de los animales a las personas y que está provocada por un parásito que encontramos en la carne cruda, la piel de algunas frutas y las heces de los gatos. Otros animales también pueden transmitir esta enfermedad en sus heces, sin embargo es la de los gatos la que mantiene mayor peligro, pues permanece en ella una versión mucho más activa de la que se transmite en perros, de hecho en los canes el rastro de toxoplasmosis es casi inofensivo.

Una de las dudas más comunes en embarazadas es, ¿si los gatos transmiten esta enfermedad con sus heces, como es que no estamos comúnmente infectados, estemos embarazadas o no? Lo cierto es que se trata de una enfermedad que pasa desapercibida si tenemos un sistema inmune a pleno rendimiento, como mucho podríamos notar unos efectos similares a una gripe. En el caso de las embarazadas no es un riesgo para ellas, sino para el feto, pues se transmite por la placenta y éste no tiene defensas contra el parásito. Por este motivo el contacto con gatos debe tenerse en cuenta durante la gestación.

Pero existe una solución muy sencilla. Al igual que estando embarazada hay muchas cosas que dejarás de hacer, como comer sushi o cargar con peso, durante este tiempo debes evitar recoger las deposiciones de tu gato o perro. Necesitas que otra persona se ocupe de la higiene de las mascotas, y debes tomar esta regla como un mantra o, si no, extremar las medidas de seguridad: utilizar guantes y lavar tus manos siempre, no solo tras recoger deposiciones en la calle o limpiar el arenero, también al tener contacto con el animal en casa o tocar sus juguetes.

Por último, considera que las mascotas no accedan a la cocina durante el embarazo. De la misma manera que la normativa alimentaria de cafeterías y restaurantes prohíbe que las mascotas estén presentes en locales donde la cocina está abierta, en tu caso debes limitar que tu mascota entre en el lugar donde están los alimentos y se preparan. Esto es especialmente complejo a veces con los gatos (con esa costumbre tan felina de saltar sobre la encimera), y más si tienes una comida diáfana abierta al salón. Además, extrema la atención al calendario de vacunación del animal, así como a sus métodos de desparasitación.

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El beneficio de los gatos: placer calmante

No hay nada más natural que vivir tu gestación junto a tus mascotas, pese a las precauciones de higiene, tu perro o gato aportan muchos beneficios que compensan la atención de más que te requerirán. ¿Sabías que el ronroneo de los gatos tiene importantes beneficios para tu salud? Y probablemente en el periodo de embarazo estos se agudizan. 

Notarás que durante la gestación no sólo estás más perceptiva a sonidos, emociones y sensaciones, sino que tu conexión con tus mascotas puede agudizarse profundamente, y entre los signos de comunicación felina el ronroneo probablemente lo comprendas como nunca antes. Este sonido es emitido por el gato en forma de vibraciones de entre 20 y 140 Hz, y están diseñadas para generar bienestar, comunicando paz y equilibrio. Razón por la que producen este sonido al estar plácidos y agradecidos, generalmente por las caricias, pues significa “no pares de acariciarme, y yo seguiré ronroneando”. 

Se ha demostrado que la percepción del ronroneo calma y ayuda a que las personas que sufren tanto de problemas de salud mental como de afecciones físicas sientan cierto confort al percibir estas ondas. En pleno embarazo, con los sentidos a flor de piel, la conexión con tu gato se intensificará.

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Amor sin pausa

En una etapa de tu vida en la que todas las semanas sufres profundos cambios físicos y hormonales que afectan a tu humor y estabilidad mientras ponen a prueba tu cansancio físico, mental e incluso tu nivel de atención: sentirte acompañada, querida, protegida y cobijada es una de las mejores sensaciones. Los animales, y muy en concreto perros y gatos tienen muy claro que su supervivencia está ligada a la de los seres vivos con los que conviven y que consideran de su “manada”. Por ese motivo no nos pierden de vista y se muestran curiosos y cariñosos con nosotros, y más durante el embarazo.

Tener mascotas durante este periodo significa tener dos ojos puestos en ti a cada minuto, intensificando lazos, apoyándote en silencio, comprendiendo tus cambios de humor o la comprensible frustración por los cambios bruscos en tu cuerpo y en tus facultades. Las mascotas tornan su comportamiento a una versión más suave cuando perciben tu embarazo, tratan de caminar a tu alrededor con mayor cuidado (no siempre, tenlo en cuenta) y van desarrollando su curiosidad innata al ver crecer tu barriga, no es extraño que coloquen su cabeza en ella para percibir qué está ocurriendo en tu interior y que capten tus emociones aun mejor de lo que las parecían comprender antes.

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