Razones por las que tu gato maúlla (y tú sigues sin comprender)

Pocos animales hay más comunicativos que los gatos, aunque tienen fama de reservados, cuando maullan pueden ser un libro abierto.

Por David Navarro

Aunque popularmente se suele pensar que los gatos no tienen muchas intenciones comunicativas con los humanos, si vives con un felino como mascota sabes que se integran perfectamente en la familia y que forman parte de la casa como un familiar más, incluso hablando. Los gatos han desarrollado el maullido únicamente para hacerse entender por los humanos, entre ellos no maúllan. Científicamente se ha determinado que desde muy pequeños identifican nuestra forma de hablar, y tratan de imitarla para llamar nuestra atención.

Por tanto, cada vez que tu gato maúlla es porque pretende transmitir un mensaje. Sin embargo, no existe una diferencia significativa entre los distintos tipos maullidos, es difícil comprender qué quieren decir. No son palabras, ni siquiera fonemas concretos. Como ocurre con los perros y su ladrido, las notas de estas melodías no son especialmente variadas ni se identifican por su tono, aunque es cierto que hay matices. 

El contexto es lo que nos dará una idea de qué nos quieren decir. El gato maúlla para llamar la atención sobre situaciones. Es decir: utiliza el sonido para que pongas atención y pienses ¿qué se espera de mí? De alguna forma, el maullido tiene el mismo objetivo que tú tienes cuando nombras a tu gato. Los animales, bien sean gatos o perros, no son conscientes de que su nombre signifique nada concreto acerca de su individualidad, sino que para ellos el nombre que les das significa “atención”, y cuando lo escuchan piensan “¿qué se espera de mí?” Por tanto, desde un punto de vista etológico, el maullido tiene la misma función que el nombre, te llaman para que te preguntes en qué puedes ayudarles.

Leer más: Manías y comportamientos extraños de los gatos (y su explicación)

Maullidos positivos

Cuando llegas a casa los gatos no son muy proclives a demostrar la misma algarabía que los perros, pero muchas veces salen de su escondite, y maúllan. Aparentemente están diciéndote “hola”, y sin embargo hay un matiz en esa bienvenida. Lo que el gato realmente está diciendo es “veo que ya estás en mi territorio, tomo nota”. Son tremendamente territorialistas, y muchos de sus actos están ligados a mostrar beneplácito acerca del uso que das al que consideran su espacio: toda la casa.

Cuando el gato es todavía un bebé, notarás que maúlla mucho. De hecho, si echamos la vista atrás podemos reconocer fácilmente en nuestra memoria el agudo maullido de los gatitos. ¿Cual es el motivo de que maúllen tanto siendo tan pequeños? Cuanto menos referentes felinos haya a su alrededor, más maullarán, porque estarán calibrando cúal es el funcionamiento social de la camada, y si nos convertimos en su referente como “madre” y utilizamos la voz para expresarnos, él lo intentará. Y lo hará para decir “¡cuídame, no me olvides!”.

Puedes reconocer que cuando el maullido es más bien meloso, esa dulzura se está refiriendo al deseo de recibir mimos. Tal vez es la mayor diferencia en el tono sobre el resto de maullidos, cuando quieren cariño lo hacen con una exigencia menor, más dócil y mostrando más vulnerabilidad. De por sí los gatos no muestran su deseo de cariño a otros gatos por medio de maullidos, sino que dentro de su relación de intimidad logran transmitir ese deseo o necesidad sin hablar, mediante el contexto y los gestos. Sin embargo, con humanos lo hacen, porque recibir cariño por parte de sus humanos de confianza es una costumbre adquirida, una vez que lo prueban quieren más, porque les hace sentirse relevantes en la jerarquía doméstica, esto acrecienta su sensación de ser los “dueños del territorio”.

Otro maullido muy popular entre los gatos es el nocturno, mucho más indeseado por sus dueños. Si por la noche no paras de oír como tu gato maúlla en el salón, o desde la cocina, y regresa a tu dormitorio y sigue maullando: lo que te quiere decir es “¡sal de la cama y ven a verme cazar!”. Los gatos realmente son animales nocturnos, les apasiona la noche para buscar presas y darles caza, sin embargo, las casas generalmente son muy aburridas por la noche, maullando te está pidiendo un poco de diversión.

Leer más: Acariciar a tu gato, ¿qué hacer cuando no se deja?

Maullidos negativos

Lo cierto es que el número de quejas que soportan los maullidos de los gatos supera con creces a las peticiones de cariño y demás ideas positivas. Ante todo, los maullidos les sirven para ordenar, mostrar su desagrado o pedir ayuda. Si lo pensamos bien, es muy razonable, los animales realmente atienden sobre todo a necesidades primarias: sobrevivir, alimentarse, aparearse… Y no son muy proclives a “hablar por hablar”.

Realmente, si tu gallo maulla lo primero que debes pensar es ¿qué necesita? Tal vez se está refiriendo a que le cambies la arena, pues para su gusto está demasiado sucia. Para los gatos la higiene es lo primero, y si el arenero no está lo suficientemente limpio te lo hará saber, es más: podrá empezar a hacer sus necesidades en otro lado si no está conforme con el nivel de limpieza de éste. Por otro lado, ese mismo maullido lo usará siempre que quiera algo, plantéate si tú estás usando una pelota, una goma, o un juguete que él quiere que sueltes y lo pongas a su alcance.

Los gatos también son únicos en expresar con un maullido el sentimiento de dolor. La enfermedad es un motivo para quejarse, ellos no saben que tú puedes ayudarlos llevándolos al veterinario, simplemente se quejan. Tal vez lo hacen porque te piden que les pongas las cosas más fáciles, pues no pueden caminar bien o les cuesta inclinarse para comer… Si maúllan y no sabes porqué, revisa que esté apático, que su apetito sea menor del habitual, tal vez tu gato tiene un problema de salud.

Muchas veces los gatos maúllan por enfado, impotencia o estrés. Si no pueden acceder a una habitación que ahora está cerrada, te lo harán saber. Si una visita inoportuna les está molestando, también maullaran para que les digas que deben irse. Y si has cambiado los muebles de sitio haciendo una remodelación del salón, y ahora este cambio deshubica la percepción que el felino tiene de su hogar, tampoco dudará en ponerte las cosas claras maullando: una queja en toda regla.

Leer más: ¿Es verdad que los perros tienen súper apego y los gatos muestran indiferencia?