La salud de tu mascota

Los gatos respiran de forma diferente según su estado emocional o de salud

Si tu gato produce un sonido atípico al respirar o si la velocidad a la que lo hace no es la adecuada, puede que esté atravesando por una enfermedad o que su estado anímico necesite de tu atención.

Por David Navarro

La respiración es un indicador de salud de los gatos, es un reflejo de su estado físico (nos puede alertar sobre enfermedades o afecciones) y también de sus sentimientos o estado de ánimo. Cuando los gatos respiran de forma acelerada puede ser la traducción de un golpe de calor, fiebre o un estado de estrés y ansiedad, por ejemplo.

Cuando los gatos respiran lentamente se puede deber a que ha ingerido un alimento o agua en mal estado, denotando una situación de envenenamiento. Por otro lado, una respiración visiblemente pausada es síntoma de una posible encefalitis.

Si lo que percibes en tu gato es una respiración similar a un silbido, eso podría denotar que algo está impidiendo el flujo natural del aire en sus vías y, por tanto, podríamos entender que algo está obstruyendo su tráquea. Generalmente se tratará de pelos, pero también podría ser un objeto o incluso una acción parasitaria. Por otro lado, cuando el gato produce un maullido fuera de lo normal, más largo y profundo, podríamos estar hablando de laringitis.

A nivel emocional, los gatos pueden utilizar el ronroneo para expresar su bienestar, pero también lo utilizan para todo lo contrario. Cuando su hambre, estrés, dolor o tristeza son muy profundos también emiten este sonido para desahogar su ansiedad o molestia. Tanto si el motivo es físico como si crees que es más bien emocional, nuestro consejo siempre será que acudas al veterinario, sólo él podrá determinar de forma fiel cual es el motivo y qué acciones emprender para subsanarlo.

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En sus horas de sueño podrás evaluarlo mejor

El sueño es uno de los momentos donde mejor podemos reconocer el nivel de complejidad de la respiración del gato, si lo que pretendemos es tener una “radiografía” de su estado de salud a partir de su forma de respirar. Porque cuando duermen, el ritmo y profundidad del esfuerzo pulmonar del gato es intenso y automático, y no está intervenido por el movimiento activo y voluntario. 

Las posturas que se adquieren durmiendo no son las más correctas para evitar hacer ruido, aunque sí para su descanso. Dormir enroscado, por ejemplo, puede dificultar la forma en la que sale el aire de su cuerpo, y puede potenciar los ronquidos. Dormir así, por tanto, es un test para apreciar su respiración en el momento más profundo y en la postura menos propicia.

Por otro lado, debes tener en cuenta que hay gatos braquicéfalos, es decir, que tienen la cabeza algo más grande de lo normal, pero la nariz más chata, lo que dificulta un poco su respiración, pero éste es un impedimento natural que no implica un problema de salud ni algo que deba preocuparte. Las razas de gatos que tienen esta condición de forma habitual son los gatos persas e himalayos, aunque esto también ocurre en algunos perros, como el bulldog francés, pekinés o boxer. Como apreciarás observando sus cráneos, cuando la trufa debería estar tras el puente de la nariz, en estas razas de animal no existe puente, por lo que la nariz estará integrada completamente en la cabeza.

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¿Mi gato ronca al dormir?

De entre todos los animales, los gatos (y los humanos) son de los que más roncan al dormir. La pregunta que surge a veces es ¿están bien? En el caso de los humanos el ronquido avisa de una dificultad del aire para entrar o ser expulsado, algo que no está del todo bien en nuestra respiración. En el caso de los gatos esto ocurre de forma similar.

Si el gato ronca de forma continua, sin importar especialmente la postura, puede ser síntoma de que el gato sufre obesidad y esta condición ha producido que, por medio de un exceso de grasa en sus órganos, las vías respiratorias no estén adecuadamente despejadas, y que el aire no transcurra como debería.

Un ronquido pronunciado durante su sueño puede indicar también que el gato tenga un pólipo paranasal, es decir, un tumor en sus vías respiratorias, lo que varía el flujo de aire que accede y sale de su cuerpo, produciendo una vibración poco común similar a un ronquido.

Además, ten en cuenta que los gatos también padecen enfermedades respiratorias equivalentes a las humanas. Tu gato podría ser asmático, padecer bronquitis o neumonía o ser alérgico a alguna sustancia que esté presente en tu hogar.

¿Roncar despierto tiene sentido?

Como la mayoría de las afecciones que pueden producir su ronquido durmiendo son cuestiones que le pueden acompañar estando despierto (asma, pólipos, neumonía…), no es extraño que si ronca dormido, también ronque despierto. 

Sin embargo, el tipo de respiración durante el sueño siempre es más profunda que despierto, además de ser más automática, por lo que él mismo no hará lo posible por variar su respiración si detecta que es atípica. Por otro lado, cuando el gato está en movimiento, es capaz de adquirir posturas más proclives a enmascarar el sonido, y así minimizar el ronquido despierto.

Hacer un ruido similar al ronquido, pero hacerlo despierto, es un motivo evidente para acudir al veterinario. Solo si tu gato es de una raza braquicéfala (en concreto persas e himalayos) esto puede deberse únicamente a una cuestión anatómica “de serie”. Además de bronquitis, alergias o asma, puede deberse simplemente a un resfriado que le esté provocando mucosidad nasal.

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