El solsticio de verano, que marca el día más largo del año en el hemisferio norte, ha sido celebrado desde la antigüedad como un momento sagrado. Asociado al poder del sol, la fertilidad de la tierra y los ciclos de la naturaleza, este fenómeno astronómico ha dado lugar a una sorprendente variedad de rituales en distintas partes del mundo. Te invitamos a descubrir algunas de las tradiciones más curiosas y sorprendentes para dar la bienvenida al verano.
Hogueras purificadoras en España
En la costa mediterránea de España, especialmente en Alicante, Valencia o Málaga, la mágica Noche de San Juan (23 de junio) se celebra en la playa con hogueras, baños nocturnos y fuegos artificiales. Muchos saltan las llamas tres veces para atraer la buena suerte y queman papeles con deseos o cosas que quieren dejar atrás. A medianoche, es tradición mojarse los pies en el mar para purificarse.
Flores, amor y naturaleza en Suecia
El Midsommar sueco es probablemente una de las celebraciones más pintorescas del año. En torno al 21 de junio, familias enteras se visten con trajes tradicionales, preparan mesas con platos típicos y se reúnen en el campo. Se baila alrededor del midsommarstång, se elaboran coronas de flores y, según la tradición, si una joven recoge siete flores diferentes y las coloca bajo la almohada, esa noche soñará con su futuro amor.
El misterio ancestral de Stonehenge, Reino Unido
Cada solsticio de verano, miles de personas se reúnen al amanecer en el círculo megalítico de Stonehenge, en Inglaterra. Esta estructura prehistórica se alinea perfectamente con el sol naciente, creando un espectáculo cargado de simbolismo. Paganos, druidas, turistas y curiosos se unen para recibir los primeros rayos del sol con respeto y espiritualidad.
Letonia: cantos y flores bajo las estrellas
En Letonia, la noche de Jāņi está dedicada a la naturaleza y la fertilidad. Se encienden grandes hogueras, se cantan canciones populares y las mujeres llevan coronas de flores silvestres. Se cree que esta es la única noche del año en que florece el helecho mágico, y quien lo encuentre tendrá felicidad eterna. También se lanzan coronas al agua para augurar el destino romántico de quien las lleva.
Inti Raymi en Perú: el sol como dios
Aunque en el hemisferio sur el 21 de junio marca el solsticio de invierno, los pueblos andinos celebran esta fecha como el Inti Raymi, el Festival del Sol. En Cuzco, una elaborada ceremonia revive los rituales incaicos de agradecimiento al dios sol, Inti. Se realiza una representación teatral en la fortaleza de Sacsayhuamán, con trajes coloridos, música y ofrendas, atrayendo a miles de visitantes cada año.
Bañarse en el mar a medianoche en Italia
En algunas regiones del sur de Italia, como en Puglia o Sicilia, la noche del 23 al 24 de junio está cargada de simbolismo. Se considera un momento ideal para baños rituales en el mar o ríos, con la creencia de que esas aguas adquieren propiedades curativas y mágicas. También es común recolectar plantas medicinales durante el día, ya que se cree que bajo el influjo del solsticio aumentan sus poderes.
Una conexión universal con el sol y la naturaleza
Desde Europa hasta América del Sur, pasando por antiguas piedras sagradas o playas iluminadas por la luna, el solsticio de verano es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, despedir lo viejo y abrirse a nuevas energías. Un recordatorio ancestral y encantador de que el sol siempre vuelve a brillar.