1/4
© WMFEl café vive su momento más dulce. Lo que antes era un gesto automático —poner la cápsula, pulsar un botón y listo o esperar al burbujeo de la cafetera italiana— hoy se ha convertido en un auténtico ritual. Los cafés de especialidad están por todas partes, los coffee shops crecen como setas y cada vez somos más quienes queremos aprender a hacer un espresso como un verdadero barista. No es casualidad, detrás de ese aroma perfecto hay una mezcla de curiosidad, tendencia y ganas de convertir lo cotidiano en experiencia. De ahí que muchas cafeteras se hayan colocado en el podio de los electrodosmésticos más deseados.
En ese contexto llega WMF, la firma alemana con más de 170 años de historia que ha decidido llevar el mundo del café a otro nivel. Su nuevo lanzamiento, la Cafetera Espresso Pro, es la máquina que está conquistando a amantes del diseño, baristas en ciernes y celebrities que valoran una buena taza. ¿Su promesa? Lograr en casa un espresso con la precisión de una cafetería de especialidad, pero sin complicaciones, sin tecnicismos innecesarios y sin romper el encanto del ritual.
La marca presentó esta joya en Madrid durante “La experiencia del café perfecto”, un evento inmersivo que convirtió una nave industrial en un viaje por la historia, la innovación y el futuro del café. Y sí, reunió a una lista de invitados que parecía sacada de una alfombra roja. De Isabelle Junot y Pablo Castellano, a Miriam Giovanelli, Alejandra Osborne, Miguel Torres, Andy McDougall, Grace Villarreal o Beltrán Lozano. Todos atraídos por la misma razón: descubrir la cafetera de la que todo el mundo habla. Los invitados pudieron probar diferentes modalidades de la cafetera—espresso, filtro, cold brew— en una zona demo dirigida por expertos, además de talleres e, incluso, lettering en directo, con taza personalizada incluida.
2/4
© WMFPor qué la Cafetera Espresso Pro es especial (y por qué todos hablan de ella)
El evento, conducido por Ainhoa Arbizu y liderado por Mikel Cárcamo, Marketing Manager de WMF, arrancó con un recorrido por la herencia de la firma. Desde piezas históricas como la olla a presión de 1927 hasta sus primeras cafeteras semiautomáticas. Un recordatorio de que la innovación, cuando es real, suele tener raíces profundas. Después llegó el presente: las líneas Kitchen Minis, Lumero y Perfection, que ya han conquistado miles de cocinas. Y finalmente, la joya de la corona, la presentación oficial de la Cafetera Espresso Pro, la máquina de brazo que consigue algo muy difícil de ver en el mercado doméstico.
Pero lo que realmente diferencia a la Cafetera Espresso Pro de WMF de las del resto del mercado, es su báscula integrada, un detalle que parece pequeño, hasta que entiendes lo que hace. Permite calcular el gramaje exacto del café en cada extracción. Ni más, ni menos. El resultado es una taza equilibrada, aromática y con la textura que exigiría un barista profesional. En otras palabras, no habrá errores de dosificación, ni cafés aguados o excesivamente intensos.
3/4
© WMFAdemás, la cafetera de la que todo el mundo habla incorpora un molinillo cónico de acero inoxidable con múltiples ajustes. Eso permite elegir moler el grano de una manera más fina o gruesa según el tipo de café, algo clave para controlar el sabor y la intensidad. Es un detalle propio de máquinas de gama profesional, pero extrapolado al hogar —algo que tenía que hacerse y que, por fin, WMF hizo realidad—.
Por si fuera poco, la Cafetera Espresso Pro cuenta con —y atención porque este es otro de los motivos de mi flechazo con ella— un sistema Thermo-Block para mantener la temperatura estable, además de 15 bares de presión, ideales para liberar aromas y aceites esenciales, una boquilla de vapor para texturizar la leche y preparar cappuccinos o flat whites con espuma aterciopelada y deliciosa. En pocas palabras, es la máquina perfecta para quienes quieren un café perfecto, pero también para quienes disfrutan del proceso.
4/4
© WMFFiel al ADN de WMF, la Espresso Pro llega con un diseño robusto, sobrio y elegante. Acero inoxidable, acabados premium y una estética que encaja en una cocina contemporánea (y queda espectacular en fotos, dicho sea de paso). Pantalla intuitiva, portafiltro profesional, depósito de agua sencillo de extraer… todo pensado para facilitar la experiencia. Sin duda, esto da cuenta de que el café se ha convertido en nuestro momento de pausa y —por qué no decirlo— en un estilo de vida. Una forma de cuidarnos, de activarnos por la mañana, de conectar con nosotras mismas. Y cuando tienes una cafetera que transforma ese gesto en un ritual —con precisión, diseño y una experiencia sensorial real—, la vida se ve de otra manera. Y más si es con sabor barista.
,type=downsize)




