Si hay alguien que ejemplifique a la perfección a la nueva -y superestilosa- alta sociedad portuguesa, es la consultora de moda Filipa de Abreu. Habitual en los desfiles y eventos más exclusivos del mundo -en los que suele codearse con Rosario Nadal, Gwyneth Paltrow u Olivia Palermo-, es también una fiel a los mercados que inundan de color las calles de Lisboa cada fin de semana. En ellos cada vez es más común encontrarse con un sinfín de caras conocidas -de Alicia Vikander y Michael Fassbender a Nicole Kidman o Scarlett Johansson- que, atraídas por el buen tiempo, la luz y el encanto de la ciudad, se han comprado casa en ella.
Filipa, que se formó en Literatura en el King’s College de Londres y ha colaborado con importantes firmas de lujo, tanto de moda como de decoración, residió en diversas ciudades -Barcelona, Atenas, Los Ángeles, París...- antes de asentarse también en la capital portuguesa, ya que ninguna de estas le dio lo que le ha dado Lisboa: una constante alegría de vivir e inagotable inspiración para su vida y su trabajo.
-Filipa, háblanos de lo que te hizo quedarte en Lisboa.
-Es una ciudad que me encanta y que me pareció un lugar mágico y seguro para ver crecer a mis hijos. Aunque viajo mucho por trabajo, es un gran lugar al que llamar hogar y al que regresar. Su hermosa luz, la proximidad del océano y el ritmo de vida tranquilo son muy relajantes. Los colores de los edificios, la arquitectura, las piedras de las calzadas y los azulejos son una inspiración constante para mí. Creo firmemente que, si no la encuentras aquí, es porque tus ojos no están lo suficientemente abiertos...
-Te has mudado recientemente de casa, además. Entiendo que eso también te ha mantenido inspirada...
-Sí, me he ido a una casa mucho más pequeña, lo que ha sido todo un reto. Me di cuenta de la cantidad de cosas que uno acumula con el tiempo. Así que aproveché esta oportunidad para hacer una revisión a fondo, no solo de lo que ya tenía y no necesitaba, sino también de mi forma de ver el consumo en general.
-¿Ha influido el tamaño de tu nueva casa en la forma en la que planteaste la decoración del espacio?
-Totalmente. El espacio es bastante pequeño, pero eso no significa que tuviera que mantenerlo todo blanco y buscar muebles pequeños. Seguí trabajando con piezas de tamaño estándar que parecen fuera de escala en relación con el tamaño del apartamento. Pero al hacerlo asumía el espacio y sus restricciones. Seguí empapelando las habitaciones y añadí palmeras de escayola en la pared. El mayor reto eran y son los libros, tengo muchos y no paro de aumentar mi colección. Cada centímetro libre es una minibiblioteca. Hay libros en la cocina, en los baños, en las habitaciones, en el pasillo... Están por todas partes.
-¿Cuáles son las piezas más especiales que podemos ver en la casa?
-Me encantan las conchas marinas y he tenido la suerte de coleccionar algunas piezas muy especiales a lo largo del tiempo. Los espejos del siglo XIX son mis favoritos.
-Tus dos hijos mayores ya son independientes, pero ¿cómo es cuando os reunís todos en casa?
-¡Increíble! La alegría de estar todos juntos es incomparable. Lo que más disfruto es cuando los tres vienen a mi habitación y se sientan en mi cama por la noche para charlar y ponerse al día de la vida de los demás. No puedo expresar con palabras lo increíble que es esa sensación.
-¿En qué proyectos estás involucrada actualmente?
-Soy consultora y trabajo con varias marcas de lujo, sobre todo en el sector de la moda. Tengo mucha suerte, viajo mucho y conozco a gente increíble. Mis horizontes se abren constantemente y mis ideas se cuestionan, y eso me encanta. También tengo la fortuna de trabajar con gente a la que admiro y que ya son mis amigos.
-Si tuvieras que definir tu estilo como decoradora, ¿cómo lo describirías?
-Mi estilo personal de decoración está en constante evolución. Siempre cambia en función del estado de ánimo, el espacio, el lugar y el estilo de vida. Sin embargo, hay constantes e inspiraciones que nunca cambian. He crecido por todo el mundo, así que es natural que cada país en el que he vivido haya influido en mis gustos estéticos. Lo más importante para mí es que una casa, independientemente de su tamaño, nunca parezca pretenciosa ni demasiado preciosa. Las cosas pueden romperse, las piezas envejecer y, en la mayoría de los casos, se vuelven más bonitas por ello. Un hogar es un lugar seguro, al que uno vuelve al final del día. Así que, en mi opinión, tiene que ser bonito e, igual de importante, un reflejo de los que viven en él.
-¿Se puede separar el estilo personal del estilo decorando?
-¡Totalmente! Me gusta un enfoque clásico de los interiores, pero a veces me visto como una adolescente. Mi uniforme son vaqueros oversize, camisetas, jerséis de cachemira y mocasines. No me gusta pensar demasiado en la ropa, la llevo yo, no me lleva ella a mí. Me pasa lo mismo con las casas, nada ha de ser nunca demasiado perfecto.
Guía personal
De visita
“Lisboa es la ciudad perfecta para perderse. ¡Lleva zapatos planos! Visita cada iglesia, admira cada azulejo... Y no te pierdas el museo Gulbenkian para ver el contraste de su arquitectura brutalista con la ciudad”.
Para comer
“Mi clásico de siempre es Aqui Ha Peixe. Es como estar en casa. También el bar Avenida, y, entre las últimas aperturas, Canalha para comida típica portuguesa, y Da Noi”.
El descanso
“Sin duda el Hotel das Amoreiras. Un pequeño hotel-boutique chic y elegante en el que me gustaría vivir. Es bonito, íntimo y acogedor”.