Raquel Mosquera y su marido, Tony Anikpe, están esperando su primer hijo. La pareja nos recibió en su casa para comunicarnos la feliz noticia.
Raquel y Tony contrajeron matrimonio el pasado 19 de febrero en una finca situada en el término municipal de San Lorenzo de El Escorial. En aquella ocasión, la que fuera segunda esposa de Pedro Carrasco nos decía emocionada: «Me siento la mujer más feliz del mundo. Me caso muy, muy enamorada». Esa felicidad y ese amor se han acrecentado, según Raquel, mucho más ahora que va a ser madre por primera vez, algo que desde hace algún tiempo venía deseando la pareja. Y esa felicidad se refleja, sin duda, en el rostro y en las palabras de ambos, que nos dicen: —Estamos muy contentos y muy ilusionados. Tras darles la enhorabuena a ambos, le preguntamos a Raquel: —¿Cómo estás llevando el embarazo? Dicen que los primeros meses son los más delicados, los peores. —Pues estos primeros meses,ya sabes, siempre hay algunos ardores, mareos. Pero, en general, lo estoy llevando muy bien. —¿De cuánto tiempo estás embarazada? —De tres meses y algo. Nos faltan por llegar los análisis clínicos que establecerán las semanas exactas de gestación. Por nuestras cuentas creo que el bebé llegará para el mes de octubre. —¿Le vas a pedir consejo a tu madre? ¿Le vas a consultar? —Por supuesto que a mi madre le pediré consejo. Hay que tener en cuenta que ella ha tenido cinco hijos y tiene, por tanto, mucha experiencia. —¿Por qué habéis esperado tanto para comunicarlo, porque son casi cuatro meses? —Llevo tanto tiempo esperando esto que quería estar segura. Incluso, mi ginecóloga me preguntó que por qué había tardado tanto tiempo en ir a la consulta, y mi respuesta fue la misma. Yo quería estar segura. —Tú siempre has deseado ser madre, y así lo habías manifestado en muchas ocasiones. ¿Este embarazo es la realización de tu mayor deseo en la vida? —Si no el mayor, es uno de ellos. En la vida hay muchos grandes deseos, pero, hoy por hoy, este es para mí un gran sueño hecho realidad. —Tony, ¿para ti qué significa ser padre? —le preguntamos al esposo de Raquel. —Para mí es la realización, la culminación de este matrimonio y la respuesta de mi amor por mi mujer. —¿Qué os gustaría que fuera, niño o niña? —Lo que Dios mande, bienvenido sea —se adelanta a responder Tony. Y Raquel añade: —Lo importante es que nazca bien, y no me importa si es niño o niña. Y es más: si fueran dos, la felicidad sería total. —¿Ya habéis pensado en algún nombre? —En realidad, todavía no. Vamos a esperar y en el momento oportuno lo pensaremos —responde Tony Anikpe. —Yo estoy de acuerdo con mi marido —añade Raquel—. Barajaremos nombres en su momento, porque para esto me gustaría consultar también con la familia. A todos nos va a hacer mucha ilusión.
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