La actriz Antonia San Juan acaba de confirmar que padece cáncer en su perfil de Instagram. Ella misma lo explicaba así: "Llevo más de un año con problemas de garganta y siempre he tenido faringitis crónica. Este año he suspendido funciones por esa causa hasta que el otro día fui al médico de familia y me dijo que veía un problema en las cuerdas vocales. Me mandó al otorrino, el otorrino me ha hecho pruebas, me han hecho un TAC, me han hecho de todo…". Finalmente, tras tener los resultados de todas las pruebas diagnósticas, le confirmaban el diagnóstico. "Hoy me hicieron una biopsia y ya me han dado el medio diagnóstico: tengo cáncer", indica.
Ahora toca afrontar la enfermedad, una vez que se confirme el tipo de cáncer del que se trata. "Cuando analicen la biopsia, me dirán qué tipo de cáncer es y si tiene solución con tratamiento. Yo confío plenamente en la ciencia y ahora lo que me toca es seguir el tratamiento que me pongan", ha dicho. Los detalles concretos, por lo tanto, sobre el tipo de cáncer que padece la actriz aún no han sido confirmados, pero hemos querido hablar con una experta sobre cuáles son los más habituales que pueden manifestarse con esta sintomatología clínica.
Tumores del área de cabeza y cuello
“Hablamos de tumores de cabeza y cuello, y en concreto, cuando afectan a las cuerdas vocales, de laringe. Son tumores que suelen estar asociados con el consumo de tabaco. En el caso de otros tumores de esta zona, como el de boca o de orofaringe, cada vez hay más datos de tumor asociado a virus, en concreto al Virus del Papiloma Humano (VPH). En estos casos, pueden ocurrir en personas más jóvenes y no fumadoras”, nos anticipa la doctora Pilar López Criado, jefe de Servicio de Oncología Médica en el Hospital Blua Sanitas Valdebebas.
Estos tumores se presentan en una zona que, como nos explica la especialista, va desde la nariz, desde el área de la base del cráneo hasta justo encima de la clavícula. “Eso es lo que llamamos tumores de cabeza y cuello técnicamente. No es el cerebro. Y solo en esa zona, que no es muy grande, hay un montón de tumores diferentes. Es un área muy complicada, porque nada tiene que ver la nasofaringe, que es lo que hay detrás de la nariz, con la nariz, la boca, con lo que hay por detrás de la boca, que es la orofaringe, o la laringe, que sigue siendo, por desgracia, el terreno de los tumores relacionados con el consumo de tabaco”, apunta.
“La garganta ocupa toda esa estructura de la que hablamos. Se suele asociar a laringe, pero a veces se usa para hablar de tumores de base de lengua o de hipofaringe. Pero es verdad que el más visible y conocido es el de laringe, que solemos relacionar con personas con un agujerito en la zona”, nos detalla.
El tabaco sigue siendo el principal factor de riesgo de los tumores de cabeza y cuello, entre los que se encuentra el de garganta
¿Cuáles son los síntomas más comunes en las etapas iniciales?
La doctora López Criado nos explica que "muchas veces se manifiesta con disfonía, con cambios en la voz o ronquera que no desaparecen". Ese suele ser un síntoma temprano. “Si pasa a fases muy avanzadas, puede haber bultos en el cuello junto con esos cambios en la voz que no revierten, y carrasperas”, nos detalla, apuntando que a veces lo que se encuentra son nódulos benignos, eso sí.
“Pero en algunos casos son malignos, lo confirmas porque siguen creciendo y hay que valorar en la consulta del otorrinolaringólogo. Normalmente con una exploración directa, lo diagnostican, salvo lesiones muy pequeñitas. Toman la biopsia o en la consulta en una pequeña intervención con anestesia local para confirmar el diagnóstico”, indica la doctora, que precisa que, después, hay que hacer un estudio de extensión.
“Nada tiene que ver una lesión que solo afecte a la cuerda o a una parte de la cuerda vocal, a un tumor que afecte a toda la cuerda, o a las dos. Hay que recordar que hay dos cuerdas vocales. Y que el problema que se puede tener si no se coge a tiempo, es que el tumor crezca mucho e impida al paciente respirar”, nos comenta.
“Tenemos que tener en cuenta que además de permitirnos hablar, el órgano, la laringe, es por donde respiramos también”. Además, indica que en casos donde hay tumores grandes pueden llegar a afectar hasta la deglución, porque por delante están la tráquea y el esófago.
“Esa encrucijada es vitalmente muy importante. Tenemos muy juntas, muy cercanas, la zona por la que tragamos y la zona por donde respiramos. Y si no se consulta a tiempo, pasaremos de hablar mal a respirar mal o a tragar mal.
Hay que ir pronto al médico si hay un síntoma en esta zona que indica que algo no va bien. Incluso en patología benigna, porque si tengo un proceso en esa zona benigno, un absceso, por ejemplo, que me está impidiendo respirar bien, pues es muy delicado.
Pero el tumor, si no se trata, va a ir progresando hasta situaciones que son indeseables, que a veces vemos, que te impiden respirar. Porque el que hable mal se sobrelleva, pero respirar mal, no”, apunta la especialista de Sanitas.
Los expertos insisten en que hay que ir siempre al médico si hay un síntoma en esta zona que indica que algo no va bien
¿Siempre hay que optar por la cirugía?
En opinión de la doctora, optar o no por la cirugía depende del estadío del tumor. “Una vez que vemos que hay un tumor en la cuerda, hay que ver qué tamaño tiene, qué extensión tiene. No es lo mismo una extensión cortita, pequeña, que puede curarse hasta con láser, con una cirugía mínimamente invasiva, robótica o no, a un tumor muy grande donde es imposible preservar la estructura. El tumor puede llegar a destrozar la cuerda o las dos cuerdas, o la unión de las cuerdas al tiroides. Es decir, el tamaño importa. No es lo mismo un T1, que un T4, que estén afectados los ganglios o no estén afectados”, nos comenta.
Añade que “a veces, hay tumores muy grandes, lo que llamamos T4, que son tumores que afectan a las cuerdas vocales y salen de la glotis, salen de la laringe y llegan a afectar hasta el cartílago tiroides. Muchos de esos tumores hacen inviable la preservación de la laringe. Ahora lo que se intenta es curar manteniendo la laringe funcionando, es decir, que podamos seguir hablando y que no tengamos que quitarle a la gente la laringe. Pero a veces se llega tarde o hay recaídas y hay que quitar la laringe, sigue siendo a veces necesario”.
¿Hay diferencia en cuestión del sexo?
Tal y como nos comenta la especialista, se trata más bien de una cuestión de hábitos. “Está claro, el hábito de consumo de tabaco o de alcohol se había orientado más hacia varones, pero esto era hace 40 o 50 años. Por desgracia, en los últimos 10 o 20 años, estamos aumentando el diagnóstico de cáncer de laringe por consumo de tabaco en mujeres, aunque sigue habiendo una mayor predominancia de varones”.
¿Quedan secuelas tras el tratamiento?
La doctora López Criado sí que confirma que pueden quedar secuelas. “Dado que afectan a la laringe, incluso tumores pequeñitos, que con una mínima cirugía se quitan, pueden provocar una disfonía persistente. El trabajo con los logopedas, la rehabilitación es fundamental, pero a veces les queda una distorsión. Yo tengo pacientes actores de teatro que no sabías que han tenido este tumor, y a los que les ha supuesto un gran esfuerzo recuperarse. Y luego hay casos donde ya sí hay que hacer una laringectomía que ya te deja sin órgano. No puedes volver a hablar por la laringe. Tienes que hablar de otra manera”, confirma la oncóloga, que hace mención a un aspecto importante: la repercusión psicológica.
“Esta es una zona muy visible, muy expuesta. Solo hay que pensar en Mayra Gómez Kemp, quien tuvo un tumor de orofaringe. Si ves las últimas imágenes es que era muy llamativo. Socialmente, es un tumor que supone un problema muy llamativo para las personas que se enfrentan a ello, incluso aunque sea curable, tiene un impacto psicológico muy importante”, nos comenta la doctora que hace, para finalizar, un llamamiento a la prevención: “El tumor de laringe sin tabaco y sin alcohol desaparece. Y sobre todo, es fundamental que los pacientes consulten rápido y que si se pone un tratamiento y no va bien en diez o 15 días, hay que insistir y que no se dejen pasar meses”.