"Hay dos kilos de tu peso que no son tuyos, son de tu dermobiota", me decía la farmacéutica experta en dermocosmética y fundadora de la marca GH y la farmacia A6 en Sevilla, Gema Herrerías, hace unos días. Yo me preguntaba cómo es posible que tenga (en sentido literal y figurado) tanto peso y que, sin embargo, nos quede tanto por saber acerca de sus funciones y de cómo la cuidamos para tener una piel sana. La ciencia, sin embargo, está comenzando a desentrañar su papel como parte activa del ecosistema cutáneo.
Se ha hablado mucho de la microbiota como el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos y otros) que viven de forma natural en distintas partes del cuerpo humano, como el intestino, la boca o la piel y que cumplen funciones esenciales para la salud. No hay que confundir el término con el de microbioma: ¡cuidado! Microbiota se refiere a los microbios en sí, y microbioma hace alusión a su información genética. Pero ¿qué hay de la dermobiota?
¿Qué es la dermobiota?
"La dermobiota es el conjunto de microorganismos que habitan de forma natural en la piel (y cuya composición varía según la zona: cara, axilas, manos…) , ayudando a protegerla, mantener su equilibrio y fortalecer su función barrera. Gema comentaba que aproximadamente dos kilos de nuestro peso corporal pertenecen a nuestra microbiota, y más específicamente, a nuestra dermobiota, la parte de la microbiota que habita en la piel.
La microbiota humana está compuesta por trillones de microorganismos (bacterias, hongos, virus, ácaros, etc.) que viven en simbiosis con nosotros en diferentes partes del cuerpo: intestino, piel, boca, etc. En total, se estima que el conjunto de la microbiota humana puede pesar entre 1,5 y 2 kilos. La dermobiota representa la parte de estos microorganismos que habitan en la piel, que es el órgano más extenso del cuerpo. Como dice la farmacéutica: "La piel no está sola. A simple vista parece una barrera inerte, pero en realidad es un ecosistema vivo que alberga una compleja comunidad de microorganismos conocida como dermobiota. Esta incluye principalmente bacterias, pero también hongos, virus e incluso ácaros".
Según la experta, "durante años se repitió que la microbiota humana pesaba entre 1,5 y 2 kilos, pero los estudios actuales han ajustado esa cifra: hoy sabemos que su peso total ronda los 200 gramos, lo que representa alrededor del 0,3 % del peso corporal". Nos cuenta que "la mayor parte se concentra en el intestino, pero la piel, como órgano más extenso, también alberga una proporción relevante". "Aunque la cifra es menor de lo que se pensaba, sigue siendo habitual el uso del titular "dos kilos de tu peso no son tuyos, son de tu dermobiota" como fórmula divulgativa para llamar la atención sobre su extraordinaria relevancia biológica", revela la experta.
¿De qué se encarga la dermobiota?
Nuestra dermobiota protege contra patógenos, mantiene el pH y la barrera cutánea, y participa en la respuesta inmune. Un desequilibrio (disbiosis) puede estar relacionado con afecciones como acné, dermatitis atópica, rosácea, entre otras. Por ello, mantener una dermobiota equilibrada puede ser clave tanto en el tratamiento como en la prevención de estas afecciones
Como nos explica Gema, hoy sabemos que "la dermobiota es un aliado invisible que debemos cuidar como parte fundamental de la salud de la piel". "La cosmética avanzada ya no solo hidrata o repara, sino que también contribuye activamente al equilibrio del ecosistema cutáneo, especialmente en situaciones de piel sensible, pérdida de función barrera, menopausia o patologías inflamatorias", asegura la experta. Productos formulados con esta filosofía, como la nueva bruma universal de gh, están diseñados para preservar y restaurar la dermobiota, reforzando así de forma integral la función barrera.