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Vivimos corriendo. Entre notificaciones, tareas y compromisos, rara vez nos detenemos a estar realmente presentes. Y, sin embargo, a veces es en los momentos más simples —esos aparentemente insignificantes cinco minutos con alguien— donde se esconden las conexiones más profundas.
Así lo expresó recientemente el actor Orlando Bloom en una íntima conversación con Jay Shetty en el popular pódcast On Purpose, donde habló sobre la importancia de estar verdaderamente presente en cada momento que vivimos. Sus palabras, cargadas de autenticidad y vulnerabilidad, nos invitan a repensar la forma en la que nos relacionamos con el mundo y con los demás.
© Getty ImagesEn tiempos donde vivimos rodeados de estímulos constantes —notificaciones, multitarea, ruido digital—, desconectar para reconectar con el aquí y ahora se ha convertido en una necesidad emocional. Volver al presente, aunque sea por unos minutos, puede transformar no solo nuestra relación con nosotros mismos, sino también con los demás. Sobre esta idea tan poderosa reflexionó recientemente el actor Orlando Bloom durante una conversación íntima con Jay Shetty en su pódcast On Purpose. A lo largo del episodio, compartió vivencias personales y una invitación clara: aprovechar cada instante como si fuera único, porque tal vez lo sea.
“Cada vez que estás con alguien, tal vez sea la última vez que lo veas. Simplemente no lo sabes. Así que haz que ese momento sea grandioso. ¿Qué tienes que perder? ¿Nunca ver a esa persona otra vez? No lo sabes. Así que hazlo bonito. Al menos déjalo con eso", reflexionó el actor durante el capítulo del podcast haciendo hincapié en un concepto: la atención plena.
© Getty ImagesQué es la atención plena
Cada vez más presente en la psicología moderna y la cultura del bienestar, el concepto de atención plena proviene de la tradición budista (una religión a la que el actor está adherido). Se trata de prestar atención al momento presente, de manera intencionada y sin juzgar. No es solo estar físicamente en un lugar, sino mental y emocionalmente aquí y ahora.
Los beneficios de esta práctica, además, son numerosos. No solo ayuda a reducir el estrés y la ansiedad al romper ese ciclo constante de preocupaciones y pensamientos que a menudo nos agobian, sino que, además, mejora la calidad de nuestras relaciones, porque cuando escuchamos de verdad, mantenemos contacto visual y estamos emocionalmente presentes, fortalecemos los vínculos y cultivamos la empatía (así lo ha contado también el actor, señalando que ha mejorado su relación con sus fans parándose siempre que puede con ellos unos segundos, algo que, dice, no le cuesta tanto esfuerzo y ayuda a ambos a sentirse mejor). Por otro lado, ser conscientes de nuestras emociones nos permite responder con calma en lugar de reaccionar impulsivamente.
El médico, y notorio conferenciante Mario Alonso Puig, en otro podcast, concretamente, en el de A lo grande, también trata los beneficios de la atención plena explicándola desde el campo sanitario como: "Cuando divides la atención no puedes ver todo lo que existe. El pensamiento tiene su utilidad, pero no puede sustituir a la capacidad de prestar atención".
© Getty ImagesBajo su experiencia, y como él mismo ha comentado también en otro de los vídeos que ha publicado en Youtube, "cuando los dos lados del cerebro están enfrentados, no se hablan entre sí. El lado izquierdo es el de la conciencia ordinaria, el que te permite estructurar, hacer categorías, emplear el lenguaje, manejar el tiempo mental. El derecho es el que está en contacto con el cuerpo, con la entrada al inconsciente, es un presente continuo, una sensación de ese presente eterno. Es donde están los grandes recursos del ser humano, pero no podríamos funcionar solo con este lado. La atención plena ayuda al diálogo entre ambos lados".
El doctor, incluso, explica la relevancia de esta práctica con una metáfora: "Nuestros pensamientos son como olas del mar. Llega un momento en el que pueden ser tremendamente perturbadores. El mindfulness te convierte en un submarinista. La mente dualista sigue produciendo olas, por lo que con el mindfulness no te enfrentas a la ola, lo que haces es meterte bajo el agua. Te hace observar que cuando estás un poco más abajo, y miras hacia arriba, ves los pensamientos y las olas, pero ya no te arrastran".
© Getty ImagesCómo incorporar la atención plena en el día a día
Aunque esta práctica puede resultar sencilla, lo cierto es que, en un mundo hiperconectado y pleno de estímulos, también puede ser muy complicada llevarla a cabo. Así lo ha dicho el actor durante la grabación, quien además propone un ejercicio para tratar de incorporarla en el día a día: "Ve al parque. Sal afuera. Quítate los zapatos, los calcetines. Párate sobre el pasto y mira los árboles. Solo eso, tal vez, es todo lo que se necesitas". Sin embargo, existen otras muchas vías para comenzar a focalizarse en el presente que pueden resultar útiles.
La buena noticia es que no necesitamos horas de meditación ni retiros espirituales. Basta con pequeñas prácticas diarias y apenas unos minutos. Aquí tienes formas sencillas (y efectivas), recomendada por el médico, para comenzar a incorporarla a solas en tu día a día, para que, después, te salga en modo automático:
- Toma una posición cómoda, pero no de descanso: es un momento de práctica, no de sueño. La espalda recta sin rigidez, piernas descruzadas, manos sobre los muslos con las palmas hacia arriba. Imagina un hilo que tira suavemente de tu coronilla, haciendo que el mentón baje ligeramente.
- Cierra los ojos con suavidad. Si no te sientes cómodo, mantenlos entreabiertos, posando la mirada a un metro y medio frente a ti, sobre el suelo.
- Lleva tu atención a las sensaciones de tu cuerpo. Sin juzgarlas, sin analizarlas. Solo siente: el contacto del cuerpo con la silla, de los pies con el suelo, la temperatura del aire en tu piel. Permite que cualquier tensión acumulada se disuelva poco a poco. Frente relajada, párpados pesados, mejillas y mandíbula flojas.
- Si algún pensamiento aparece, no luches con él: Obsérvalo, suéltalo, y vuelve con amabilidad al cuerpo.
- Dirige tu atención a la respiración. Nota el vaivén del aire al inspirar y espirar. Hay quien la siente más en el abdomen, otros en el pecho o en la nariz. Escoge tu punto y quédate ahí. Con cada exhalación, el cuerpo se afloja un poco más.
- Cuando sea momento de regresar, hazlo con suavidad. Toma una, dos, tres respiraciones profundas. Abre los ojos. Estás de nuevo en este lugar, en este instante, orientado en tiempo y espacio.
