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Cuando oímos hablar de enfermedades relacionadas con el páncreas, suele aparecer la preocupación. Y es que estamos ante un órgano capital, cuyo mal funcionamiento puede acarrearnos problemas de salud serios. Tal y como nos explica el doctor Carlos Marra-López, especialista en Aparato Digestivo, Endoscopia y Obesidad, jefe y coordinador de la Unidad de Obesidad del Hospital Vithas Málaga y como especialista en el Hospital Universitario Costa del Sol. Las enfermedades pancreáticas más habituales incluyen la pancreatitis aguda, pancreatitis crónica, insuficiencia pancreática exocrina, pancreatitis autoinmune, neoplasias quísticas del páncreas y cáncer de páncreas.
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Síntomas de enfermedad pancreática
¿Qué señales nos pueden alertar de la presencia de una enfermedad de este tipo? Tal y como nos detalla el especialista, los síntomas que pueden alertar de una enfermedad pancreática incluyen los siguientes:
- Dolor en la parte alta del abdomen.
- Dolor abdominal que empeora después de comer.
- Inflamación o sensibilidad en el abdomen.
- Pérdida de peso no intencionada.
- Fiebre.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Alteraciones en el color de las heces.
“Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado”, explica el experto.
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Factores de riesgo
Una de las dudas que nos surge es si existen factores de riesgo que pueden estar asociados con el hecho de padecer una enfermedad pancreática. El doctor nos confirma que algunos factores de riesgo asociados con el desarrollo de enfermedades pancreáticas incluyen el consumo excesivo de alcohol y tabaco, obesidad, diabetes tipo 2, edad avanzada, pero también antecedentes familiares de enfermedades pancreáticas, algunos trastornos genéticos y edad avanzada.
“Es importante tener en cuenta estos factores y tomar medidas preventivas, como llevar un estilo de vida saludable y realizar revisiones médicas periódicas”, detalla.
El papel de los genes
¿Hasta qué punto estas enfermedades pueden tener un factor genético o hereditario? En opinión del doctor, es importante tener en cuenta algunos factores genéticos en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades pancreáticas, especialmente en aquellos casos con antecedentes familiares de la enfermedad.
“Algunas de las enfermedades pancreáticas de origen genético más prevalentes incluyen la fibrosis quística, un trastorno genético que puede obstruir los conductos pancreáticos debido a una secreción mucosa espesa y pegajosa. Las enfermedades que pueden determinar la pancreatitis de origen hereditario incluyen la pancreatitis hereditaria causada por mutaciones genéticas, como el gen PRSS1, que está asociado con episodios recurrentes de pancreatitis aguda”, nos detalla.
Y añade que, además, existen trastornos genéticos que pueden predisponer a la pancreatitis aguda o crónica, así como a la insuficiencia pancreática exocrina. También se han identificado otros genes como causantes o modificadores de la enfermedad, contribuyendo a la pancreatitis crónica hereditaria. Por otro lado, la pancreatitis autoinmunitaria también es una enfermedad del páncreas que tiene componentes genéticos.
El doctor Marra-López comenta también que el cáncer de páncreas puede estar vinculado a ciertos factores genéticos hereditarios. Algunos tipos de cáncer de páncreas hereditarios o de causa genética incluyen:
- Síndrome de cáncer de mama y ovario hereditario (CMOH): Este síndrome está causado por mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que también se asocian con un mayor riesgo de cáncer de páncreas, además del cáncer de mama y ovario.
- Síndrome de Lynch: También conocido como cáncer colorrectal hereditario no polipósico (HNPCC); este síndrome aumenta el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de páncreas.
- Síndrome de Pancreatitis Hereditaria: Algunos casos de pancreatitis hereditaria pueden estar relacionados con mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas.
“Estos son solo algunos ejemplos, pero existen otros síndromes genéticos que pueden aumentar la predisposición al cáncer de páncreas. Si tienes antecedentes familiares de cáncer de páncreas u otros tipos de cáncer, es importante hablar con un profesional médico para evaluar el riesgo genético y considerar posibles pruebas genéticas”, detalla.
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Así influye nuestro estilo de vida
Una de las cosas que tenemos que tener claras es que debemos llevar un estilo de vida saludable con el objetivo de prevenir posibles dolencias pancreáticas. “El estilo de vida juega un papel crucial en la prevención de problemas de salud relacionados con el páncreas”, confirma el doctor, que hace una serie de recomendaciones al respecto: “Llevar una dieta equilibrada, mantener un peso saludable evitando sobrepeso u obesidad, hacer ejercicio regularmente (adaptado a las posibilidades de cada persona) y evitar el tabaquismo y consumo excesivo de alcohol; todas ellas son medidas importantes para reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con el páncreas”, nos cuenta el especialista, que añade, además, que estos cambios en el estilo de vida no solo benefician al páncreas, sino que también promueven la salud general del cuerpo.
“El consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo importante para desarrollar pancreatitis, por lo que reducir o evitar el consumo de alcohol puede ayudar a prevenir la pancreatitis aguda y crónica. Asimismo, llevar una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y azúcares refinados, puede contribuir a mantener la salud del páncreas y prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2 y la obesidad, que pueden afectar negativamente al páncreas”, nos cuenta.
Por todo ello, el doctor recomienda la dieta mediterránea porque una dieta equilibrada basada en los principios de la dieta mediterránea podría ser beneficioso para la salud pancreática. Varios estudios promovidos desde España han avalado sus numerosos beneficios para la salud cardiovascular y metabólica, incluida la prevención de diversas enfermedades crónicas. “Aunque no hay evidencia directa que vincule la dieta mediterránea específicamente con la prevención de enfermedades del páncreas, sus componentes, como el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva y frutos secos, proporcionan nutrientes y compuestos bioactivos que podrían ser beneficiosos para la salud del páncreas. Por ejemplo, el consumo de antioxidantes presentes en frutas y verduras, así como los ácidos grasos monoinsaturados del aceite de oliva, podría tener efectos protectores sobre el páncreas. Además, la dieta mediterránea tiende a ser baja en alimentos procesados y rica en nutrientes esenciales, lo cual contribuye a mantener un peso saludable y a prevenir la obesidad, un factor de riesgo para enfermedades pancreáticas”, concluye el doctor Carlos Marra-López.
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