El blog de Meritxell

Cómo cuidar la piel cuando esquiamos

El mejor tratamiento es la prevención, y productos que estimulen la circulación sanguínea.

Por Meritxell Martí

La piel es el órgano mas grande del organismo. Es el órgano que protege al organismo del exterior, también sirve como método de comunicación con el exterior, intercambiando sustancias. Como vamos vestidos, las únicas partes en invierno que están visible son la cara y las manos. Por lo que los cuidados de este texto los enfocare hacia esas partes.

Mientras esquiamos generalmente también llevamos guantes, por lo que es la cara la que esta mas expuesta al clima exterior. La piel esta compuesta por varias partes o capas. La epidermis, es la capa mas externa de la piel. La dermis la parte interna que contiene la mayoría de componentes para conseguir el volumen de la piel.

Y la hipodermis, que es la capa mas interna de la piel, donde están las células grasas o lipocitos, los que actúan como barrera térmica y traumática. En la epidermis están las células estructurales como los queratinocitos, y melanocitos. En la dermis es donde se encuentran las fibras de colágeno y elastina, todo en un entorno citoplasmático mayoritariamente acido hialuronico.

También es donde se encuentran las glándulas tanto las sudoríparas, como sebáceas, los folículos. En la hipodermis es donde esta el tejido adiposo y donde existe la regulación térmica a parte de donde están los nervios cutáneos y vasos tanto sanguíneos como linfáticos.

En la montaña en invierno los factores climáticos que tenemos que controlar son las bajas temperaturas, y otros factores climáticos como en viento, y si nieva o llueve, el contacto con el agua helada. Los días de sol, además se juntan la radiación UV, y la reverberación solar debido al color blanco de la nieve que aumenta su efecto UV.

Tenemos una capa lipídica en la piel que actúa de barrera, pero está en la hipodermis, que protege el interior de nuestro cuerpo a esas temperaturas, por lo que también antes tenemos que proteger las capas mas externas.

La capa mas externa que esta en contacto con la piel, esta formada por dos capas: la cornea, con células muertas y que se regeneran, y la capa de Malpighi, esta capa es la segunda de la epidermis en la que se encuentran los melanocitos, que son los que dan color a la piel y nos protegen del sol y de las radiaciones ultravioletas.

En la piel, y más concretamente en la dermis, existen unos receptores tanto los que captan el dolor como los termo-receptores que estimulan al calor y el frío. Estos termo-receptores se llaman Corpusculos de Ruffini, que se encuentran distribuidos por toda la piel.

Por lo que los productos que tenemos que utilizar son los que nos van a proteger las capas exteriores de la piel. Tanto de las bajas temperaturas como de los rayos UV. Hay zonas en la cara, que son más sensibles al frío que otras, como son los ojos, la nariz y los labios. Los ojos suelen protegerse con gafas, son especialmente sensibles al viento.

La nariz al ser una parte mucosa que esta húmeda es mucho mas sensible al frío que otras partes, igualmente los labios, que su composición fundamental es el ácido hialuronico que absorbe el agua ambiental son especialmente sensibles a las bajas temperaturas.

Con el frío la piel pierde esta humedad, así la piel se agrieta, exfolia y se irrita, por lo que parece lógico utilizar cremas y protectores que ayuden a mantener esa humedad natural. Como protectores naturales del frío lo más natural es utilizar cremas con un alto componente lipídico, o con emulsiones tipo A/O (con la capa externa oleosa) o A/S (donde el componente externo es una silicona, dando menos sensación grasa en la piel que la oleosa). En estos excipientes encontramos las grasas, vaselinas, parafinas, ceras, glicerina y siliconas.

PRODUCTOS:

Proteger la nariz con un poco de vaselina pura, es al final lo más adecuado, para evitar el goteo típico del frío, usar una pomada con vaselina que pueda llevar un poco de vasoconstrictores o mentol, evitará ese tan desagradable problema. Los labios es muy importante ponerse un protector labial a menudo, por que es la parte más sensible de nuestra cara.

Utilizar uno de los productos clásicos es lo que llamamos la manteca de cacao, con filtro solar a ser posible. Algunas marcas incorporan otros componentes como glicerinas para que sean menos recias y más agradables tanto al ponérselas (no se enfríen tanto y queden solidas) como al llevarlas.

Los solares

La recomendación es usar solares con altas protecciones, generalmente las que son para esquiar tienen alta cantidad de filtros físicos, es por ello muchas de ellas tienen color, algunas bastante blancas, esto es debido a que además estos productos son oclusivos.

Los filtros solares aconsejados son los de mas alta IPS, o extremos, a partir de 30, 50, 60 y 90. Estos ya les consideramos protecciones extremas o pantallas totales. Los filtros solares de invierno se diferencian sobretodo de los estivales en la base ya que son mas densos y aunque el filtro en si puede ser el mismo. De estos filtros se incluyen físicos, químicos y biológicos.

Los filtros físicos son más resistentes al agua y a las rozaduras, por lo que son más aconsejables aunque dejen un rastro blanco o de color. A parte que las formulaciones que los componen son más oclusivas y protectoras.

Algunos suplementos

Parece un poco absurdo tomar suplementos para ir a esquiar un par de días, y si es escapada relámpago todavía más, pero cuando esta programado y será de más días, tomar unos días de suplementos nutricionales puede ayudar a proteger la piel. Así suplementar vía oral con aceite de onagra u otro tipo de Omega, ayudara a estimular la hidratación natural de la piel, y mejorar la formación lipídica (una piel seca esta mas desprotegida que una piel con tendencia grasa).

También tomar previamente unos días de carotenoides o licopenos, puede ayudar a mejorar la producción de melanina y evitar las quemaduras solares. Preparar la piel unos días antes con cremas en alto contenido de ácido hialurónico, ayudara a protegerla de la deshidratación.

El ácido hialuronico es un componente principal de la piel y en general en el tejido conectivo, tiene una gran capacidad de absorber agua, por lo que ayuda a mantener la piel hidratada.

Especial cuidado con los niños

La piel de los niños es especialmente sensible a las bajas temperaturas y al viento. Es más fina y la capa grasa es mucho menor por lo que debemos poner especial atención a la misma. Es muy importante no descuidar en ningún momento a los pequeños. Y literalmente “untarlos de crema”, crema protectoras, especialmente en la nariz y mejillas.

Así como en los labios, los niños pequeños frecuentemente se chupan los labios, esto hace que esta agua se enfríe y les produzca irritaciones parecidas a las quemaduras en la piel. El filtro solar ha de ser de máximo grado de protección, y repetir varias veces las aplicaciones, para asegurarnos que estén bien protegidos.

Aunque por supuesto la mejor protección son las capas textiles son muy útiles, sin descuidar las orejitas. Para los más mayorcitos, es muy útil los combis solares, un tubo con un cordel para que puedan llevarlo colgando que además combina con un stick labial, lo que les hace fácil de utilizar y sin necesidad de quitarse los guantes. Algunos problemas que nos puede acarrear los factores externos a la piel en la montaña en invierno y en la nieve

El problema de los sabañones

Es un problema de inflamación de las manos y pies debido al frío, al tener disminuida la circulación periférica, (debido a la vasoconstricción que provoca el frío, y disminución del movimiento) es grave por que puede ulcerarse, pero no tanto como una congelación.

El mejor tratamiento es la prevención, y productos que estimulen la circulación sanguínea. Para prevenir hay que proteger las manos y los pies del frío, existen actualmente algunas cremas protectoras con acción antifrío, principalmente contienen vaselinas y otros excipientes oclusivos.

Quemaduras solares

Las quemaduras solares suelen ser muy importantes cuando ocurren en la montaña, el frío hace que durante la exposición solar no se percate que la piel se esta quemando al no notar el aumento de temperatura, y esto unido a la deshidratación por el frío.

Puede provocar importante quemaduras. Si esto ocurre, lo más importante es usar en un primer momento productos que refresquen la piel, y la hidraten, entre ellos es muy conveniente el gel de aloe vera que además es calmante y reparador.

O algún gel que contenga algo de mentol que dará esa sensación de frio encima de la piel quemada. Para apaisar la piel y curarla necesitaremos dependiendo del grado de las quemaduras, una crema con alto contenido de componentes regenerantes y calmantes como puede ser el aceite de San juan o hipérico,  o el aceite de rosa mosqueta.

También si contienen alfa-bisabolol y ac.glicirretico, ayudan a bajar la inflamación y parafinas, esperma de ballena u otros aceites cicatrizantes. Con el fin de recuperar el agua perdida, es muy útil los spray con agua mineral, que al repartirse micronizadamente se absorben bien por la piel y da sensación de frescor. Si las quemaduras son más importantes es mejor acudir al medico.

Grietas y descamaciones por el frío

El frío y en especial el viento reseca la piel, si esta no esta protegida, provoca descamaciones y grietas en la piel. La capa superficial o cornea pierde el agua que contiene y lo que provoca una falta de cohesión de los queratinocitos, esto hace que la piel se agriete y descame.

También que se enrojezca la piel debido a que la irritación y el frío provoca una hipertermia (como efecto rebote), con enrojecimiento e inflamación de la misma. El frío extremo en la piel desprotegida puede provocar el mismo efecto de una quemadura, como si una quemadura por rozamiento se tratara.

Por lo que necesitamos regenerar la piel sobretodo aplicando productos altamente emolientes y humectantes. Es muy útil las duchas de agua templada, para ir recuperando la temperatura de la piel.

Y aplicar productos como mascarillas que tengan un efecto mas profundo de reparación, evitando las de componentes ácidos y buscando mascarillas con extractos herbáceos como manzanilla o caléndula y aceites apaisantes como el aceite de jojoba, el aceite de argan o el aceite monoi de tahiti. El silicio coloidal también ayuda a restaurar la parte lipídica de la piel.

Las mascarillas al tener efecto oclusivo son rápidas y efectivas para reparar la piel. Posteriormente aplicar productos humectantes, muy útil pueden ser los geles o cremas con alto contenido en ácido hialurónico.