Periquitos, una mascota extraordinariamente sociable

Originalmente todos los periquitos eran verdes, sin embargo la cría en cautividad consiguió una gran variedad de colores. Importados desde Australia se convirtieron en el siglo XIX en una de las especies de aves exóticas más demandadas en Europa, por su buen carácter y sociabilidad.

Por David Navarro

Es fácil confundir a los periquitos con los agarpornis, sin embargo, es importante destacar que poseer (o abandonar) a esta segunda especie de pájaro está prohibido en España, pues se la considera una especie exótica prohibida. Los periquitos sí son legales, ya no son tan exóticos, aunque en el siglo XIX sí lo fueron: el periquito proviene de Australia (los agapornis de África).

Los periquitos salvajes viven en bandadas que pueden llegar a tener hasta 2000 pájaros. Son nómadas y se mueven allá dónde estiman que les aguarda más alimento. Sin embargo, no suelen salir de un área de acción, no son aves migratorias, por lo que no son capaces de volar más de tres horas seguidas sin descanso, alrededor de 100 kilómetros, por lo que como enjambre siempre regresan de forma contínua a las mismas zonas.

A los periquitos les gusta la compañía

Son animales sociales que siempre buscan relacionarse, sea con su propia especie o con humanos, de ahí su arrollador éxito como mascota doméstica. Son pájaros que buscan siempre una comunicación constante y fluida con su entorno, desarrollan sonidos para llamar la atención y consiguen que incluso su lenguaje corporal forme parte de su socialidad. Esto les convierte en pájaros bastante inteligentes, pues no solo han desarrollado el deseo de interactuar con sus semejantes, sino que modulan su tono y expresión para que los seres humanos les presten atención.

Este desbordante interés por pertenecer a un grupo y permanecer en contacto hace recomendable no tener un solo periquito en una jaula, y por tanto lo más óptimo es incluir dos, cuatro o seis. Funcionan mejor cuando están en grupos pares, y es recomendable también que la mitad sean machos y la mitad hembras. En todo caso, aunque son pájaros muy sociables, las hembras pueden tener más de un roce, pues de forma contraria a otros animales, en esta especie las hembras son las dominantes.

Parte de su gran interés por socializar viene de su estupenda visión, son aves a las que les maravilla descubrir su entorno y se ha descubierto que son capaces de ver aun más colores que el ser humano.

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Originalmente los periquitos son verdes

El color del plumaje de las aves tiene un significado, comúnmente les permite camuflarse, orignalmente los periquitos eran todos de color verde para mimetizarse con el paisaje del este de Australia y permanecer a salvo de las especies depredadoras. Sin embargo, por medio de la cría en cautividad, se consiguieron periquitos de plumaje blanco, amarillo y azul. Estas aves tienen además una serie de líneas horizontales onduladas que les marcan desde su cabeza hasta las alas, y pueden tener entre cuatro a seis manchas negras en el cuello.

La forma de diferenciar a un macho de una hembra es por un detalle de su color, pero no del plumaje, que es igual en ambos géneros. Tenemos que fijarnos en las narinas (que son sus fosas nasales, encima del pico, en el caso de las hembras son marrones y los machos azules, violeta o rosa.

Tanto machos como hembras, los periquitos miden alrededor de 18 cm y pueden pesar entre 25 y 40 gramos. Viven entre 5 y 8 años y, entre otros factores, le afecta a su longevidad la socialidad que tenga. Mantenerse activos, acompañados y entretenidos podría hacerles vivir hasta 15 años. Además, claro está, de una buena alimentación y cuidados.

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Déjales volar por la casa

Para llevar una vida saludable los periquitos necesitan espacio para moverse. No deberían vivir en jaulas pequeñas, cuanto más grande sea el espacio mejor, pues se trata de una especie muy ágil. Se recomienda que la jaula mida un mínimo de 1 metro de largo y 80 centímetros de ancho y alto. Ten en cuenta que estas aves vuelan en horizontal, por lo que les importará más el largo que el alto. También es recomendable que dentro de la jaula sitúes pequeños accesorios de juego para que el pájaro pueda moverse alrededor y jugar.

Por ejemplo, a los periquitos les gusta mucho tener pequeñas bañeras donde poder jugar con el agua, sirve para ello poner un cuento de agua. También es muy común facilitarles una piedra afiladora que les sirve para atusarse el pico, aportándole cal. También les gustan los accesorios para trepar, columpios, bolas de mimbre o cuerdas. Sin embargo, ten en cuenta que deberías renovarle los juguetes cada cierto tiempo, pues se acaban aburriendo con ellos cuando ya los conocen.

Salir de la jaula un rato todos los días puede ser una magnífica manera de darle el espacio que necesita y de socializar, permitiéndole sacar el máximo provecho al pequeño mundo que representa tu casa, no es equiparable a las praderas australianas, pero será suficiente. Una hora al día está bien para ellos. Busca una habitación grande y segura, donde no tengas plantas que puedan ser tóxicas si se les ocurre picotearlas.

Cuidados fáciles pero diarios

Alimentar a un periquito es fácil, lo más recomendable es darle dos cucharaditas diarias de una mezcla de semillas con granos de mijo. Además, deberás complementar esa dieta con semillas con aporte de aceite, fruta fresca y hojas verdes.

También debes cambiar el agua diariamente, y si tiene bañerita ponerle agua limpia todos los días. Ten en cuenta que si le pones trozos de fruta entre su comida es necesario que retires los trozos que ya empiezan a pudrirse y los renueves con trocitos nuevos. De forma semanal deberás limpiar bien la jaula, renovando al completo la arena, limpiando los palos, cuencos y juguetes. De la misma forma, limpia los comederos y bebederos.

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