El blog de Meritxell

SABAÑONES

Por Meritxell Martí

1.- ¿Qué son?

No es una dolencia demasiado habitual en la ciudad. Sin embargo, en las zonas más frías o de montaña, sí es mucho más frecuente una dolencia que, aunque puede considerarse un mal menor, no lo es. Cuando se sufre este problema, es doloroso y sin embargo es evitable.

Es un problema en el que aparece inflamación en las manos y en los pies debido al frío. Al tener disminuida la circulación periférica, el frío provoca vasoconstricción y disminuye la capacidad de movimiento de las puntas de las extremidades, que es donde se sufre. Esto provoca el proceso cianótico de la piel. Posteriormente, cuando se restablece el flujo sanguíneo, la inflamación provoca enrojecimiento de las extremidades de las manos y los pies, provocando a su vez sensación de hinchazón, hormigueo y picor.

FRÍO -> PERDIDA DE COLOR -> AZULAMIENTO -> INFLAMACIÓN Y ENROJECIMIENTO -> HORMIGEO Y PICOR

Si es grave, puede llegar a ulcerarse, no como la propia congelación de las manos.

2.- ¿Cuál sería el tratamiento adecuado?

 

La prevención, protegiéndolas del frío, y mejorar la circulación sanguínea, de modo que evitemos está vasoconstricción tan importante. Para ello seria necesarios productos muy oclusivos. Debemos protegernos y poner una buena crema protectora, lo más oclusiva posible.

3.- ¿Dónde puede ocurrir?

 

En las puntas de las extremidades, siempre en orejas, pies o manos.

Debido a que se retiene la circulación sanguínea dificulta el flujo sanguíneo y se vuelven frías, insensibles y blanquecinas. El frío provoca una contracción capilar, así no puede llegar de forma regular la sangre a las zonas más periféricas. Es lo que denominamos un vaso-espasmo, la falta de oxigenación de la piel hace cambiar el proceso cianótico.

Estas zonas se vuelve frías y doloridas, además aparecen otros síntomas como hinchazón, hormigueo y picor. El proceso empieza con palidez que se torna en cianosis y al final se enrojece.

4.- ¿Cómo podemos prevenir?

 

Si se trata de un problema circulatorio, todas las acciones que ayuden a mejorar está circulación periférica van a prevenir la aparición de los sabañones.

  1. Protegerse del frío, guantes, gorros o orejeras
  2. Hidratar la piel, para mantenerla íntegra, sin cortes, heridas ni rozaduras, con cremas adecuadas para ello que a la vez la va a proteger
  3. Evitar el consumo de tabaco. La nicotina actúa como vasoconstrictor, al ser un alcaloide
  4. Evitar el consumo de alcohol. El alcohol provoca la agrupación de los hematíes, por lo que inhibe un correcto flujo sanguíneo
  5. Al igual que el tabaco, las bebidas estimulantes que contienen alcaloides como la cafeína, o la teína, provocan vasoconstricciones periféricas
  6. Evitar las situaciones de estrés que provoca una disminución del correcto fluido sanguíneo
  7. Evitar la exposición a fuentes directas de calor sobre todo si hemos pasado frio y se ha provocado esa vasoconstricción. Una vasodilatación rápida por el calor puede provocar úlceras y la aparición de sabañones. Lo ideal es suavemente ponerlos en agua templada para que vayan recuperando despacio la temperatura y recuperando la circulación sanguínea correcta
  8. Masajearse las manos o los pies que estimulara la circulación sanguínea
  9. Usar calzado que proteja del frío que aísle al máximo del exterior. Además que no se ajustado que evitará, lo que inhibe una circulación sanguínea correcta. Del mismo modo se aconsejar el uso de calcetines de algodón o lana, siempre material natural como una nueva medida de protección al mantenerlos calientes
  10. Aumentar el consumo de agua ayudará a mantenernos hidratados y con ello evita el enfriamiento
  11. Podemos ingerir algunos alimentos en la dieta diaria o simplemente añadir suplementos o infusiones que van a aumentar la temperatura corporal. Puede ser la pimienta de cayena, la canela o la pimienta, y vitaminas como la E, K y C
  12. Prevenir las infecciones, no solo a nivel bacterias, sino micosis

5.- ¿Y tópicamente, que ingredientes deben llevar estos productos y como debe ser la crema?

 

Algunos ingredientes ideales para estimular la microcirculación periférica y para mantener la temperatura corporal son los  ideales que deberían llevar los productos tópicos.

Las acciones ideales son:

  • Vasodilatadores
  • Rubefacientes
  • Calmantes
  • Antiinflamatorio
  • Hidratante
  • Emoliente
  • Antioxidante
  • Antiséptico, antifúngico

Cinamaldehido, Eugenol, de origen vegetal, van a aportar calor local, y producir vasodilatación a nivel periférico.

Apigenina, Miristicina, Angelato de isobutilo, acción calmante, antiinflamatoria, antiagregante plaquetario. Reduce la inflamación, hormigueo, picor.

Calendula officinalis, acción repitelizante. Actúa directamente sobre vaso-espasmo, mantiene la piel integra y mantiene así el efecto barrera protector.

Manzanilla, del mismo modo tiene una acción calmante y protectora de la piel.

Canela, tiene acción estimulante de la temperatura corporal. Cinnamomum zeylanicum, cuyo principio activo es el cinemaldehido, evita la vasoconstricción y así el vasoespasmo.

Anthemis nobilis que es muy calmante y antiinflamatorio, lo que evitara la sensación de hormigueo y picor.

Terpenos naturales, que provocan una importante actividad antiséptica que contiene el patchouly.

1,5 pentanodiol, que mantiene la piel hidratada y protegida haciendo una película pero a la vez tiene acciones antimicrobianas, antifúngicas y antisépticas.

Artemisia Abrotanum, tiene importantes efectos antiinflamatorios.

6.- ¿Qué es el Síndrome o Fenómeno de Raynaud?

 

Similar a la aparición de los sabañones, el fenómeno de Raynaud, está considerada una enfermedad rara ya que solo la sufren 1 de  cada 20 personas. Es más frecuente en mayores y con mayor incidencias con la edad, a partir de los 30 años.

Ya que estos síntomas no solo aparecen con los cambios de temperatura, sino también por estados emocionales importantes o por la acción de algunos fármacos. Los síntomas pueden aparecer además de manos y pies, en orejas, nariz y hasta en brazos o zonas de la cara.

El Dr. Maurice Raynaud en 1862 describió estos síntomas en algunos pacientes en el que aparecían los síntomas antes descritos tanto por frío como por estrés. Además de la retención circulatoria y la aparición de la piel cianótica, se acompaña de parestesias y disestesias, evolucionando si el cuadro es muy importante y grave en ulceras o hasta necrosis, pueden tornarse hasta crónicas.

Los síntomas típicos son:

  • Palidez, contracción intensa del vaso arterial.
  • Segundamente, cianosis. Se vuelve la zona azulada-violeta de piel y las mucosas. Es cuando los capilares y vénulas se dilatan pero se llenan de sangre poco oxigenada.
  • Posteriormente, enrojecimiento por la hiperemia reactiva, que aumenta la sangre en los vasos sanguíneas.
  • Suele ocurrir en todos los dedos y a los dos lados, aunque no es muy doloroso. Aparecen manchas azules que desaparecen cuando aumenta la temperatura, aunque las personas que tienen un efecto más importante, puede provocarse el problema más grave de entumecimiento de los dedos y hasta ulceración o necrosis.

Uno de las imágenes típicas de las personas que sufren este síndrome es que la piel de las manos es blanca, fina y brillante, siendo los dedos más delgados y en la que las uñas tardan más en crecer.

Los motivos por los que puede ocurrir:

  • Ateroesclerosis.
  • Fármacos que provocan estrechamiento de las arterias, anfetaminas, betabloqueadores, vasoconstrictores como se usan para el dolor de cabeza o migrañas.
  • Artritis reumatoide, lupus eritromatoso, síndrome de Sjögren.
  • Trastornos sanguíneos como la crioglobulinemia.
  • Lesiones físicas, por uso de maquinarias o herramientas que provoquen mucha vibración.
  • Tabaquismo.
  • Quemaduras por frío.

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