Por qué tu gato siente curiosidad por las visitas que odian a los gatos

Los gatos son animales de contrastes. Se suele decir que son ariscos, pero más bien son sorprendentes, y casi todos sus comportamientos están marcados por el juego social: la caza, la persuasión y las muestras de confianza.

Por Cristina Soria

Cuando llegan visitas desconocidas a casa el gato puede reaccionar de varias formas que parecen contrarias, pero todas se dirigen al mismo objetivo: tantear a las visitas y sopesar si son de fiar, si a él le tienen en cuenta y si pueden aportarle algo. La intención del gato es conocer quién es el intruso, pues eso son las visitas para ellos: seres que no pertenecen al círculo de confianza y que podrían incluso ser una amenaza. 

Los gatos siempre están cazando, incluso en sus relaciones

El talante de los gatos no es tan urgente ni actúan de forma tan clara como los perros cuando detectan “intrusos”. Los perros se muestran enérgicos, saltan, ladran, y hacen todo lo posible por ver quién llega, alertando de un posible peligro o volviéndose locos a olfatear. Los gatos, por el contrario, se mueven sutil y sibilinamente, denotando su carácter felino. Así tratan de evaluar al extraño sin dar pistas claras de cuál es su parecer, sin alertar ni desvelar sus intenciones.

Si por su olfato y por tu comportamiento el gato descubre que tienes buenas mañas con felinos, porque huele a que tienes uno y sabes comunicarte con él porque le miras y le acaricias, lo más probable es que te acepte y te deje en paz. Lo más probable es que no quiera implicarse demasiado contigo porque, si tienes gato, sabrá que "perteneces" a otro felino, y puede que no quiera entrometerse.

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Si no quieres que el gato se te acerque, él lo hará más adrede 

Si no tienes gatos, ni te gustan, lo más probable es que tiendas a tratar de ser invisible cuando entras en una casa en la que hay uno. Lo normal, si no quieres que el gato se te acerque, es que reacciones no mirándole, negando toda posibilidad de relación, y tratando de que el gato pase por alto que estás. Ese es el grave error que cometes si lo que realmente quieres es que no se te acerque.

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Como en las relaciones sociales entre humanos, cuando un gato detecta que no te interesa y que tratas de esquivarle, más interés tiene en ti. Te convertirás en un reto y en una conquista a conseguir. Si no le miras ni le tocas, querrá desentrañar los motivos por los que no lo haces y convencerte de que lo hagas. De esta forma, si le evitas, te conviertes en una presa difícil y en un reto.

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Cómo reaccionar ante un gato, aunque no te gusten los gatos

Ya que el ser humano se presupone más inteligente que las mascotas, no está de más que intentes aprovecharte de esa inteligencia y consigas tu propósito pues, si no quieres que el gato se te acerque, debes hacer un esfuerzo por hacer justamente lo contrario. Muéstrate abierto al contacto, acaríciale ampliamente, no solo en una zona ni con timidez, sino con toda la mano cubriendo la zona inferior de su cabeza, pasando por su lomo y rozando su cola. Sin remilgos.

Piensa que cuanto más seguro y directo te vea, menos interés tendrá en ti después. Es solo una situación inicial, la de presentaros y reconocerse, y luego probablemente el gato no se te volverá a acercar o, por lo menos, no con demasiado entusiasmo, porque si considera que ya estás ganado y que eres un humano dócil y amigo de los gatos, no representas para él ninguna conquista ni ningún reto.

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