¿Cómo responde el cuerpo de los astronautas en misiones prolongadas en el espacio? Este ha sido el objeto del estudio realizado por la NASA para comprobar cómo se activa la resiliencia del cuerpo humano durante un viaje espacial de larga duración. Una interesante investigación llevada a cabo por su Departamento de Investigación Humana, cuyos hallazgos pretenden arrojar luz para desarrollar nuevos tratamientos de cara a los problemas de salud relacionados con el estrés en la Tierra y, además, comprender lo que le puede suceder al organismo de un astronauta de cara a largas y futuras expediciones espaciales de varios años de duración.
Para ello llevó a cabo una investigación de 340 días entre marzo de 2015 y marzo de 2016 con dos gemelos idénticos, Scott y Mark Kelly, ambos astronautas retirados, ya que al compartir la misma composición genética son físicamente muy similares y proporcionan un grupo de control ideal. Así, mientras que Scott pasó casi un año en órbita a bordo de la Estación Espacial Internacional, su hermano permaneció en la Tierra sometido a las mismas pruebas y seguimiento.
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Resultados positivos
Los resultados del denominado Estudio de los gemelos han sido publicados en la revista Science y revelan datos interesantes y sorprendentes que aseguran cómo un cuerpo pudo adaptarse (y después recuperarse) positivamente al entorno extremo del espacio. Algo muy positivo para comprender mejor como mantener la salud de la tripulación en expediciones a la Luna o a Marte, viajes que podrían durar hasta tres años. Así, ha proporcionado la primera visión biomolecular integrada de cómo el cuerpo humano responde ante un vuelo espacial demostrando su resistencia y solidez y aportando importantes conclusiones, como que la vacuna contra la gripe administrada en el espacio funcionó exactamente igual que en la Tierra o que los cambios en la diversidad microbiana de Scott en el espacio no fueron mayores que los que se observaron en la superficie terrestre.
Estos importantes datos son fundamentales para orientar la investigación espacial biomédica futura en el estudio de los perfiles moleculares de los astronautas y poder garantizar su salud durante las misiones.
Rejuvenecimiento en el espacio
Una de las grandes sorpresas de estudio fue el cambio en los telómeros, biomarcadores relacionados con el envejecimiento. Estos se acortan a medida que envejecemos, aumentando el riesgo de enfermedades de mayor incidencia en personas mayores como problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Sin embargo, en el caso de Scott, los telómeros se alargaron durante su estadía en el espacio, pero sufrieron un rápido acortamiento a su regreso a la Tierra. Aun así, la investigadora de la Universidad Estatal de Colorado, Susan M. Bailey, determinó que todavía es pronto como para ver en estos resultados una posible fuente de juventud en el espacio.
Asimismo, se registraron cambios significativos en la expresión de genes o epigenética, que refleja cómo el cuerpo reacciona a las presiones de su ambiente. De este modo, los científicos observaron modificaciones en la expresión genética de Scott, especialmente en genes que ayudan al cuerpo a producir energía y en genes relacionados con el sistema inmunológico, de los cuales más del 90% volvieron a la normalidad seis meses después de que el astronauta regresó a la Tierra. No obstante, un pequeño porcentaje de ellos no volvieron a sus niveles anteriores.