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Tener siempre a mano snacks saludables y apetecibles es algo tan necesario como complicado en muchas ocasiones. Porque aunque sigamos una dieta saludable, son esos picos de hambre que se producen entre las comidas principales o al terminar de realizar ejercicio físico los que pueden desequilibrar nuestros esfuerzos por alimentarnos bien.
Por eso es importante saber cuáles son las buenas opciones para picotear que podemos tener siempre a mano en el bolso y que evitarán que acabemos asaltando la máquina de vending más cercana. El mango, por ejemplo, es una fruta llena de fantásticas propiedades, pero que no resulta cómoda a la hora de comer cuando no estamos en casa. En cambio, su versión deshidratada es perfecta para picar entre horas: sabrosa, nutritiva, saciante, sin azúcares añadidos y perfecta para llevar siempre contigo.
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Propiedades del mango
Son muchas las razones que hacen del mango una fruta muy beneficiosa para tu organismo, además de su delicioso sabor. Para empezar, es una fruta muy rica en antioxidantes, que nos ayuda a cuidar el aspecto de nuestra piel y a prevenir enfermedades degenerativas.
Una de sus particularidades es que contiene un aminoácido que estimula la memoria, el ácido glutámico, que funciona para el sistema nervioso central como neurotransmisor. Además, por sus altos niveles de potasio, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mantener la presión arterial a un buen nivel.
Rico en magnesio y betacaroteno, el mango protege tu sistema inmunitario. Y como también contiene altas dosis de vitamina C nos facilita la absorción del hierro, combatiendo así las posibilidades de padecer anemia. Del mismo modo, la vitamina K que contiene es fundamental para la absorción de calcio, protegiendo nuestros huesos y disminuyendo las posibilidades de que se fracturen. El mango también te ayuda a mantener una óptima salud ocular gracias a su alto contenido en vitamina A.
Y al igual que el resto de frutas, el mango tiene un alto contenido en fibra, que favorece un buen tránsito intestinal, evitando el estreñimiento, y ayudando a disminuir los niveles de colesterol malo en sangre.
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Combínalo con otros 'snacks'
Tener a mano un mango en láminas deshidratadas (o en dados) es muy tentador, porque sencillamente está delicioso, y puede hacer que lo comamos sin control cuando sentimos un pico de hambre. En ese caso, solo es necesario que sepas que el mango deshidratado concentra más calorías y carbohidratos que la fruta en versión natural. Esto ocurre igual con el resto de frutas deshidratadas, pero no es ninguna razón para que dejes de consumirlas. Al contrario, siempre resultarán infinitamente más saludables que cualquier otro snack ultraprocesado que te plantees tomar, por mucho que lo publiciten como bajo en calorías o 0% grasas. Con cada elección saludable que realices estarás beneficiando a tu organismo, y eso se nota por dentro y por fuera.
Sin duda, la opción más aconsejable es que tus snacks sean una combinación de mango (y otras frutas deshidratadas) con un puñado de frutos secos, y que lo alternes con la opción de la fruta fresca, sin haber pasado por el proceso de deshidratación.
Y no pierdas la ocasión de disfrutar también del mango deshidratado cuando estés en casa, porque es perfecto para combinar con un yogur natural, para endulzar y dar sabor a tus bizcochos o para incluir en tus ensaladas.
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