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Beber alcohol sin moderación resulta perjudicial para cualquier persona y, en el caso de quienes sufren patologías crónicas, como puede ser la diabetes, puede causar un efecto todavía más nocivo que si lo hace alguien completamente sano. Para conocer el porqué los daños de este tipo de sustancias son mayores en personas diabéticas y si la diabetes es compatible o no con las bebidas alcohólicas, nos hemos puesto en contacto con Alfonso José López Alba, endocrino y director de comunicación de la Sociedad Española de Diabetes.
¿Por qué es malo el consumo excesivo de alcohol?
Tal y como explica Alfonso José, el problema del consumo incontrolado de bebidas alcohólicas radica en los problemas psíquicos y físicos -especialmente hepáticos- que su ingesta puede causar: "El alcohol es un tóxico que es eliminado por el hígado con una cinética grado 1, es decir, de forma continua, lineal y prioritaria. Esto significa que la primera ocupación del órgano, hasta que este se elimina, es el alcohol. Este hecho hace que, entonces, se limiten sus otras funciones, tan importantes como la regulación de la glucosa o de las grasas (colesterol y triglicéridos) y, en el caso de estar bajo tratamiento médico, la metabolización de los fármacos".
¿Cómo afecta a un diabético?
"Es importante, en las personas con diabetes, que el consumo de alcohol sea controlado y consciente, para mantener la capacidad hepática de liberar glucosa desde su depósito más inmediato, y evitar el riesgo de hipoglucemias (las bajadas de azúcar en sangre), que pueden tener severas consecuencias" confirma el endocrino. Además, el profesional pone de manifiesto el peligro que supone lo parecidos que pueden ser los síntomas de una sobredosis de alcohol a los de una hipoglucemia, siendo posible que, al mezclarse o confundirse, se pase por alto el hecho de estar sufriendo una bajada de azúcar. Confusión, inestabilidad, irritabilidad, sudación o temblor son algunas de las señales que ambos padecimientos pueden provocar en una persona.
¿Puede un diabético beber alcohol?
Aunque no está prohibido, el Dr. López incide en las características específicas que debe tener el consumo de estas bebidas en personas diabéticas: "Los diabéticos deben seguir unas recomendaciones nutricionales y necesitan, en ocasiones, tratarse con fármacos y/o insulina. Para que el consumo, siempre refiriéndonos a uno de tipo moderado, de alcohol sea seguro en una persona con diabetes, se deben conocer unos datos básicos aproximados acerca de los gramos de carbohidratos, las calorías y el porcentaje de alcohol de cada bebida para adaptarla al tratamiento que estén recibiendo".
Así, desde la Sociedad Española de Diabetes, el especialista asegura: "Con toda esta información, y siguiendo los consejos personalizados por edad, tipo de diabetes, peso, ingesta de comida, que se pueden obtener de los equipos de educación diabetológica y los profesionales que tratan a los enfermos de diabetes, estos pacientes pueden consumir alcohol de manera satisfactoria y segura".
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