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La gran variedad de disciplinas de deporte que llenan los gimnasios y otros espacios de entrenamiento de todo el mundo hacen que las mezclas entre ellas sean cada vez más comunes. Una de ellas es el Body Balance, una marca registrada que hace referencia a una técnica que ha pasado de ser una simple tendencia a una clase habitual, e incluso imprescindible, en muchos centros deportivos. Este programa para entrenar está inspirado en el taichí, el yoga y el pilates e incluye la música en su desarrollo.
¿En qué consiste el Body Balance?
Este sistema grupal, que en Estados Unidos también es conocido como BodyFlow, fue creado y distribuido a nivel mundial por Les Mills International. En 1998 Phillip Mills lo diseñó en Auckland (Nueva Zelanda) y en la actualidad cuenta con alrededor de 40.000 instructores en los cinco continentes. Las sesiones tienen una duración de 55, 45 o 30 minutos, en función del modelo que siga cada entrenador. Se queman cerca de 390 calorías y entre sus grandes ventajas destacan: su facilidad para aportar una sensación de bienestar y calma, su capacidad de reducir el estrés diario y su ayuda a la hora de aumentar en fuerza, amplitud de movimientos y flexibilidad. Del mismo modo, es una buena opción para prevenir los problemas de espalda y mejorar los de las articulaciones, ejercitar el control del cuerpo y hacer crecer la meditación.
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Las pautas de las clases las marcan desde la dirección de Les Mills, como sucede con otros sistemas para ponerse en forma que igualmente ha desarrollado esta empresa. Todas las sesiones se trabajan a partir de una coreografía que se divide en 'tracks' o canciones. Cada uno de estos temas se acompaña de un ejercicio diferente, que se corresponde con una de las tres disciplinas ya mencionadas y trabaja un grupo de músculos distinto. Además, cuenta con un 'track' para calentar y otros dedicados a la relajación y la meditación.
Se realizan posturas estáticas que están basadas en el yoga y que se combinan con movimientos mediante los que se trabajan las piernas. Igualmente se reforzará la musculatura de la espalda, la de los glúteos y la de la zona trasera de la pierna. A ello se le suman otros ejercicios para fortalecer el abdomen y favorecer la quema de grasa localizada a través del Pilates.
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¿Quién puede practicarlo?
Para introducirse en el mundo del Body Balance es necesario hacerlo progresivamente, con la ayuda de un instructor que indique lo más apropiado según las circunstancias personales de cada iniciado. Desde de la web oficial del programa, recomiendan realizar alrededor de cuatro 'tracks' al principio e ir avanzando poco a poco en cada nueva clase. Lo mejor del Body Balance es que permite ir perfeccionando los movimientos conforme pasa el tiempo puesto que la rutina suele ser siempre la misma (durante periodos de tres meses). El público de este programa de entrenamiento es muy variado puesto que no tiene contraindicaciones, por lo que lo practican desde hombres y mujeres jóvenes hasta personas mayores, incluso embarazadas, siempre con las precauciones que indique cada monitor.
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En cuanto a la equipación, lo único que hace falta es vestirse con ropa cómoda, transpirable y pensada para ejercicios de flexibilidad. La clase se realiza sin zapatillas de deporte por lo que el calzado, en este caso, es secundario. No te olvides de una toalla, la botella de agua y, si tu centro deportivo lo requiere, llevar tu esterilla desde casa.
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