Estimula todo tu organismo gracias a la técnica Bowen

Conoce esta terapia manual, cuyo objetivo reside en la estimulación del organismo para que pueda recuperar el equilibrio por sí mismo.

Por Cristina Soria

La técnica Bowen es una terapia manual aún poco conocida en nuestro país, aunque en los últimos años ha aumentado el número de profesionales que la han incorporado a sus tratamientos. Su eslogan es menos es más y su finalidad recuperar la capacidad de autocuración de nuestro cuerpo a través de determinadas palpaciones suaves sobre los músculos y tendones. No consiste en tratar dolencias puntuales de manera aislada, sino en conseguir que nuestro organismo sea capaz de sanarse de manera autónoma y de evitar dolores futuros. Es perfecta para quienes trabajan muchas horas sentados y acumulan con facilidad tensión en dolores en la espalda.

Cómo se realiza la técnica Bowen

Las sesiones han de llevarse a cabo con total tranquilidad y en silencio, para que el paciente reciba los estímulos del masaje sin ninguna interferencia y así el mensaje llegue con más potencia al cerebro. Se la considera una técnica suave porque las manipulaciones son pequeñas y sencillas. Cuando el especialista encuentra un punto del cuerpo afectado, lo presiona suavemente durante unos 20 segundos.

Se distingue de otras técnicas manuales por las pausas, de al menos dos minutos, entre cada punto en que se realiza la presión. Estas pausas permiten que el cuerpo integre los cambios que han producido en él los movimientos. Estos movimientos han de ser ondulantes para estimular los receptores sensoriales de nuestra piel, tejidos y músculos. Esta estimulación manda un mensaje al sistema central, para que el cerebro sienta que hay un problema y que es necesario que actúe para tratarlo.

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Una técnica de casi un siglo de antigüedad

Esta técnica surgió en Australia a principios de los años 50. Thomas Bowen, estudioso de la anatomía y autodidacta, observó que las frecuentes crisis de asma que padecía su mujer parecían estar relacionadas de alguna manera con su alimentación. Para aliviar su dolencia mejoró la alimentación de ambos y elaboró él mismo unas manipulaciones de los tejidos blandos con el fin de aliviar sus molestias. Desde ese momento, su mujer mejoró considerablemente y no volvió a ser hospitalizada ni a necesitar medicinas. Coincidiendo con esta época, conoció a un reconocido terapeuta manual, Ernie Saunders, junto a quien desarrolló la técnica que llevaría su nombre.

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Bowen no dejó de investigar y desarrolló un método único con el que conseguía tratar los dolores de espalda de sus compañeros de trabajo de manera eficaz. Empezó a tener cada vez más demanda y distintos profesionales de la salud comenzaron a interesarse por su método de trabajo, hasta que finalmente decidió abrir su propia clínica de terapia manual incorporando a algunos de estos médicos.

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Los beneficios de la técnica Bowen

Su principal característica es que actúa sobre la persona de manera integral y completa. La terapia Bowen sirve para aliviar y mejorar afecciones musculares, artritis, esclerosis múltiple, asma, ciática, problemas circulatorios...

Con esta técnica podemos mantener un buen estado de salud y prevenir molestias futuras. Si bien ante cualquier síntoma de una enfermedad grave hemos de acudir al médico, la técnica Bowen no tiene contraindicaciones de ningún tipo y resulta beneficiosa para todo el mundo ya que es muy segura. De hecho, Thomas Bowen trataba en su clínica tanto a niños como ancianos, pasando por atletas y personas con algún tipo de invalidez.

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