El blog de Meritxell

El precio de los cosméticos

Recientemente se está hablando en muchos medios sobre declaraciones y tests realizados por asociaciones y empresas respecto a la eficacia de los cosméticos y sus precios

Por Meritxell Martí

Recientemente se está hablando en muchos medios sobre declaraciones y tests realizados por asociaciones y empresas respecto a la eficacia de los cosméticos y sus precios.

Me parece algo arriesgado hablar de los cosméticos más económicos como los más eficaces, sin más, haciendo pruebas al azar de algunos productos.

De entrada las comparaciones no pueden ser generalizando, creo que la noticia es algo alarmista y tildan a la industria cosmética en algo parecido al timo. Estoy segura de que como en todas partes hay productos sobrevalorados y otros menos, pero de entrada, es una opción libre la compra o no de cosméticos, y depende de cada caso, la eficacia de los mismos.

Si bien, es evidente que productos muy económicos, como un ácido retinoico, son muy eficaces al tener una importante acción peeling, para tratar las arrugas, aunque se necesita el control médico y solo se dispensa en farmacias. Y que un aceite puro, como puede ser el de oliva o el coco, va a nutrir la piel enormemente, si está es muy seca, y solo nos van a hacer falta unas gotas.

Sin embargo, estas empresas que hablan de los cosméticos tan económicos, no los comparan con unas gotas de aceite para la piel seca, por ejemplo, continúan marcando la necesidad de adquirir cosméticos, quizás sería todavía más honrado decir que no hacen falta, y no es necesario ni gastar los 3 euros, que he oído mencionar, lo que me hace pensar que también haya un interés comercial en todo esto.

¿Qué es lo que afecta al precio de un cosmético?
Hay muchos factores que van a determinar el precio del producto acabado. Igualmente como puede afectar otro tipo de producto, el marketing, el embalaje, la red comercial…

Sin embargo, aquí hay una parte fundamental que es la de los componentes, del coste de la materia prima.

De la investigación en la elaboración de los activos más novedosos y el resultado hasta que no se logran las patentes.

Del propio trabajo del equipo químico y farmacéutico en el desarrollo del producto final, desde la destreza en la combinación de los principios activos y la forma que le va a dar a esta combinación hasta conseguir el producto acabado para obtener una fórmula novedosa y eficaz. Es un tiempo largo y hasta que no se logra la formula adecuada.

De la cantidad de pruebas de eficacia y seguridad que se vayan a hacer al producto. O a que la marca se limite a las establecidas mínimas por ley.

De la propia industria, la localización de la misma, evidentemente no es lo mismo un cosmético fabricado en países que la mano de obra es muy económica a otros o simplemente las regulaciones o exigencias en cada país de tener las instalaciones siguiendo una u otra normativa.

Igualmente la concentración de principios activos tanto en variedad como en cantidad.

No solo es el principio activo sino también la base del cosmético, no es lo mismo elaborar un cosmético con una cera o una grasa simple, que con una combinación de sustancias que servirán de vehículo para la máxima absorción y penetración en la piel de los activos.

Igualmente la calidad de las sustancias que componen este cosmético es muy importante, los productos elaborados manualmente en pequeña escala siempre son más exclusivos, lo que implica un mayor precio.

Es evidente que si se usan fórmulas tradicionales en las que se saltan la mayoría de estos pasos, el precio va a ser mucho menor, igualmente cuando son fórmulas inspiradas en otras que ya han salido en el mercado.

¿Son eficaces los cosméticos más caros, y los más económicos?
Esta es la clave de la pregunta que ha causado tanto revuelo y realmente no se puede decir sin saber de que tipo de productos se trata.

No son realmente los más caros ni los más económicos, sino los más adecuados, los más eficaces para cada tipo de piel.

Evidentemente algunos productos están sobrevalorados, quizás el envase supera mucho al producto en si. Pero la misma industria y comercio, no suele ser lo habitual.

La ciencia cosmética evoluciona en mejorar gracias a las nuevas moléculas y cada vez más efectivas. Si lo más nuevo es lo que va a ser más efectivo, el precio es algo más elevado, al menos hasta que pase un tiempo y vaya siendo más asequible.

Si a esa molécula nueva le tenemos que añadir un mínimo de concentración de producto, el precio se eleva.

Si una concentración más elevada de principio activo o varios activos, se relaciona a una mayor eficacia, el producto algo más caro será necesariamente más eficaz que el más barato. Aunque por supuesto siempre hay excepciones.

Es como todo, las novedades siempre son más caras que los productos más baratos, aunque si compramos un producto muy caro pensando que es el que nos garantiza solucionar el problema, ahí es donde está el error, es más importante que el producto sea el apropiado a nuestra piel.

Por ejemplo, si va a usar una chica de 20 años un cosmético carísimo pero pensado para pieles maduras, no le servirá de nada, al contrario, lo más probable es que le sature la piel.

Si el producto era eficaz hace 10 años, actualmente también lo será, pero también será más barato. Pero no habrá evolucionado.

Una manera de distinguir un producto que nos venden como muy eficaz o con unos componentes muy novedosos, es viendo la composición en la etiqueta.

Los ingredientes están ordenados de más cantidad o importancia en el componente al de menos cantidad.

Por ejemplo, si hablamos del extracto de caviar, cuando está en los primeros puestos, es muy probable que esté en bastante cantidad, pero cuando ya lo encontramos después de 10 componentes, la concentración del mismo va a ser muy inferior, por lo que aunque en la etiqueta como reclamo nos lo indiquen, hay que pensar, ¿la piel lo va a notar?

Muchas veces es más económico usar un conservante o colorante sintético que uno de origen natural, por ejemplo, sobre todo cuando las cremas tienen colores muy exagerados, a precios muy económicos, nos ha de hacer sospechar colorantes artificiales en gran cantidad.

¿Cómo podemos ahorrar en los tratamientos cosméticos?

A pesar de todo esto, no siempre podemos gastarnos un dineral en cosméticos, y sobre todo cuando no tenemos la seguridad que van a ser eficaces y nos van a ir bien.

Es por ello que mis consejos son:

Pedir un buen consejo antes de comprar el producto. Recomiendo acudir a un sitio donde un profesional va a poder explicarle el producto y recomendarle uno antes de otro. Para ello es imprescindible la confianza, el conocimiento y la honradez de la persona que va a atenderle. Lo ideal es ir al sitio de costumbre. Lo más seguro es que nadie le va a vender algo mal si es cliente habitual.

Pedir muestras. Si es posible pedir muestras ya que evitaremos comprar productos que pensábamos serían muy efectivos y después los hemos tenido que tirar, porque nos dan alergia, granitos o mal estar. Es la peor manera de no ahorrar. Comprar algo para tirarlo.

Combinar diferentes marcas y productos. Algunas veces si te llevas toda la línea de la misma marca, de golpe, llegas a casa con tantos productos, que luego no te los vas a poner. Es preferible, empezar con el sérum si se va a usar y ver qué tipo de crema vas a necesitar encima, por lo que comprarla otro día.

Combinar productos de precio más elevado con los más económicos. Por ejemplo los Alfa Hidroxiácidos, como el ácido glicólico, son componentes de siempre que tienen un buen precio, si lo usamos por la noche, ayudará a estimular la producción de colágeno y durante el día se puede usar una hidratante mucho más simple y económica.

Las pieles más grasas tienen la ventaja que no precisan muchos productos. Si se limpia bien la piel mañana y noche, no es necesario comprar muchos productos, la piel ya segrega por si misma su protección natural.

Algunos productos no se pueden suprimir como pueden ser los filtros solares cuando se va al sol. Hay muchas marcas y precios diferentes, pero en estos productos quizás son las que hay más competencia, así si queremos ahorrar prefiero buscar el mejor producto en el sitio que lo tengan más económico, antes que comprar en un sitio el que sea más barato.

Una piel seca y madura es preferible comprar un buen cosmético con activos potentes de día y por la noche usar un aceite seco que nutrirá la piel, por ejemplo, no suelen tener un precio muy elevado.

Aplicarte mascarillas una vez a la semana hechas en casa. Pueden ayudar a mejorar la economía del tratamiento cosmético ya que compensará otros tratamientos, sobre todo a base de yogur que aportara bífidus o aplicar frutas u otros remedios caseros naturales como las bolsas de manzanilla para descongestionar los ojos.

Procurar no abandonar días sin cuidarse. Si el mantenimiento es a diario, a la larga sale más económico, que sin tenemos que ponernos al día después de mucho tiempo sin cuidarse la piel.

Exfoliar la piel a menudo con productos tipo scrub estimula la renovación de la piel y así la piel está más perceptible, menos arrugada y se necesitara menos producto. Aunque es importante que se use la cantidad de producto que indica el fabricante para maximizar su acción.

Mis recomendaciones
Estoy segura que hay muchas más ideas para ayudar a ahorrar en los tratamientos cosméticos que no he escrito, así que todas las sugerencias o ideas serán bienvenidas.

Por suerte en las farmacias hay líneas cosméticas que tienen un precio–calidad genial. ¡Deformación profesional!