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Las plantas variegadas son muy apreciadas por los amantes de la jardinería y las plantas de interior. Poseen hojas peculiares, con un patrón de color diferente al verde que es habitual en la mayoría de especies. De hecho, suelen presentar zonas más claras, de tonos beige, amarillo, blanco o de otros colores como rosa o anaranjado. ¿Sabes por qué? ¡Te lo contamos!

 

Hojas con matices de color

Existen varios motivos por los que una planta puede presentar cambios de color en las hojas y diferentes tonos, aunque lo habitual es que la razón sea una variegación resultado de una mutación celular. Cuando esto sucede se trata de una variegación quimerial, que provoca que las células de la planta muten alterándose su estructura y produciéndose, por tanto, cambios en los tejidos. Algunos de estos tejidos vegetales poseen clorofila y otros carecen de ella (y de pigmento verde). Estas zonas son blancas o beige, por regla general.

Hay que tener en cuenta que las plantas que presentan este tipo de variegación son más delicadas, ya que a la planta le cuesta más realizar la fotosíntesis por esa carencia de clorofila. Algunos ejemplos de plantas con variegación quimerial zona ciertas variedades de monstera, sansevieria (Sansevieria trifasciata) y violeta africana, entre otras muchas.

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No hay una única variegación

La quimerial no es la única variegación que pueden experimentar las plantas de interior. Existen otros tipos, como la variegación pigmentaria. En este caso no hay una pérdida de clorofila en las hojas, sino que aparecen otros pigmentos que ocultan el verde original. Estos pigmentos son, frecuentemente, rosas, rojos, naranjas o morados. Oxalis y cóleos son ejemplos de este grupo de plantas.

La variegación también puede estar producida por patógenos. Un determinado tipo de virus afecta a las plantas y altera su estructura celular provocando cambios de color en las hojas y tallos. El 'virus del mosaico' es un ejemplo.

Por último, hay que mencionar la variegación reflexiva, que es la que se produce como un efecto visual plateado o blanquecino causado por la reflexión de la luz en la superficie de las hojas. El ciclamen o la llamada ‘planta aluminio’ (Pilea cadieri) experimentan este tipo de variegación.

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Ejemplares más delicados

Las plantas variegadas suelen crecer más despacio que aquellas que no lo son, y también son más sensibles, por lo que tendrás que cuidarlas con mimo y dedicarles más atenciones. A cambio de la belleza original que te regalarán, será necesario que estén más pendiente de ellas y extremes los cuidados en cuanto a su ubicación, riego y abonado. Sigue las recomendaciones de los expertos en jardinería y podrás disfrutar de ellas durante mucho tiempo.

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Elige el mejor emplazamiento

Buscar a tus plantas de interior un buen lugar dentro de casa es esencial para lograr que crezcan felices y saludables, pero en el caso de las plantas variegadas este aspecto cobra una importancia todavía mayor. Estas especies han de estar en un lugar con mucha luz natural, ya que les cuesta más trabajo hacer la fotosíntesis.

Si ves que tu planta está perdiendo estos contrastes de color de sus hojas es que le falta luminosidad. En cualquier caso, deben recibir mucha luz pero nunca los rayos directos del sol, ya que podrían quemar sus hojas, más expuestas y delicadas.

Un consejo: la temperatura también ha de ser constante y templada, entre 18 y 24ºC. Evita en lo posible los cambios bruscos de temperatura y las corrientes de aire.

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¡Ojo a los encharcamientos!

Como se trata de plantas sensibles, el riego es un capítulo importante en los cuidados de las plantas variegadas. Tendrás que ser cuidadoso y no excederte con el aporte de agua, ya que estas plantas no toleran los encharcamientos. Salvar una planta variegada encharcada es una misión realmente difícil.

Un consejo: al regar no mojes las hojas de tus plantas variegadas. Son delicadas y con la luz del sol podrían quemarse por el efecto lupa.

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El abonado de las plantas variegadas

A las plantas variegadas les viene bien crecer en sustratos ricos en nutrientes. Dado que se desarrollan más despacio que el resto, necesitarán un abonado en determinadas épocas del año, sobre todo durante el periodo de crecimiento de la planta, en primavera y verano.

Sin embargo, es importante no fertilizarlas en exceso, lo que puede ser perjudicial para ellas. Lo mejor es aplicar el abono que necesitan siguiendo las recomendaciones de los expertos o del fabricante.

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Protégelas de las plagas

Las variegaciones de estas plantas las hacen más delicadas al ataque de las plagas e insectos dañinos. Por eso es importante protegerlas utilizando un plaguicida de forma preventiva que les ayude a resistir si aparece cualquier plaga de insectos. Una alternativa es utilizar productos naturales que tengan un efecto insecticida sobre las plantas, sin dañarlas.

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Las hojas, siempre muy limpias

Un cuidado que deberás darles a tus plantas variegadas es la limpieza de las hojas con un paño suave y húmedo. Es importante que no acumulen polvo y suciedad, ya que esto impide la generación de clorofila y, por tanto, la realización de la fotosíntesis.

Un consejo: utiliza agua tibia y un paño muy suave para no dañar las hojas. Recuerda que son más delicadas que las hojas de las plantas no variegadas.

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¿Hay que podar las variegadas?

Es un cuidado no demasiado frecuente en las plantas de interior, pero que les vendrá de maravilla a las variegadas. Les ayudará a mantener la forma y el tamaño, y podrás controlar la variegación, cortando las hojas que no presentan los cambios de color, por ejemplo.

Si, por el contrario, hay un exceso de variegación en tu planta puedes hacer una poda selectiva cortando las variegadas, para fomentar la producción de hojas verdes y así ayudar a la planta a realizar mejor la fotosíntesis.

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