Cuándo y cómo hacer el cambio de armario (y hacerlo bien)
Consejos expertos para simplificar esta tarea y tener un ropero práctico y en orden
Que empiece a refrescar lleva asociado hacer el cambio de armario para tener ese abrigo con el que sales de casa sin temer al termómetro o comiences a lucir botas, cuando en todo el verano has llevado sandalias y calzado abierto. Para realizar la transición a la temporada de otoño-invierno con éxito hemos hablado con Maite Albañil, directora de la empresa de organización profesional de viviendas Particular Home Planners (www.particularhomeplanners.com), quien nos ha ofrecido un consejo práctico tras otro. ¡No te los pierdas!
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Razones para hacer el cambio de armario
Es primordial hacer el cambio de armario cuando no se dispone de espacio suficiente para albergar toda tu ropa visible en tu armario o vestidor, ya que hará que tus prendas se mantengan mejor preservadas, tu espacio esté más ordenado e identifiques más fácilmente lo que te haga falta a la hora de ir de compras. El añadido es que, asimismo, te será muchísimo más fácil y agradable vestirte cada día.
La experta advierte que puede ser aconsejable incluso si sí se dispone de espacio, ya que la ropa que no nos vamos a poner durante 4-6 meses coge polvo aunque esté dentro del armario. “Así que, en este caso, es un tema de preservar mejor las prendas. Pero de nuevo enfatizo acerca de este segundo caso, es una opción 100% de preferencias personales”, cuenta.
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Una decisión clave: cuándo hacer el cambio de armario
Hacer el cambio de la ropa de primavera-verano a la de otoño-invierno en el momento adecuado es crucial y, como cuenta Maite, la época ideal es aquella en la que cambian las temperaturas. No obstante, tal y como está cambiando el clima en estos últimos años, no tiene sentido adjudicar fechas exactas, ya que podemos estar en octubre con manga corta todavía. Y lo mismo pasa a la salida del invierno. Así pues, la decisión de hacer el cambio de temporada radica el cambio de las temperaturas y en las necesidades personales.
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Consejos ante el típico ‘veroño’
El calor veraniego no se va en muchas zonas de España a pesar de comenzar la estación de otoño, por ello cada vez más es aconsejable dejar algunas prendas ligeras para poder usarlas en esos días de sol y calor, son las llamadas prendas de transición. “De hecho, desde hace un par de años, mi propio cambio de armario está siendo gradual, es decir, guardo los colores brillantes y los tejidos ligeros del verano y saco las piezas más finas del invierno dejando las prendas gruesas para las bajas temperaturas guardadas hasta noviembre”, detalla la organizadora profesional.
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Que no salgan del armario
Las prendas de vestir que nos sirven para los 12 meses del año son las camisetas básicas de manga corta, denim, pantalones de algodón tipo sastre, jerséis o cárdigan de punto ligeros, camisas de popelín... En realidad, casi todo lo que se conoce como fondo de armario.
La experta comenta que igual pasa con los complementos, pueden usarse siempre por ejemplo un bolso de piel, unas bailarinas o unas deportivas.
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¿Por dónde comenzar el cambio de armario?
El primer paso es vaciar todo el armario, no solo para limpiarlo a fondo, porque siempre acumula polvo, sino también para poder ajustar la estructura interior de acuerdo con las nuevas necesidades, ya que, en invierno solemos usar más prendas dobladas y en verano más colgadas. Además, en invierno las prendas son más gruesas por lo que es posible que necesitemos también más altura entre las baldas.
Respecto a la limpieza, es aconsejable tomarse su tiempo para hacer esta tarea en profundidad, pasando la aspiradora y un paño de microfibra húmedo para eliminar el polvo y la suciedad, secando después. Puedes aprovechar para cambiar el ambientador del armario, uno con una fragancia más cálida que la estival que utilizas durante los meses de primavera-verano.
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Todos los pasos que debes seguir
Maite nos detalla la secuencia que debemos seguir para realizar el cambio de armario. Después de vaciar y limpiar a fondo el armario ropero o el vestidor, hay que colocar las prendas de la estación pasada en cajas de almacenaje para ropa.
A continuación, por lo general convendrá modificar la estructura interna del armario para comenzar a situar las prendas de la temporada. Y la experta comenta que “todas las piezas que guardemos deberían estar limpias, con todos los botones, cremalleras que funcionen, sin descosidos…, en perfecto estado”.
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Aprovecha para equipar bien el armario
Los organizadores de armarios óptimos te hacen la vida más fácil, al permitirte acceder a las prendas con toda comodidad y ayudarte a mantener cada cosa en su lugar.
Las perchas perfectas son resistentes y antideslizantes, que no se enreden entre ellas (como pasa con las de alambre de tintorería). “Resulta preferible que sean todas iguales porque eso mejora mucho el resultado a nivel visual”, revela Maite. Por otra parte, los organizadores deberán ajustarse a las medidas de la ropa que albergarán y ayudar a optimizar el espacio de los cajones y las baldas; cuanto más finos, versátiles y discretos sean, mejor.
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¿Cuánto tiempo se debe destinar al cambio de armario?
Todo va a depender de cuánta ropa tengamos. Pero deberíamos poder hacer el cambio de armario en un par de días como máximo. Ten en cuenta que también es un buen momento para desechar todo aquello de la temporada estival que no te has puesto: dona lo que esté en buen estado y tira lo que no se puede aprovechar. Del mismo modo, a medida que vayas colocando las prendas de otoño-invierno, decide también de qué te puedes desprender porque ya no te gusta, no te queda bien o se ha deteriorado.
Por último, la organizadora profesional apunta que para garantizar el orden “es importante que nos adaptemos al espacio que tenemos y evitemos acumular haciendo descartes periódicos y compras inteligentes”.
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