¿Por dónde comenzar el cambio de armario?
El primer paso es vaciar todo el armario, no solo para limpiarlo a fondo, porque siempre acumula polvo, sino también para poder ajustar la estructura interior de acuerdo con las nuevas necesidades, ya que, en invierno solemos usar más prendas dobladas y en verano más colgadas. Además, en invierno las prendas son más gruesas por lo que es posible que necesitemos también más altura entre las baldas.
Respecto a la limpieza, es aconsejable tomarse su tiempo para hacer esta tarea en profundidad, pasando la aspiradora y un paño de microfibra húmedo para eliminar el polvo y la suciedad, secando después. Puedes aprovechar para cambiar el ambientador del armario, uno con una fragancia más cálida que la estival que utilizas durante los meses de primavera-verano.
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