Llega la primavera y, con ella, el ascenso de las temperaturas y el consabido cambio de armario. Es el pistoletazo de salida de la limpieza de primavera. El punto de partida para renovar nuestra casa y nuestra vida para la nueva estación, y aunque esto pueda sonar vital y interesante, somos muchos los que sentimos pereza y una pizca de ansiedad ante la tarea que se avecina. Hemos recopilado algunos trucos que cambian el panorama y te pueden ayudar mucho. ¡Toma nota!

Claves para organizar el cambio de armario

Todos conocemos los grandes beneficios que tiene el orden para la salud mental y para nuestra vida en general. Lo hemos experimentado por nosotros mismos, y seguramente también las consecuencias de no darle la importancia que realmente tiene. Por eso seguimos luchando por instaurar el orden en nuestros espacios y por mantenerlo en la medida de lo posible. El cambio de armario nos regala una oportunidad de oro para renovar el orden en el dormitorio.

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Armario en orden, mente en calma

Los cambios pueden ser un momento apasionante, pero también distorsionan nuestra vida cotidiana. La primavera es una época de transformación, que puede suponer una nueva etapa en nuestra vida doméstica. Podemos hacer que el cambio de armario sea el punto de partida de una serie de modificaciones de nuestras rutinas para conseguir, por fin, que nuestra casa sea el refugio que deseamos, el lugar donde podemos sentirnos en calma.

Cuando nuestro espacio (y nuestro armario) está en orden sentimos una paz especial. Eso es lo que ha llevado a algunas personas a querer practicar el cleanfulness, que no es otra cosa que tratar de lograr la paz mental a través del orden y la limpieza de nuestra casa.

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Paso 1. Planifica y organízate

Aunque es una tarea que no es nueva para ti, el cambio de armario puede parecerte toda una hazaña, sobre todo si estás en una época de mucho trabajo o particularmente estresante. Eso puede hacer que pasen los días y las semanas sin que te decidas a acometer la tarea, y al final ya no sabrás qué prendas usar en los cálidos días de primavera.

En realidad, lo más importante es modificar la manera en que ves el asunto: contar con el armario en orden, con tu ropa de primavera preparada para usar, te ahorrará muchos quebraderos de cabeza por las mañanas, cuando vas con prisa y no sabes qué ponerte o no encuentras lo que buscas. No lo pienses más, reservar un día para no dejar la tarea a medias y ponte manos a la obra. Hacerlo con tiempo te liberará del problema.

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Paso 2. Todo fuera

Este es, seguramente, el punto más importante de todo el proceso: sacar toda tu ropa del armario y los cajones, y revisarla para deshacerte de todo lo que sobra. ¿Por qué nos cuesta tanto hacerlo? ¿Por qué no somos capaces de tirar o donar lo que ya no nos ponemos ni necesitamos?

Guardamos un sinfín de cosas por si acaso y tenemos mucha ropa pero nada que ponernos. Como dice Vanesa Travieso, organizadora profesional de @ponorden, todo es producto del miedo. Nos da miedo deshacernos de los porsiacasos, aunque se trate de prendas y cosas que sabemos que jamás vamos a volver a usar. Es buena idea ir entrenando poco a poco la capacidad de decir adiós a todas estas cosas para evitar que se conviertan en un lastre y un estorbo.

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Paso 3. Limpieza a fondo

Ahora que tu armario está vacío, es el momento de hacer una limpieza en profundidad. No dejes ni un rincón por repasar: baldas, cajones, las barras de colgar, etc. A pesar de las puertas y el mantenimiento que hagas, el polvo se cuela por las rendijas. Puedes colocar bolsitas de lavanda para perfumarlo.

Revisa las perchas y retira las que estén estropeadas. También puedes quitar las que son diferentes. Tener todas las perchas iguales aporta orden visual, muy importante para percibir el orden.

Si tu armario necesita alguna mejora, ahora es el momento de llevarlas a cabo: reparar alguna bisagra rota, cambiar la bombilla o las tiras de leds, etc.

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Paso 4. Revisa los accesorios

Además de las perchas, te harán falta otros accesorios y complementos para colocar tu ropa de la forma adecuada para rentabilizar el espacio interior. Cajas de distintos tamaños, separadores de cajones, perchas especiales, módulos para zapatos, etc. Son elementos que resultan muy prácticos, siempre que elijas los adecuados. Es clave que tengan la medida correcta.

Un consejo: apuesta por elementos que no resulten muy pesados visualmente. Es mejor que elijas colores neutros y claros, y que los accesorios sean iguales o muy parecidos. Esto evita que el interior del armario tenga una apariencia desordenada.

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Paso 5. Coloca la ropa de temporada

Este paso no debes dejarlo al azar. Seguramente estás deseando terminar, pero es fundamental que coloques la ropa de primavera y verano de una forma lógica, para lo cual antes tendrás que clasificarla por el tipo de prenda: pantalones, faldas, blusas, etc.

Puedes crear tus propios esquemas de orden para organizar las prendas dentro del armario: por colores, por uso, etc. Lo importante es que esos esquemas te sirvan a ti y que te faciliten la vida a la hora de encontrar las cosas que necesitas.

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Paso 6. Hazlo a tu manera

Personalizar el armario te puede ayudar a mantenerlo ordenado. La clave está en gestionar el almacenamiento a tu manera, de forma que puedas satisfacer tus propias necesidades.

Puedes, por ejemplo, etiquetar las cajas donde guardas las cosas que no usas a diario, para poder encontrarlas fácilmente cuando las necesites. Otras sugerencias son colocar los accesorios de interior a tu gusto, doblar las prendas a tu modo, o crear un espacio en tu armario donde poner la ropa que vas a usar al día siguiente, para ahorrar tiempo por las mañanas.

Pon en práctica todas aquellas ideas y rutinas que crees que pueden ayudarte y, si no es así, solo tienes que dejar de hacerlas y volver a la anterior forma de hacer las cosas. Fácil, ¿no crees?

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Paso 7. La ropa de invierno, a buen recaudo

El cambio de armario no finaliza hasta que tus prendas de abrigo y los complementos de invierno no están guardados para la próxima temporada.

Lo primero, busca el hueco donde vas a guardar esas prendas. Puede ser en un altillo del armario, en el canapé de la cama o en el trastero. En los dos primeros casos necesitarás cajas o fundas flexibles que eviten que la ropa coja polvo. Si vas a almacenar abrigos y prendas de invierno en el trastero, elige cajas de plástico fuertes y resistentes con tapa, y añade un antipolillas.

Ten en cuenta que debes guardar la ropa limpia y reparada, por lo que has de mirar si hay botones que coser o costuras que repasar. ¿No te sobra el espacio? Utiliza bolsas al vacío, que podrás reducir con ayuda de la aspiradora. Tu ropa ocupará mucho menos sitio pero se arrugará más.

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