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Vivir en 30 metros cuadrados, en un bungalow, con lo mínimo y, al mismo tiempo, con una sensación total de desconexión y libertad. El espacio no es un problema gracias a la conexión con el entorno. En realidad, este proyecto rompe con los límites de lo pequeño. ¿Quieres descubrirlo? ¡Es como vivir en una tiny house!

 

La historia de mínimo impacto del 'Bungalow H'

Este bungalow, proyectado por el arquitecto Omar López Bautista del estudio de arquitectura ET.co, está ubicado en San Andrés Huayápam (Méjico). Se trata de una especie de cabaña contemporánea, ubicada en un espectacular terreno en las laderas de las montañas del Norte de Oaxaca, en San Andrés Huayápam, un pequeño pueblo ubicado a unos veinte minutos de un centro de ciudad. La idea era que visualmente el impacto del bungalow en el paisaje sea el menor. De ahí la elección de tamaño, forma y materiales. También se reduce la superficie de cimentación.

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Una residencia temporal

El bungalow "cuenta con unas condiciones climáticas y paisajísticas inmejorables", señalan desde el estudio. La ventaja es que es posible experimentar la vida en un espacio de estas características gracias a que se trata de un alojamiento turístico. "El bungalow fue pensado originalmente como un refugio tranquilo, con lo esencial para estancias cortas", añaden. Por eso el espacio interior cuenta con lo imprescindible y se abre al exterior a través de un frente acristalado que comunica con un porche y este, a su vez, con la montaña y el bosque.

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El plano de distribución

El bungalow se distribuye en un espacio de día con una zona de cocina, un dormitorio y un baño independiente. Desde la fachada en ángulo se accede a un porche con plataforma de madera y velas textiles que protegen del sol.

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Una ubicación privilegiada

La ubicación de esta cabaña contemporánea favorece el disfrute al máximo de la luz solar, que se cuela en el interior por la fachada acristalada. La terraza ofrece una impresionante vista panorámica del valle y de la ciudad, al tiempo que se rodea de árboles.

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Una construcción de 30 m2 en hormigón de bajo mantenimiento

Se trata de una construcción de 30 metros cuadrados, realizada en hormigón, de bajo mantenimiento, y pintada en color negro en el exterior para minimizar el impacto visual en el paisaje. La caja cuenta con tres lados cerrados, que confieren privacidad al espacio interior, y una fachada completamente abierta al entorno. La manera en que está cimentada la cabaña, le da ligereza, al posarse sobre el suelo a través de una plataforma más pequeña que el área de la casa. Es decir, esta reposa a unos centímetros de la tierra. Además, por las noches, esta sensación se potencia con una iluminación perimetral en la base.

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Vivir "dentro" con lo mínimo pero con diseño

El corte diagonal de la planta del bungalow define la forma final de la construcción y afecta a la concepción del espacio interior. Pero tiene un sentido de orientación de la cabaña hacia las vistas. Precisamente al tratarse de un alojamiento de estancias cortas, se da prioridad a toda esa conexión y al exterior. Dentro, lo mínimo en un estilo contemporáneo que juega con el gris del hormigón, la madera y el negro, cuidando especialmente la iluminación para darle ambientación y espectacularidad. Esta es la cocina, con un frente con puertas de madera y un par de estantes en la pared de apoyo. En un espacio reducido cuenta con zona de cocción, encimera, fregadero y almacenaje. Merece atención el juego de tiras en zigzag en el techo con leds integrados.

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Una zona de descanso abierta al entorno

En este proyecto, tal y como explican desde el estudio de arquitectura, "el objeto es usado con sencillez. Se busca la claridad, elementos fáciles de entender, lo suficientemente fuertes, y que se hagan más fuertes aún a través de un buen uso de los materiales y sistemas constructivos". En el dormitorio, la cama se orienta a la cristalera. Las paredes se revisten de madera y se crea profundidad con la iluminación del aplique de la pared, coordinado con la solución del techo de la cocina.

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Vista de frente del dormitorio

El frente acristalado no solo permite que la conexión in & out sea total por la condición del vidrio transparente, sino que es posible desplazar los paneles correderos para abrir estancias tanto en el dormitorio como en la parte de la cocina y estar con la salida central a la terraza. Tal superficie de cristal en la fachada permite que el sol alcance y caliente el interior.

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