1/11 © The Room Studio

Al elegir puertas de interior conviene considerar el estilo, el material, el tamaño, la función y el precio. Este último está relacionado con la calidad del material, el tamaño y otros aspectos como el tipo de herraje o apertura. Repasa las cuestiones esenciales que te planteamos, respondiendo a las preguntas con conocimiento, a partir de las explicaciones que se refieren a cada cuestión.

 

¿Qué color y forma de puerta escoger?

Hay que encontrar el equilibrio entre el material y acabado del suelo y el de la puerta para que todo se vea armónico. No tiene que ser igual, puede ser muy contrastado. Se trata de que resulte equilibrado. No conviene mezclar demasiados estilos en la base de la estancia. Funciona destacar una puerta en estilo, color y material. Se convierte en un elemento muy personal. Aquí, The Room Studio opta por una puerta integrada en la pared, al fondo, "recortada" entre las molduras que decoran. Pasa casi inadvertida y al mismo tiempo resulta 100% original.

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2/11 © Marta Estarriol Interiorisme

¿Qué forma tienen las puertas?

La forma es interesante. Por lo general, las puertas son rectangulares, más o menos alargadas según la altura que tengan, puesto que las hay que se diseñan de suelo a techo. Otras queda enmarcadas por una embocadura que no alcanza el techo. El efecto de alargar hace más altos los techos. Pero también las hay de medio punto, en arco, que resultan muy decorativas. La interiorista Marta Estarriol apuesta por una puerta de suelo a techo, sin marcos, integrada en el frente en el mismo material.

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3/11 © Molins Design

¿Qué tipo de puerta escoger?

Aquí hay que fijarse en la apertura. Lo más normal es que esta elección se base en la funcionalidad. Las puertas abatibles son las clásicas que giran respecto a uno de sus lados. Las pivotantes son las que el eje de giro está desplazado hacia un lado. Las correderas se deslizan sobre el tabique o por dentro de él y es perfecta para ganar espacio en la habitación. Y las plegables tienen un sistema tipo fuelle y se recogen sobre sí mismas. En este proyecto, Molins Design marca el paso entre ambientes con una puerta pivotante en la misma madera que reviste la pared.

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4/11 © María Odena Studio

¿Qué tipos de puertas correderas hay?

Están las que van ocultas en tabique, que llevan un casoneto o estructura de metal interior. Ese tabique es de mayor grosor que el convencional. Y las puertas correderas de superficie, que se deslizan sobre la pared y levan guías en el techo o en la pared. En el caso de una puerta corredera, la pared sobre la que se desliza queda despejada de muebles. Debes tener en cuenta que aunque la integres en tabique (puerta corredera empotrada) no podrás colgar ni fijar ningún mueble ni aplique de pared o mecanismo. Puertas de vidrio con perfil de madera de María Odena Studio.

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5/11 © Mengíbar Blanco Arquitectura e Interiores.

¿De qué estilo decorativo?

Las puertas de interior responden a estilos. Pueden ser más clásicas con molduras, modernas con cristal y perfilería ligera; minimalistas en liso total y sin molduras alrededor… Debes elegir un estilo que se adapte a la decoración de tu hogar y tus preferencias personales. O bien, jugar con las puertas para romper el estilo predominante o destacar. Este diseño en laca blanca, con dos hojas correderas, apuesta por el vidrio y el barrotillo para conectar espacios. Una propuesta de Mengíbar Blanco Arquitectura e Interiores.

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6/11 © Tinda's Project

¿Se pueden mezclar varios tipos o diseños de puertas de interior?

La respuesta es sí. Aunque es interesante mantener una unidad de estilo en todas las puertas de la casa, cada una puede tener el sistema de apertura que se adapta mejor a las características del espacio. También puede destacar una como "puerta joya" especialmente en diseño. Incluso, hay ocasiones en las que todas las puertas son similares y alguna se presta a que sea de vidrio. Hay que buscar la mejor opción en cada caso. Propuesta de puerta corredera de vidrio al ácido para acceder al baño de Tinda's Project.

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7/11 © Crea Spacios

¿Qué material escoger?

Las puertas de madera son de las más usadas, son versátiles, ya que se adaptan en estilo, pueden decorarse y lacarse, son cálidas y aíslan bien. También hay puertas de vidrio, tan versátiles para no perder luminosidad ni continuidad visual entre ambientes. El material influirá mucho en el precio de una puerta, sobre todo en el caso de las puertas de madera, si son macizas (aíslan mejor) o huecas. Puerta corredera con guía en techo y diseño de vidrio de Crea Spacios.

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8/11 © Raquel González Interiorismo

¿Y sobre el marco de la puerta?

Lo habitual es mantener el mismo color y material en el marco y en el rodapié para dar continuidad, pero no tiene por qué ser el mismo que la puerta. En algunas ocasiones es el marco y la puerta los que son iguales y cambia el rodapié. El marco es un elemento decorativo que refuerza el estilo de la puerta. Se puede prescindir de él, son puertas en las que no hay embocadura alrededor vista, pero requieren una planificación especial, pues la estructura es específica para este tipo de puertas sin marco. Propuesta de Raquel González Interiorismo, combinando marco en blanco y puerta en negro.

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9/11 © Carré

¿Qué partes tiene una puerta de interior?

Saber qué componentes tiene una puerta, hará que te fijes en la elección de cada uno. Su calidad determinará su duración.

- Precerco o premarco. Es la estructura que se fija en el hueco del tabique para reforzarlo. En un cambio de puertas, si está en buen estado se puede mantener.

- Cerco o marco. Forma parte de la estructura de la puerta y se fija al precerco. Suele ser de mandera y soporta la hoja y las bisagras.

- Hoja o puerta. Se fija con bisagras o pernios.

- Bisagras.

- Tapetas, molduras o jambas. Son las piezas alargadas que ocultan la unión entre el cerco de la puerta y la pared. Actúan como embellecedores.

- Manilla, pomo o tirador y resbalón. También marcan un estilo y se suelen escoger en el mismo acabado que las bisagras.

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10/11 © The Room Studio

Las puertas pueden ser…

Según el material exterior, hay de madera natural (macizas o chapas de madera), lacadas (cuyo interior es de MDF o DM) o sintéticas, que son planchas laminadas que imitan madera y otros acabados. Las de vidrio, material que encarece bastante el diseño, pueden llevar perfiles de madera (rectos o biselados) o de metal, lacados o al natural. Una puerta de vidrio también puede llevar únicamente bisagras especiales que la anclen a la pared, sin perfil. El cristal en sí puede ser transparente, traslúcido, esmerilado, rallado, ahumado, liso, biselado… Esta propuesta con puerta doble corredera con perfil en latón y vidrio rallado es de The Room Studio.

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11/11 © Bonet Fotografía

¿Qué tamaño tienen las puertas?

Hay medidas convencionales o estándar y luego diseños a medida que se adaptan a lo que quieras. La medida estándar para una puerta es de 82,5 centímetros de ancho por 203 centímetros de alto. Las medidas de 62,5 o 72,5 cm de ancho también se usan en espacios pequeños, como un aseo mini. Panel corredero de cristal para acceder a la cocina, de la interiorista Laura Martínez.

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