A la hora de elegir plantas para el jardín se necesitan especies bellas, que aporten alegría y color, y que sean también fáciles de cultivar. Que no resulten exigentes y se dejen mimar, y que toleren cierta improvisación a la hora de ubicarlas en un espacio u otro.
El heliotropo (Heliotropium) es una de estas plantas. Sencillo en sus cuidados, no te pedirá una atención constante y, cuando llegue su momento, te regalará unas bonitas flores que, además, llegan con sorpresa: un rico e intenso aroma a vainilla.
La planta que se mueve con el sol
El girasol no es la única planta que se mueve para tratar de captar los rayos del sol. También lo hace el heliotropo (Heliotropium), cuyo nombre deja constancia de ello. Procede del griego helio, que significa 'sol' en griego, y tropein, que es 'volver', lo que hace referencia a este movimiento de la planta tratando de mirar al astro rey.
Hacerle un hueco en el jardín será siempre una buena idea, puesto que se trata de una planta muy fácil de cuidar. Este arbusto de hoja perenne puede alcanzar hasta dos metros de altura.
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