Evita el uso de productos químicos
Es cierto que comprar un limpiador específico que garantice dejar nuestro sofá impecable sin apenas esfuerzo y en poco tiempo es una tentación… Sin embargo, merece la pena pensárselo dos veces. En muchas ocasiones no son tan efectivos como prometen y, a veces, incluso estropean los tejidos.
Los detergentes agresivos pueden dañar de forma irreversible la tapicería del sofá o de cualquier otro mueble, ya que suelen contener aceites y disolventes que, dependiendo del material y del tejido, resultan dañinos.
¿Lo mejor? Utilizar otro tipo de productos más naturales. Y si prefieres emplear limpiadores comerciales, haz siempre una prueba antes en un lugar poco visible de la tela. Vigila que el producto no altere los colores y no deje cerco.
Un consejo: si quieres utilizar la vaporeta para limpiar el sofá, también deberías probar antes en la trasera por ejemplo. No todas las tapicerías toleran la temperatura del vapor.
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