Oihane Cantabrana, de Ordenatrix, nos cuenta en qué fallamos cuando organizamos los armarios
Esta profesional del orden te da las soluciones que necesitas
El orden en el armario ropero no es un ideal inalcanzable, ni tampoco mantenerlo bien organizado para siempre. Hay que ser constante y seguir unas cuantas pautas, porque es habitual que se encuentre abarrotado o que no localicemos aquella prenda que estamos buscando, debido a que no se ha separado la ropa por familias. Por ello, también resulta fundamental tener en cuenta los elementos de almacenaje apropiados.
Oihane Cantabrana, de Ordenatrix (ordenatrix.com), lidia a diario con estas situaciones pues es experta en organización de espacios. Ella nos ofrece todas estas soluciones para que nuestros armarios y vestidores luzcan en perfecto orden y no nos dé tanta envidia el de la imagen, de la firma Arlex.
El problema de aglomerar
Sin ningún tipo de duda el principal enemigo del orden es la acumulación. La solución está en aprender a desprendernos de las prendas y los complementos de vestir que no utilizamos. “Sé que a las personas nos cuesta tirar nuestros bienes, pero es el primer paso para una vida en orden. Trabajar el desapego para volverlo un hábito no es sencillo, pero se puede conseguir”, afirma Oihane.
La experta considera que una vez logras deshacerte de las cosas que no necesitas sin pena, hasta se vuelve adictivo y liberador. Además, no tienes que desaprovechar las prendas que estén en buen estado, puedes donarlas a la beneficencia o incluso venderlas mediante aplicaciones. En perfecto orden vemos el armario Essen, de Bauhaus.
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Luchar contra el acopio
Hay tres fases para conseguir llegar al punto óptimo de la ropa y calzado que guardamos:
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Realizar una reorganización radical en la que analizamos todas las prendas de nuestro armario, hacemos un primer filtro en el que nos deshacemos de lo que tenemos claro que no queremos y volvemos a colocar por familias lo que nos quedamos.
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Hay que ir efectuando cambios de armario de forma periódica. Lo más sencillo es realizar cuatro cambios de armario al año, coincidiendo con el inicio de cada estación.
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Durante el día a día, hay que tener una bolsita o un espacio preparado para ir separando para donar las prendas que nos damos cuenta que ya no están en buen estado, no nos valen o ya no nos hace ilusión ponernos.
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Trabaja el orden por familias
Otro fallo habitual detectado por la organizadora de espacios profesional es que las cosas no ocupan su lugar. La solución consiste en organizar las prendas por familias, es decir, la ropa interior toda junta, lo mismo con los calcetines, las camisetas, pantalones, vestidos, chaquetas, calzado...
“Tener una misma familia en tres sitios diferentes es un error común que hace que sea imposible acordarse en qué lugar está lo que buscas. Si solo hay un sitio lo encuentras seguro. O está allí o se está lavando, no hay más”, afirma rotunda Oihane.
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Perchas y cajas bastan
Aunque existan muchos en el mercado, los únicos elementos de ordenación imprescindibles se reducen a dos: buenas perchas y cajas para poder doblar en vertical sobre las baldas (si las hay).
“Con las perchas no hay que complicarse, deben ser sencillas y fuertes, pero que no ocupen mucho ni pesen. En mi opinión los modelos de varios pisos son demasiado pesados para manipularlos cómodamente en el día a día. Además, al llenar la pieza de prendas acaban ocupando a lo ancho tanto como si pusieran por separado”, aclara la experta.
En la imagen, unas perchas de piel de melocotón con barra de Songmics, cuyo tejido aterciopelado ayuda a que las prendas colgadas no resbalen.
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Organizar los interiores del armario
Respecto a los elementos que tu armario necesita, es tan sencillo como barras para colgar perchas, cajones y baldas. Si debes elegir el diseño, son preferibles los cajones que las baldas.
Por otra parte, si estás pensando en incorporar pantaloneros, la experta asegura que no aprovechan el espacio de forma eficiente. “Si lo cambias por una barra sencilla de lado a lado y pones un pantalón en cada percha, muy probablemente te entrará más cantidad”.
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¡Puedes colgarlo (casi) todo!
Entre nuestras equivocaciones con el orden del armario ropero o vestidor, también está que colocamos muchas prendas y complementos doblados, cuando podrían ir en perchas.
En opinión de la experta, lo único que se tiene que doblar obligatoriamente son los jerséis de punto porque si los cuelgas se pueden deformar. Por lo demás, todo puede ir colgado salvo la ropa interior. Este armario ropero de Ikea cuenta con mucha zona de barra para colgar un buen número de prendas.
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Claves para hacer el cambio de temporada con éxito
Para hacer el cambio de armario es imprescindible tener un lugar definido para las prendas que no toca ponerse en este momento. “Yo suelo recomendar que sean los altillos de los armarios o bajo el canapé. La ropa se puede meter en bolsas de tela o en cajas de plástico transparente para protegerlas, pero poder ver el contenido”, revela Oihane.
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Ojo con el orden que queda a medias porque da pereza
Cuando nos ponemos a ordenar el armario, siempre es mejor hacerlo del tirón, en una misma jornada. ¿Cuánto tiempo debemos reservarnos? La experta detalla que dependerá del tamaño del armario y, sobre todo, de la capacidad para seguir adelante y no saturarse con el descarte. “Yo diría que para un armario de dos puertas necesitamos unas 6 horas como mucho”, calcula Oihane. Otra cosa es añadir tiempo para aprovechar y reorganizar el canapé o la cómoda que suele haber en muchos dormitorios.
Interiores demasiado abarrotados
La organizadora de espacios ha detectado asimismo que en muchas ocasiones sobrecargamos en exceso el armario. Así que da unas pautas prácticas:
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Perchas: hay que separarlas como mínimo 2 cm. “Lo importante es que para sacar una de tus prendas de la barra no tengas que dejarte un riñón ni sentir que la espalda te tira de la fuerza que estás haciendo para apartar el resto de las perchas”.
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Cajones: para que todo quede a la vista y accesible lo mejor es apostar por el doblado vertical. Gracias a ello, tendrás toda tu ropa localizada y colocada en varias filas, lo que hace que coger una prenda sea muy sencillo.
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Una labor diaria
Para mantener en orden el armario, hay que hacer lo que Oihane llama ‘barridos’, es decir, invertir unos minutos cada día solo en ordenar, llevando cada cosa de vuelta a su sitio correspondiente.
“Yo siempre digo que el problema con el orden es que es una tarea invisible, a la que no se le da el tiempo que se merece”, concluye la experta. No bastará con emplear 10 minutos diarios en tener en orden el armario, colocando la ropa limpia y devolviendo el calzado a su lugar.
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